Día de las madres.

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...

Era día de las madres, toda mi familia venía, era el único día (junto con el cumpleaños de mi abuela) dónde se olvidaban de sus resentimientos y se juntaban como "familia".

Siempre era la última en saludar a todos, ya que tardaba demasiado en arreglarme. No importa si me iba a comprar el pan, yo era así.

¡ Pero qué flaca estás sobrina! Deberías de comer más. ¿Acaso no te alimentas?- dijo mi tía abriendo la boca y tocándome la barriga. Yo solo atinaba a sonreír, estaba avergonzada.

De pronto vi entrar a mi primo, era un chico alto y bastante guapo. Era mi platónico cuando recién tenía 6 años, era algo inocente... Ilusiones de niños.

¡Hola, cabezona!- dijo él, mostrando gran entusiasmo.

¡Hola, imbécil!- le respondí, mostrándome irritante. Siempre le gustaba molestarme, desde pequeños.

Procedí a saludar a sus padres y luego a su hermanita. Debo admitir que me caía más la pequeña rulosa que él, era súper linda y siempre me hacía cumplidos.

...

Después de 2 horas.

Todos empezaron a bailar y a tomar cerveza, estaba en el sillón hablando con mi primo. Cuando mi tía empezó a hablar.

Cami, anda a ver a tus primitos están en el cuarto, después te lo compensaré.- dijo mi tía, poniendo carita de gato.

Está bien- respondí con algo de desgano. Dejé a mi primo sentado y me fui. Cuando abrí la puerta no pude ver casi nada, ya que el cuarto estaba a oscuras, tampoco encendí las luces ya que eso despertaría a mis primitos los cuáles estaban durmiendo. Ellos estaban en dos camas de 2 plazas juntas. Así que tenia demasiado espacio para estirarme.

Pasó media hora , ya eran las 11:30 p.m. Entonces noté que alguien empezó a forcejear la puerta y como estaba medio sonámbula, no le tomé importancia. Cabe recalcar que cuando estoy sonámbula no me doy cuenta de lo que hago.

Hola- dijo alguien con voz media temblorosa, entrando a la habitación y cerrando la puerta. Vi la silueta de alguien conocido, ese alguien sd sentó a mi lado, yo estaba echada y luego me senté. Me di cuenta que era Fernan, mi primo.

¿Por qué hablas de esa manera?- dije yo intrigante, lo miré bien y tenía la mirada perdida. - Espera... ¿Acaso estás borracho?

Debo admitir, primita, que te das cuenta demasiado rápido de las cosas- respondió sarcástico, con una sonrisa pícara entre dientes.

Jajaja eres un enfermo gay alcohólico- respondí vacilante. - Ah! Y también un idiota.

Niñita presumida, cabezona- dijo riéndose y golpeándome. -Déjame en paz, tarado! Juro que te mataré!!- dije poniendo mis mini puñitos para lanzarle un golpe. Él agarró mi puño e hizo un movimiento rápido en el cuál terminé en sus piernas. Empezamos a forcejear, ya que yo lo quería golpear y él me agarraba de los brazos para que no lo lograra. Maldito.

Admito que la posición en la que estábamos era muy comprometedora, y solo se veía en las películas cursis en las cuáles terminan en un beso. Tan cliché. Pero yo era demasiado ingenua como para poder percibir cuáles eran sus verdaderas intenciones. Es eso o era demasiado estúpida.

De pronto me mordió el labio inferior, me quedé perpleja, y luego me dió unas mordidas más suaves, terminando con un beso. Me dije a mi misma pero mis labios no obedecían. Le correspondí, nos dimos un beso largo y suave. Después me levanté de sus piernas y nos echamos en la cama, seguimos con los besos, pero cada vez eran con más intensidad. A lo que agarré sus cabellos y los empecé a estrujar.

Punto de vista de Fernán.

Era increíble cómo esa pequeña chica me podía llegar a poner, solo con un beso. Tiene 17 años y parece ser virgen, pero el movimiento de sus labios deja mucho que desear.

N/A: Si alguien quiere que siga con esto, me lo dice y yo solo sigo, pequeños. Saludos para Selene que no cree en mis habilidades para escribir jaja.

Hormonas revueltas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora