Mi Pequeña Enana

1.-La ruptura

Estaba en clase de sociales a última hora, solo deseaba salir de clase para poder ver por la tarde a mi pareja, llevábamos casi un mes, podría casi asegurar que en tan poco tiempo nunca sentí algo tan fuerte por alguien. He de decir que nuestra relación nunca fue perfecta, ni la más bonita. Pero era nuestra.

Últimamente teníamos muchas peleas, el era demasiado celoso y yo demasiado ciega por amor.

El timbre que anunció que la clase había finalizado sonó, así sacandome de mis ensoñaciones. Acto seguido, guardé los libros y el estuche en la mochila, y me reuní fuera del aula con Paula, mi mejor amiga desde los tres años. Aún que no estuvimos siempre juntas del todo, ya que nos volvimos a juntar definitivamente hace dos casi tres años, el resto de los años jugabamos a veces, pero nada que ver con nuestra amistad actualmente.

Paula y yo, esperamos a Maria quién ya salía de clase dirigiéndose a nuestra dirección, es la última que se integró a nuestro pequeño grupo, pero se ha ganado en cuestión de poco tiempo su hueco especial así demostrando que podríamos confiar y contar con ella en cualquier cosa.

Treinta minutos después, me encontraba en mi habitación, tumbada sobre la cama hablando a través del teléfono por mensajes de texto, con mi mejor amigo Carlos. Le conocí hace tres meses, y desde entonces, casi todos los días hemos permanecido en contacto, hemos tenido anteriormente algún encontronazo, pero en mis peores momentos allí estaba sacandome una sonrisa cuando nadie más podía. El día que conocí a Carlos, recuerdo que había quedado con Steph, ella no iba a mi instituto pero ls conocí el anterior verano y desde entonces. Steph me presentó a Carlos, aún que me advirtió que no le hablase ya que tenía muy mal humor, yo decidí retar a la suerte y hablar a Carlos, me siento orgullosa de haber tomado aquella decisión ya que pude ver como Steph estaba muy equivocada respecto a Carlos.

El sonido de que había recibido un mensaje me hizo sobresaltarme, puesto que me había quedado recordando el día que conocí a Carlos. Era un mensaje de Antonio, mi pareja. Una leve sonrisa se dibujó en mi rostro al leer su mensaje que decía, «buenas tardes amor», le decidí responder con un simple «buenas tardes». Me incorporé y me dirigí hacia la cocina a por algo para comer. Regresé a mi habitación, pero esta vez acompañada de comida.

Mi bolsillo comenzó a vibrar al son de la música el cuál proyectaba mi teléfono, deposité la comida en la mesa para poder contestar la llamada.

-¿Hola?

-Hey bebé.-la grave voz de Antonio salió a través del altavoz del teléfono.

-Vamos cari, ya te dije que detesto que me digas bebé.-alce una ceja divertida.

-¿Qué tal el día amor?

-Como siempre.-reí y el se unió a mi risa.

-Dime, ¿podrías salir esta tarde?.-incrementó el volumen de su voz ante la pregunta recientemente formulada.

-Ya sabes que tengo que estudiar.-hice un puchero y proseguí.-Se acercan muchos parciales, y necesito aprobar o si no, de lo contrario mis padres me castigarían sin salir.

-Vamos Maca, casi nunca tienes tiempo para salir conmigo que soy tu pareja y luego con tus amigos si.-su tono se torno más grave y se podía detectar enojo en el.

-¿Perdona?, ¿te recuerdo las peleas que me has montado por tu culpa?.-otra vez había roto el hilo que sostenía en el aire.

-Sí, ese quería estar contigo o es que no te enteras.

-¿Sabes por qué no quedo contigo?, porque cada vez eres más borde y duro conmigo, date cuenta y hazte entrar en razón.- mi voz se quebró de un momento a otro, ahora estaba sentada sobre el suelo de mi habitación perdiendo la paciencia mientras mis mejillas se humedecian a causa de sus palabras.

-Vamos, no me vengas ahora con esas, ¿sabes?, paso de ti.- colgó el teléfono dejándome con la duda de si esto sería el final o no ya que no corto conmigo aún.

Sus duras palabras provocaron que me ahogara en mis sollozos, le mandé un mensaje pidiendole perdón, ¿por qué?, no se siempre yo pido perdón. Recuerdo antes de empezar la relación me juro jamás cortar, pero cada vez la duda de ese juramento hacía si sería falso, era más evidente.

Minutos más tardes recibí un mensaje de Antonio diciendo que cortaba. Jamás sentí este inmenso dolor y odio a la vez, y todo porque el era un irracional. Le dije una cuantas palabras por el teléfono y le decidí bloquear pero esto no acabaría aquí y él saldría ileso después de cortarme por teléfono, ¿como se atrevía?, estuve tumbada en mi casa con los audífonos puesto y soltando sollozos por un par de horas, hasta que decidí levantarme a depositar en la papelera las bolsas de lo que comí y me dirigí hasta el baño, me detuve al ver mi rostro apenado y mis ojos en un color rojizo de tanto sollozar, por lo que me lavé la cara, me arreglé para mi misma y a partir de aquí nada sería igual y comenzaría por el largo y doloroso trámite de olvidar.

Llamé a mi mejor amiga y le conté lo ocurrido, claro que ella estaba al tanto de cada pelea que tuvimos, ella con su indiscutible razón, me dijo cosas las cuáles me animaron levemente. Carlos a las pocas horas también estaba al tanto de ya estaba sin pareja, me preguntó las causas y la verdad, no le pude responder naturalmente, todo permanecía demasiado reciente.

Dentro de poco vendrían las vacaciones de semana Santa, por lo que me podría concentrar más en los parciales que estaban por venir y a sí pasar las vacaciones con la mente despejada.

Llevaba al rededor de cuatro horas ordenando mis ideas para las vacaciones, hasta que mi teléfono comenzó a sonar de nuevo. Número desconocido. Me pregunto quien podría ser.

-¿Quién llama?.-frunci el ceño mientras formulaba la pregunta.

...

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Bien, es el primer capítulo de esta novela, espero que les guste.

Saludos y que pasen un buen día♥