Capitulo 1

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Hace tiempo que deje de reaccionar al mundo, todo se me a hecho cada vez más innecesario, las visitas con mis abuelos, las platicas con mis padres, él buscar al amor, todo para nada.
He tratado de buscar algo en lo que me pueda entretener, algo con lo que ocuparme, la escuela se me hace aburrida, el ser él primero en la clase no me ayuda de mucho, todo es repetitivo, he estado pensando en suicidarme y buscar otra vida, o deambular por las calles siendo un fantasma y asustar a las personas, eso sin duda seria divertido.
Hace tres días que salí de la secundaria, listo para preparatoria, muchos se sienten nerviosos o con miedo, yo, en cambio, es como ir de paseo al parque, con el hecho de que hay que estudiar.
Estos tres días he estado acostado en él sofá de nuestra enorme y espaciosa sala, viendo películas, y jugando juegos de vídeo, y bueno, tal vez he engordado unos kilos de mas, no me he levantado y he estado comiendo mucha comida chatarra, mis padres no me dicen nada.
Mi madre, una señora de pelo rubio, un poco mas bajita que yo, con la piel de color crema y ojos color miel, dice que son los primeros días, que probablemente me harte y quiera destruir todo, y que ella estará encantada de ver eso, sin embargo, mi padre, un señor de cabello cano, él cual se pinta cada mes, con ojos de color azul y piel aceitunada, me regaña cada vez que baja de su cuarto para ir a trabajar o cuando de regresa de ello, dice que siempre me ve ahí y que incluso ni me muevo, por Dios, apenas son tres días.
Mi hermano Zack se fue de viaje cuando empezaron las vacaciones, su destino, Irlandia, se fue con su hermosa novia y su cuñado, él quería llevarme, pero yo me negué, casí nunca hemos tenido conectividad él y yo, y es raro ya que los dos somos varones.
Él sol entra por las cortinas color crema que están puestas en los cortineros de las ventanas que tengo al lado, así que la luz se refleja en la televisión y no me deja ver bien, son prácticamente las 9:35 de la mañana, y ya tengo hambre, pero mi madre no esta para poder gritarle y pedirle comida, si, lo se, es de mala educación, pero en vista a que disfrutara verme hacer añicos mi consola, lo hace con gusto, aunque no le daré él "gusto" de ver que pase eso.
Me muevo en el sofá, él cual es de color chocolate y me quito las mantas azules que tengo encima, ¡es la primera vez que me muevo en tres días!, me levanto y siento como todas mis articulaciones se desprenden prácticamente, es como si me desgarrara, me estiro a pesar del dolor, él cual pasa en pocos segundos, y me muevo a la cocina, la cual esta en diagonal con nuestra sala, subo él pequeño escalón que marca la sala, él comedor y él vestíbulo y sigo mi camino.
Hay una nota en la barra de desayuno, la tomo y abro él refrigerador, sin verlo, ya que tengo la nota pasando por mis ojos.
"Hijo, salí con tu tía Luz, tu padre y yo regresamos hasta mañana por la tarde, en tu habitación deje dinero para que comas o te distraigas hoy, se que me hubiera gustado verte hacer añicos tu consola, pero en vista a que saldré y tu te trendras que parar, no podre disfrutar ese momento, con amor: tu madre"
Sonrió al leerlo y niego con la cabeza, arrugo la nota y la tiro a la basura, abro él congelador y saco un bote de helado de chocolate, cierro él refrigerador y tomo una cuchara, salgo de la cocina y regreso al sofá.
Én la televisión están pasando uno de esos comerciales que te venden cosas "maravillosas" y los cuales se tardan horrores en acabar, tomo él mando del control y empiezo a cambiar los canales en busca de algo que sea bueno, pero al cabo de unos minutos (y de haber pasado la programación completa dos veces) me rindo y apago él televisor.
Con mi helado sin abrir y las mantas a medio poner sobre mis piernas siento la necesidad de salir, sentir él aire caliente y fresco de las mañanas aquí en Los Angeles, California.
Regreso a la cocina y meto él helado al congelador, recojo mis cosas de la sala y ordeno él poco desastre que he hecho y decido subir a mi habitación, a darme un baño, ponerme una ropa mona y salir a dar un paseo a las calles pobladas de esta cuidad, tal vez decida sacar a darle un paseo a mi perro, Nugget.
Cuando flexiono mis rodillas para subir las escaleras, él dolor es tan intenso que necesito quedarme inmóvil unos tres segundos, después recobro la marcha, al parecer, él quedarse inmóvil mucho tiempo no es nada sano.
Cuando entro a mi habitación encuentro un fajo delgado de billetes de a $10, son alrededor de unos 150 dolares, no se por que mi madre me dio tanto dinero, pero bueno, haré un buen gasto con esto (mentira).

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