Hace unas semanas Juleka había declarado su amor hacia Rose,al principio esta se sentía derrotada ya que el principe Alí le había ganado,pero Marinette y Alya la alentaron a decirsélo,si no correspondía sus sentimientos,al menos se libraría del peso,que irónico para Marinette. Eh ahí la frase:
"En casa de herrero cuchillo de palo".
Marinette estaba cansada de volpina ya que volvia casí a diario,por un lado ella se sintió culpable,ya que lo era,simplemente no hubiera arruinado su cita.
Realmente estuvo celosa ese día y no quiso volver a sentirse así,ya no.
Desde ese día ella vió lo lamentable de su situación,y se metió una tonta idea en la cabeza:
"Olvidar a Adrien"su cabeza decía que estaba bien;pero su corazón se oponía.
Ella simplemente no quería tocar el tema con Alya.Muchos se habían enterado de las mentiras de lila,de hecho casi toda la ciudad.
Para Rose fue algo complicado asimilar el hecho de que su mejor amiga estuviera enamorada de ella.
Pero para sorpresa de Juleka,la correspondió,una semana después terminó su relación con el principe.
Y actualmente son una linda parejita.Este chico estuvo algo deprimido,pero lo entendió,tal vez era un poco despistado,pero no tonto.
Chloé al enterarse de esto empezó a burlarse de ellas,estuvo a punto de recibir la paliza de su vida,de no ser por Rose que pidió a Juleka que solo la ignoraran.
Marinette ya no pensaba todo el tiempo en su "amado" Adrien,ya casí no le molestaba que Lila lo abrazara.
Era una tarde lluviosa,era algo deprimente,como cuando todas las cosas parecen salir mal,y todo lo que es bueno desaparece.
Marinette caminaba con un paraguas,y eso le recordaba a él.
Su amor imposible...Aquel día,bajo la lluvia,pudo ver que tras toda esa fama,se encontraba un gran chico.
Pequeñas lagrimas bajaban por su pálido rostro,ella lo sabía. Sabía que no valía la pena llorar por algo imposible,pero aun así,le dolía.
—Marinette,si sigues aquí bajo la lluvía te enfermarás—dijo preocupada su pequeña Kwami.
—Lo se,ya voy—suspiró sin muchos animos.
El chico no entendía su tristeza,su amada estaba feliz,él debería estar tambien feliz. En el fondo le dolía mucho,hubiera querido no haberse enamorado,él era joven,sus sentimientos eran puros,sinceros.
Quería despejar su mente antes de volver a su país,entonces pidió a su madre permiso para ir solo,no quería que ningún guardia lo siga.
Sin darse cuenta se había ido a un callejón,rayos,había olvidado que era nuevo en esa ciudad y casi no conocía nada.
De repente comenzaron a caer leves gotas,que fueron intensificandose.
Corrió a buscar algún refugio.
Estaba corriendo distraido,cuando chocó con alguien.Al levantar la vista vió la chica más hermosa que alguien pudo imaginar.
Sus ojos azules como el mar,su hermoso cabello azabache atado con dos colitas,su rostro parecido a porcelana,hacía notar más su sonrojo. Lo que la hacía tierna—Lo siento—fué una de las pocas palabras coherentes que pudo pronunciar.
Al ver a aquel chico,lo reconoció rápidamente,era nada más y nada menos,que el Princípe que estaba de visita por la ciudad.
La jóven se levanto y le ofreció una mano para levantarse.
—No hay problema—dijo intentando ocultar su tristeza. Iba algo distraído y no me fijé en mi camino. Murmuró
con dolor.—No te preocupes,es más,yo también estaba distraida—admitió la ojizarca.
¿Podría ofrecerle algo en disculpa?—dijo,olvidando completamente el hecho de que estaban bajo la lluvia;se perdió en sus ojos que le recordaban al infinito mar.
—No tranquilo—dijo con una tierna sonrisa,levantó nuevamente el paraguas.
—Toma—dijo pasandole la sombrilla.
—Mi casa esta solo a una calle de aquí,puedo ir rapidamente—dijo la chica con un tono amable,había notado su tristeza,y realmente lo entendía,tenía el corazon roto al igual que ella
—Gracias—dijo algo sonrojado.
Esta sólo le dió un media sonrisa.
Los ojos de la chica lo examinaron.
—Ah,y antes de irme—se acerco a su areja y le dijo:Tranquilo,todo estará bien,si ella no corresponde tus sentimientos es por que en realidad no es para tí. Creéme,sé de lo que hablo...-lo ultimo fué solo un susurro.—Adiós—dijo la chica y se despidió con las manos,para luego ir corriendo hacia su casa,aquel encuentro inesperado con su "amigo" le había hecho bien.
—Realmente no vale la pena llorar sobre la leche derramada—pensaron
ambos.
Porque sí,sus amores eran como la leche;si se caían ya no podían recuperarlo,pero no tenía sentido llorar por eso,porque no había solución.
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No Vale La Pena.[Alí X Marinette]
RomanceAdrien rechaza a Marinette. El princípe Alí está de nuevo por París. Ambos con un corazón lastimado. Deberán entender que hay cosas que simplemente no tienen solución y deben aceptarse.