La Gota De Sangre (One Shot)©

capitulo unico.

La gota de sangre

La toalla resbalo suavemente por su piel, llena de pequeñas gotas, cristalinas y otras rojas, demostrando que se habia cortado. Simplemente paso el dedo por la herida de sus labios para examinar la sangre, cuando de pronto los labios de alguien mas se colocaron en los suyos, lamiendo cada gotita carmesí, mientras el los entreabría y dejaba pasar la lengua en un éxtasis de excitación...
El beso fue un poco prolongado, congelando la herida y pausando las respiraciones. Uno estaba ya completamente desnudo, mientras la toalla húmeda hacia un lío en los pies de ambos, corriendo el riesgo de tropezar.
-Ah....
Mejor se callaba la boca, si, mejor, y solo lanzo un corto suspiro, mientras enredaba los dedos en el cabello negro de su amante.

Sentia la piel de gallina mientras las manos del otro se deslizaban suavemente sobre sus contornos, hasta llegar a tocar sus caderas y un poco mas abajo... gimió un poco, se sentía bien... muy bien... algo molesto, pero bien...

-Solo... no te pases...

-Como digas...

Allen tenia la mirada perdida en el techo, descifrando grietas mientras pensaba poco y disfrutaba mucho.

-No estas haciéndolo interesante.

-Eso es porque estas mojado- Rezongo Kanda entrecerrando los ojos - Ni siquiera estas gimiendo.- dijo dándole un tirón en sus intimidades...

-Oh...-dolía, de verdad dolía- Pervertido... deja ahí... duele...

-Quejate, quejate... -gruño el japones- Dejame ser sadico contigo esta noche...-

En ese momento, cuando el dolor se hizo poco soportable entre golpe y forcejeo, Allen torció su cabeza y mordió el labio inferior de Kanda con fuerza. El otro puso los ojos en blanco...

-Moyashi, eres muy infantil- dijo al tiempo que lamia la sangre de su boca - muy, muy...infantil. Lo estas disfrutando, pero seguramente ni cuenta te has dado.

-Humm...-le respondió con indiferencia, tratando de zafarse - esto ya parece sesión Sado.

-Pero te gusta ¿O no?.

-Dejame pensar... tal vez..

-No te hagas el interesante, o te voy a poner abajo, imbécil.

-Como si me importara - El joven puso los ojos en blanco, al tiempo que el japones lo abrazaba y lo ponía debajo suyo con un poco de cuidado, apartando la toalla que seguia ahi.

-Me gusta como me aplastas - Allen estaba sonrojado con la nariz de Kanda sobre su boca, apenas dejando espacio para hablar. - ¿Lo ves? No seria tan divertido si yo estuviera arriba.

-Me aburreeees - canturreo Kanda de manera burlona - Hey, no...

Allen lo había vuelto a morder, ahora  en el pecho y el cuello, dejando marcas. El muchacho solo se rio, mientras gotitas de sangre le manchaban la frente y la nariz, y comenzó a hacer cosquillas.

-Te vas a enterar, triste moyashi - dijo Kanda con cara sadica y comenzo a tocarlo y/o violarlo de manera agresiva, que aunque a Allen le dolia, le parecia bastante sexy.

Fue entonces cuando Kanda lo mordio como venganza, en la boca de nuevo, y Allen sangro, sangro bastante, mezclando fluidos rojos de ambos de nuevo en el enredon blanco, moteado de fuerza, cinismo y un cariño muy sexuoso, pero profundo.

Kanda suspiraba entre ataque y ataque, y Allen simulaba gemir, aunque se divertía.

Aquello continuaba... si... dejaría que continuara... por muy pecaminoso,sucio y lujurioso que fuese...se sentía apasionado, hermoso y doloroso...

Aquello de verdad valía la pena.

-Ni se te ocurra soltarme - dijo el pelinegro entre un jadeo y otro.

-Te quiero - sonrió Allen dándole un beso en la nariz.

-No te pongas cursi - los ojos de Kanda Yuu brillaron al decir aquello - aunque te veas lindo, suena tonto.

-Pero al menos te he dejado manosaerme, ¿no?.

-Si...bueno,eso si. - tenía una sonrisa macabra- ahora, dime ¿mas?.

-¿Estas loco?-  dijo el otro,ya un poco entumido...- que me he cansado - dijo con falso enojo.

-Mientes...-le beso el cuello - ¿crees que no me daría cuenta?.

-Por supuesto que no,solo quería ver que hacías.

-Por mentiroso,te dolera mas...

-Es un precio a pagar,esto es divertido

-Pero no lo digas, porque precisamente, arruina la diversion. Mejor callemonos y hagamoslo ya.

Ni siquiera Kanda le dejo contestarle, ya que el solo quería escuchar... y sentir... y pensar....

Pasado un rato, cama toda revuelta, muchas gotas en el piso...

La luz de la luna brillaba tenuemente en la ventana y alumbraba la sangre, la sangre en la boca de Allen que dormía plácidamente.

Kanda solamente le revolvió el pelo, miro un rato hacía las gotas, que hacían marcos y collages de formas poco coherentes y después, también durmió.