Capítulo 3

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                           James

Estaba en el quiosco que hay al lado de la casa a la que me acabo de mudar con mi hermano, y vi que había una chica muy guapa saliendo de la puerta que está al lado de mi casa.

Me quedé boquiabierto, no me lo podía creer, de ahí estaba saliendo Marina, estaba preciosa, con unos pantalones vaqueros ajustados y una camisa suelta y larga, llevaba el pelo recogido en una coleta, y me parecía aún más guapa así.

Estaba mirándola cuando veo que viene hacia el quiosco, se está acercando, cada vez más, siento que mi corazón se acelera por cada segundo que pasa.

Y llegó el momento en el que levantó la cabeza, y me vio, ella también alucino y me preguntó:
- ¿James? ¿Qué estás haciendo aquí?

....- no me salían las palabras de tantas veces que había soñado hablar con ella - N...no te lo vas a creer, pero me acabo de mudar a la casa que hay al lado tuyo. No...No sabía que vivías aquí.

-¿Estás de broma no? - dijo ella un poco enfadada.

-No sé de qué me serviría mentirte....- le dije.

-¿Y porque te has mudado, James? - me preguntó con curiosidad.

-Me encantaría poder contártelo, pero tengo que irme a entrenar, mañana nos vemos en el instituto, ¿vale preciosa?

Se sonrojó, se tapo un poco la cara con las manos y me dijo-Si, claro, mañana nos vemos - me fui, tuve muchas ganas de volverme y verla de nuevo, pero me detuve.

Empecé a caminar, pensando en lo que acababa de pasar, y cada vez notaba que al igual que mi corazón, mi paso iba acelerando.

Cuando llegue al pabellón, todavía no era la hora de entrenar, por culpa de venir casi que corriendo había llegado antes de tiempo, así que me senté en las gradas y avise a Jordi para que viniese ya.

Jordi se podría decir que es mi mejor amigo, salimos siempre juntos con William y Christian, somos como los cuatro fantásticos, de hecho así es como nos llaman los demás.

Cinco minutos más tarde llegó Jordi, nos pusimos a jugar a fútbol mientras le iba contando lo que me había pasado con Marina, a lo que él dijo:

-¿Qué? ¿Ahora eres vecino de Marina? No me lo puedo creer... Y encima sin saberlo, qué suerte tienes bro.

-Ya lo sé, esto es que el destino quiere decirme algo- le levante las cejas, y le guiñe el ojo, a lo que él se rió.

En el entreno no pude concentrarme, estaba todo el rato pensando en ella...
El entrenador me echó la bronca, pero como vio que me daba igual, me echó del entreno.

Pues cojonudo... Ya llevo dos días seguidos sin entrenar, este sábado no creo que valga la de pena ir al partido, no me va a sacar a jugar....

Pero bueno, así tengo más tiempo para ver a Marina, ojalá pueda verla más ahora que vivo al lado...
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                        Marina
-Aliciaaaa- le dije hablando por teléfono- No te lo vas a creer, pero hoy estaba yendo al quiosco de en frente de mi casa a comprar unas golosinas, ¡¡y me vi a James!!

-¡¡No puede ser!! - me grito Alicia- ¡cuéntamee! ¿Qué hacía allí? ¿Te estaba espiando? ¿Te siguió después del colegio o qué? -Alicia no podía estar más emocionada se le notaba en la voz.

-¡¡Me dijo que se acababa de mudar a la casa de al lado mío!!!!- dimos un gritito las dos a la vez, aunque no pudiese verla, sabía que estaba dando saltos de alegría, al igual que yo- ¿Te das cuenta de lo que eso significa? ¡¡Ahora somos vecinos!! Y podré verle más a menudo, hasta de "casualidad".- estaba muy contenta de que fuese mi vecino, era mi momento, aparte de que mi padre estuviese en mi casa, tenía a James viviendo al lado, no podía ser más feliz...

-Tía me alegro mucho por ti, sé que te gusta mucho, y dime, ¿te dijo algo más?- Me quede callada, no le oí hacerme la pregunta, estaba pensando en lo que podría pasar, y se me olvido que estaba Alicia al teléfono- eeooo, ¿hay alguien ahí? ¿O a caso estoy hablando sola?- salí de mi ensueño y le respondí.

-Sii, lo siento, estaba pensando en que ahora lo veré mucho más y.... ¿Cuál era la pregunta? - se empezó a reír, estuvo un rato riéndose sin parar, no sé porque se reía tanto, pero me gustaba oírla reír.- bueno cuando termines de reírte, a lo mejor ya es Navidad...- se rió más fuerte aún y me hizo reír a mí también.

Y de repente , ocurrió Donde viven las historias. Descúbrelo ahora