Nos fuimos a acostar ya que estaba muerta del sueño. Nos acostamos y Alex me dijo...
- Mañana será nuestro día, nadie nos molestara les avisaremos que estaremos ocupados todo el día.- dijo abrazándome.
- Si es lo que quieres está bien, ahora ya duérmete.- dije cerrando mis ojos.
- Esta bien, buenas noches princesa.- dijo durmiéndose.
A la mañana siguiente me levanté antes que Alex, pero no me levanté de la cama, era tan lindo durmiendo.
Estas loca si piensas que esto va a acabar bien.
Yo confío en mí y en él.
Sí, claro lo que tú digas.
No molestes vete.
Está bien, me voy.
Y es enserio no te quiero escuchar en todo el día.
Está bien, no desconfíes de mí.
En eso suena mi celular. Me levanto lentamente y atiendo.
{Llamada al celular}
Leila: ¿Hola?
Nick: Hola Lei!
Leila: Ah, hola... ¿qué quieres?
Nick: Te quería preguntar si me puedes perdonar por ser un imbécil contigo.
Leila: ¿Me lo dices enserio o me estás haciendo una broma?
Nick: Hablo enserio estoy muy arrepentido...
Leila: Bueno, está bien.
Nick: ¿Quieres que salgamos? Voy por ti.
Leila: Lo siento, hoy voy a estar todo el día ocupada.
Nick: Esta bien, será otro día.
Leila: Adiós, voy a desayunar.
Nick: Adiós hermanita.
{Fin de llamada al celular}
En eso siento que alguien me abraza por detrás.
- Buen día princesa.- dijo besando mi cuello.
- Buen día.- dije sonrojada.
- Ya les avisé a todos que no molesten por hoy, porque vamos a estar muy ocupados.- dijo aún abrazándome.
- ¿Desayunamos?- pregunté.
- Esta bien, me muero de hambre.- dijo soltándome y yendo a sentarse.
Yo fui a preparar el desayuno, hice unos hot cakes y café.
- Aquí tienes.- dije dejando el plato delante suyo.
- Gracias.- dijo con su sonrisa de siempre.
Mientras que comíamos nuestro desayuno nos reíamos de puras estupideces.
- Me toca lavar los platos.- dijo parándose y yendo a la cocina.
- Esta bien, yo voy a cambiarme.- dije dirigiéndome hacia la habitación.
Luego de haberme cambiado fui a la sala de estar y me senté en el sillón a ver The Walking Dead. Alex vino y se sentó a mi lado. Estaba viendo capítulos que ya había visto antes.
- ¿¡Cómo te puede gustar eso!?- dijo apuntando hacia la televisión.
- No me gusta... ¡me encanta!- dije gritando como loca.
- Es aburrida la serie, deberían sacarla.- dijo recostándose en el sillón. Yo puse en pausa el capítulo y lo miré.
- ¿Qué acabas de decir?- dije mirándolo con cara de asesina.
- Que es aburrida.- dijo haciéndome burla.
- Entonces si no me vas a aceptar me voy.- dije parándome y el me agarró de la muñeca haciendo que cayera sentada encima de él.
- No te vayas.- dijo a unos centímetros de mi cara.
- No me iré.- dije eso y comenzó a besarme.
Mi piel se erizó al principio, pero luego me fui relajando, otra vez estábamos como ayer, solo que ahora sin interrupciones. Comenzó a acariciarme por debajo de la remera, nos separamos un segundo por falta de aire.
- ¿Estas segura?- dijo agitado.
- Si.- dije y seguí besándolo.
Logré quitarle su camiseta y él la mía, se levantó y me llevó hasta su cama, me tumbó y el quedó encima mío. Empezó a besarme desde el cuello hacia abajo hasta llegar arriba de mi pantalón, lo empezó a desabrochar.
¡Mira lo que estás haciendo!
¡Déjame!
Vine a advertirte que no lo hagas.
La estúpida de mi conciencia rompió el momento que estaba pasando.
- Alex... espera.- dije sacándomelo de encima.
- ¿Qué pasa?- preguntó confundido.
- Esa voz...- dije arrodillándome y tapándome la cara con las manos.
- ¿Qué voz?- preguntó preocupado.
- Yo... escucho una voz desde que murió mi padre, esa voz me decía que me cortara y me sigue molestando... has que se caye por favor...- comencé a llorar y Alex me abrazó.
- Tranquila, ahora estás conmigo, no le hagas caso a esa voz.- dijo acariciándome el pelo.
Estuve llorando un buen rato y el solo me consolaba, como quisiera que esa voz se callara de una vez por todas. A veces siento que meto a las demás personas en mis problemas cuando tendría que enfrentarlos yo sola. Odio que pase esto, me odio a mí misma.
- ¿Estas mejor?- preguntó levantando mi cara.
- Si...- dije y el me dió un pequeño beso en los labios.
Yo era la niña feliz. Yo era la niña que amaba la vida. Yo era la niña fuerte. Yo era la niña que se amaba. Yo soy la niña que creció y empezó a ver la realidad, empezó a verse a sí misma como una mierda. Yo soy la niña que creció y se odia.
- ¿Te parece si salimos a dar una vuelta?- preguntó sonriendo.
- Salir no me vendría mal.- dije tratando de sonreír.
- Entonces ve a cambiarte.- dijo empujándome levemente.
- Ya voy.- dije riéndome un poco.
- Yo quiero a esa Leila, la que sonríe todo el día.- dijo sonriéndome.
- Shh...- dije poniendo un dedo en mi boca.
- Ya ve.- dijo parándose y poniéndose la remera y empezó a buscar las llaves del auto.
Luego de haberme cambiado y arreglado un poco fui con Alex.
- Ya est...- no pude terminar la frase.
- Lei...- dijo nervioso.
- ¡Hola!- dijo gritando.
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Bueno capitulo 12! Ayer no subí capitulo, porque salí con amigos, por eso subo el capitulo más temprano, es un poco corto porque tengo que irme y no volveré hasta tarde, espero que lo disfruten.
Un beso y abrazo enorme.
Atte: Caroo Gerstner.
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Los Cambios siempre existieron
Teen FictionLeila es una chica, que por culpa de los problemas con su familia, llegó al punto de auto lesionarse. Su madre era muy dura con ella y su hermano la trataba como una basura. Ella ya no tenía vuelta atrás, pero una persona llega y hace que todo lo qu...