¿Alguna vez os habeis preguntado lo duro que es estar enamorado? Pues yo sí, para mi desgracia. Pero sería imposible no enamorarse de alguien tan perfecta como ella.
Su cabello aun siendo corto, refleja el vivo color rojo del atardecer, sus claros ojos rosados como las flores de primavera y su sonrisa, es simplemente inigualable. Es de una estatura media y aunque no abulta mucho, es una persona que verdaderamente impone respeto. Podría seguir describiendola hasta quedarme sin aliento, si no tuviese que empezar esta historia....
Hoy no es un dia de primavera cualquiera, empieza el nuevo curso escolar. Entre nervios y prisas, acabé llegando más temprano de lo que debía. Me sentía ansioso de volver a ver a mis mejores amigos, Aladdin y Hakuryuu. Pero sobretodo a Morgiana.
Ya más tranquilo, me acerque a la puerta principal en busca de algún alumno cosa que no encontre en el exterior. Fue entonces cuando la visualice allí, al otro lado de la valla. (¿Cómo había llegado hasta hay?). Conseguí saltar la valla casi dejandome la entrepierna hay...
Justo cuando todo parecía ir bien, me caí dandome de lleno en el culo. En ese momento, Morgiana, que se encontraba con la mirada perdida descansando bajo un cerezo, me vio.
-¡Alibaba-san! ¿Estas bien? - Me preguntó atónita mientras se me acercaba.
-S-Si..., gracias Morgiana - Respondí con un notorio sonrojo acompañado de inmenso nerciosismo.
-¿No has llegado muy temprano? - Preguntó curiosa - Sueles quedarte dormido hasta tarde.
-Ja,ja,ja... - Dije nervioso mientras me levantaba - Y bueno... ¿Qué tal has estado?
-Bien, aunque fue algo aburrido sin vosotros. ¿Cómo lo habéis pasado en las vacaciones?
-¿Eh? Vosotr... - No puede terminar la frase cuando me dí cuenta de que dos cabezas azuladas estaban dirijiendose hacia nosotros.
-¡Alibaba-kun! -Gritó el más bajito emocionado.
-¡Alibaba-dono, buenos días! - Dijo el chico de ojos azules a su lado. De un momento a otro, acabamos hablando sobre un montón de cosas transcurridas este verano, hasta que un timbre sonó.
-Será mejor que entremos y hablemos luego, se nos ha hecho tarde - Nos avisó seria - Ya han abierto las puertas.
Y eso hicimos, pues vimos como los alumnos entraban en ese gran edificio al que todos temen. Aunque yo siempre desee que llegase el día de vuelta de vacacciones, pues sin ver a Morgiana esta vida no tiene sentido.
En eso recordé que fue un día justo como el de hoy, conocí a Morgiana. Nos encontrabamos en el jardín de infancia, el primer día de año laboral. Y allí estaba ella, sola en un rincón sin hablar con nadie. Morgiana siempre fue tímida y callada, así que no se relacionaba con nadie en aquel momento, hasta que le tendí mi mano. ¨¡Vamos, juguemos juntos!¨ le dije, y ella aceptó, pero no sin antes acariciar el ¨cuerno¨ de mi pelo y preguntar que era eso. Que mona.
Estuve todo el día pensando en su forma tan característica de mirar, en su educada y delicada forma de hablar, en su tranquilidad y timidez, pero su agresividad cuando precisa tenerla. Todas y cada una de ellas son cosas que me demuestran que no ha cambiado nada. Que sigue siendo la Morgiana que tanto me enamora.
Fue entonces, después de pensar en todo eso, cuando me decidí que este curso le confesaría mis sentimientos y haría que se enamorara de mí.
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♦ Nuestro inesperado amor ♦
RomancePara Alibaba el amor no era una cosa fácil, ni lo sería en este nuevo curso que se le venia encima. Tampoco sería fácil para su grupo de amigos, ya que con la llegada de la primavera también llegarían nuevos romances que pondrán a prueba a estos. Ta...