"Hola, California."

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Soundtrack ~ She Looks So Perfect ~ 5 Seconds Of Summer

Capítulo 1: "Hola, California."

El reconocimiento inundaba la escena, millones de periodistas buscaban la mejor foto para la próxima portada de su revista. Algunos rostros ya conocidos por la cantidad de veces que les había echado un vistazo.

Es muy difícil que se me olvide un rostro, intento fijarme siempre al cien por cien de las facciones de cada persona. Pero, lo que no podía hacer, era magia. Se me hace imposible, al igual que le pasaría a cualquier persona, reconocer la cara de un millón de personas.

Cada día venía gente nueva a estos encuentros y tener que saber quien es cada persona se tornaba agobiante. Quería tenerlo todo bajo control, las personas que más frecuentan por estas pasarelas, los directores de revistas famosas, los agentes de modelos.

Me estresaba la sola idea de pensar que nunca iba a poder hacerlo, eran más de mil personas las que tendría que reconocer para poder conseguir eso. Sin embargo, no me permití quejarme ante ello. Al fin y al cabo, la razón de mi estrés no era lógica.

Aún así, necesitaba volver a casa. Necesitaba descansar de alguna forma de todo lo que había sucedido en los últimos años. Tenía que aprender de una vez que este era mi mundo, siempre lo ha sido y no tenía forma de salir de aquí.

Sentía que mis manos y mis pies estaban encadenados a una pasarela de la cual no podría salir nunca. La decisión de la que más me arrepiento de mi vida cuando debería haber escuchado a mis padres al decirme que era pronto para tomar un camino tan importante.

Termino de dar los últimos pasos en la pasarela para que, seguido de esto, la siguiente chica asienta en mi dirección. Su acción advirtiéndome de que iba a salir y me tenía que colocar a la izquierda para permitirle pasar.

La seriedad calando nuestros huesos, personas con rostros aburridos que tiene que pasar por un estrecho pasillo. Así era el lugar en el que, podría decir, he pasado la mayor parte de mi vida. Caminando, posando, permaneciendo inexpresible.

No acabo de entrar cuando dos personas vienen a mi encuentro quitándome la ropa. La timidez no se hace presente en ningún momento ni aunque las chicas a mi alrededor estén demasiado cerca de mí.

La cabellera pelirroja de una chica empieza a quitarme los alfileres que conservo para que la prenda de ropa no se me caiga. El rostro moreno de la chica contigua me da la bienvenida mientras empieza a quitarme el peinado que me han colocado. Las horquillas siendo desprendidas de mi moño permitiendo que mechones de mi cabello marrón caiga por mis hombros.

Me contemplan mientras me desnudo, lo hacen y yo me percato de ello. Sin embargo, no me preocupa lo más mínimo. He aprendido a no avergonzarme de mi cuerpo, era lógico teniendo en cuenta la profesión que ejercía. Además, la desnudez que proporcionaba era la misma que hacían ellas.

Nadie se avergüenza de su cuerpo, sino estar aquí sería una real pérdida de tiempo para los agentes de esta empresa.

— Ya te puedes ir, señorita Forbs — no permito que termine la frase en cuanto recojo mis cosas y estoy por irme.

— Nos vemos mañana — grito por encima del ruido que el gentío produce.

Alcanzo a ver como las dos chicas con las que he estado hace menos de dos minutos alzan sus labios en un tímida sonrisa. la formalidad con la que me tratan causan tirones en mi estómago, el mosqueo empezando a inundar mi cuerpo.

Quiero decirles que soy una persona como cualquier otra, que sus acciones, ya sean malas o buenas, no van a provocar que las lleve a la cárcel. Cada persona con la que trabajo me trata como si fuera un muñeca de porcelana.

No soy la típica chica (U.D.S.#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora