Memorias de Oscar

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Ya habiendo dejado el equipaje a un costado, opté por acostarme un par de horas, hasta que sea momento de ir aquella reunión, tan poco esperada de mi parte.

Por fin, Mi cuerpo ya estaba en posición horizontal, sobre lo que parecía sabanas de más de 100 años y un colchón más duro que el mismo suelo. Si bien podría haberme quedado en otro hotel, el retraso del vuelo más mi descuido con las reservaciones, hizo que terminara en este lugar. Con cierto sarcasmo en mis palabras, se podría decir que había un ambiente rústico con la pintura desgastada, las manchas dudosas en la alfombra y la humedad, que por cierto, intentaron ocultar con un cuadro barato de una de una pintura gastada y al parecer, quemada por algún antiguo huésped que paso por la habitación 48.

Decidi dejar de pensar en todo lo malo que podría encontrar, en por lo menos esta habitación, y opte por lo bueno, que era poder dormir y descansar mi mente, antes de tener que volver a la carrera mortal, que mi trabajo ocasiona últimamente. Ni bien cerré los ojos, ruidos de golpes secos, como si se tratara de alguien martillando, atravesaban la fría y silenciosa pared que daba al respaldar de mi cama. Trate de hacer de cuenta que no los escuchaba, pero estos empezaron a hacerse más y más fuertes, mientras más los intentaba ignorar.

Me levanté rápidamente de la cama, si es que "eso" se podría tomar como tal, y salí al pasillo del hotel. Yo había llegado al hotel a las 10pm, así que de seguro eran casi las 12 am, por lo que trate de no hacer mucho ruido, ya que no quería despertar a quien quiera que esté durmiendo en las demás habitaciones. Me dirigí a la habitación de al lado de la que yo estaba parando, mientras los martillazos siguen interrumpiendo el silencio del hotel, me acerque a la puerta de la habitación 47 y di tres golpes en ella. Después de esperar casi un minuto, escuchando aun los duros golpes contra la pared, me puse a pensar, ¿Quien se pone a martillar a estas horas de la noche?, por lo que opté por tocar más fuerte y dejar salir un poco de mi estrés debido al viaje:

- Ey! puedes parar ya con ese ruido? son las 12 am y muchos queremos descansar - Grite hacia la puerta como esperando que esta haga algo al respecto -. Ey me estás escuchando?, Para ya imbécil - Mientras daba fuertes golpes con mi puño, sobre la madera descuidada y despintada de la habitación 47.

Entonces, los golpes cesaron y no obtuve respuesta alguna.

- Gracias! - Dije mientras caminaba hacia mi habitación y volteaba reiteradas veces, a ver la puerta de la 47 a ver si alguien se asomaba alguien.

Ni bien entré y me sente a los pies de la cama, sentí 3 golpes rápidos y sin preocupación de despertar a alguien. Supuse que era la persona que provenía de la 47. Me acerque a la puerta y asomé mi mirada por la mirilla que esta tenía y no podia ver mas que el oscuro pasillo, no había más nada en el. "pendejo..." pensé yo, ya que solo se acerco a devolverme un par de golpes en la puerta.

De pronto, escuche sonar mi teléfono celular, lo saque de mi bolsillo y vi el número, era un número con característica desconocida. Lo dejé sonar un par de segundos y opte por contestar.

- Hola? - Dije mientras miraba la apagada noche en la ciudad, a través de la ventana.

Solo escuchaba ruido, el mismo que escucha uno cuando en la tele se sintoniza un canal.

- Hola? Con quien quiere hablar? - Insistí para ver si me contestaba alguien -. Mire solo escucho rui... - Ni bien Hablaba escuche otra vez los 3 portazos fuertes y rápidos en mi puerta, pero estaba vez también se escucharon en la llamada de mi celular.

- Quien anda ahí? - Pregunte dirigiéndome hacia mi puerta, despegaba mi celular de mi oreja - Eres el residente de la 47? contesta por favor.

Me quede esperando y cuando estaba por asomarme por la mirilla, tres golpes fuertes contra la puerta me tiraron hacia atrás del susto.

- Mira si te crees gracioso... - Dije mientras abría mi puerta con furia, pero deje de hablar porque alli, no habia nadie, solo el oscuro y silencioso pasillo del piso 3.

Salí de mi habitación, dejando la puerta abierta y observe hacia la 47 y no habia nadie alli. Mire mi celular y la llamada aun seguia en linea, me lo acerque lentamente al oído mientras caminaba a la 47. Cuando estaba llegando, la llamada se cortó y ni bien me guarde el celular en el bolsillo, se escuchó un portazo y había sido la puerta de mi habitación, la 48.

Corrí hacia mi puerta y trate de abrirla, pero solo se abre de adentro o con la llave desde afuera. A pesar de que ya sabía eso, seguí insistiendo. En ese entonces, mientras yo trataba de mirar por el picaporte, para ver si había dejado la llave puesta del otro lado, siento que se acerca alguien detrás mio.

- te has quedado afuera? encerrado si se podria decir? jaja - Dijo con tono burlón, una chica joven de entre 20 y 24 años seguramente -. Necesitas ayuda? - Me pregunto mientras yo seguí plasmado viendola, no por su joven apariencia, que por cierto no le sentaba mal, sino más bien por lo sucedido minutos antes.

- Puedo llamar a la guardia del hotel si quieres - Dijo ella asumiendo cual era mi problema , sin haberle dado una respuesta a sus preguntas.

- Trabajas aquí? - le pregunté yo, reincorporandome y poniéndome de pie frente a ella.

- No, jaja - Volvi a decir con su tono burlón y mirándome como si fuera más que obvia la respuesta -. Desde el teléfono de mi habitación.

Como seguía pensando en la otra situación, asentí con mi cabeza y ella me invitó a pasar. Cuando se da la vuelta veo delante de ella la puerta de la 47 abierta y a ella ingresando a la habitación.

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⏰ Última actualización: May 13, 2016 ⏰

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