Historias

Fantasmas Del Pasado

Recostada sobre la cama, bebiendo un café... Sobre la alfombra de mi habitación descansan nuestras fotos de aquel 13 de Diciembre de 2010... Llevaba tres meses desde que había quedado embarazada, éramos felices, lo se, nuestras sonrisas lo decían todo, estábamos completos.
Si tan solo no hubiéramos asistido a esa carrera, todo sería diferente.
Hacia frío, y decidimos ir al drugstore de la esquina de la casa de Martín (mi novio), nos encontramos con sus amigos, ellos nos invitaron a una de las tantas carreras ilegales a las que asistíamos. Nos preparamos para la noche y salimos con los chicos. Eran muy divertidos, realmente la pasábamos bien. Cuando llegamos fueron a anotarse y como siempre que iba con ellos no me dejaron participar, me moleste al principio pero luego le reste importancia y comencé a manejar el tema de las apuestas....
La carrera había terminado y todos mis chicos estaban bien, mi novio ganó y sus amigos llegaron después, me alejé un poco del grupo ya que fui a ver si conseguía alguna gaseosa o algo que no contuviera alcohol, ya que estaba embarazada debía cuidarme. Sabia que alguien me seguía, podía sentir su penetrante mirada, también sabia que Martín también lo había notado. Iba a beber de mi gaseosa cuando alguien me tomo por la espalda y posicionó un arma en ella, me dijo que me quedara callada y lo acompañará, de lo contrario nos asesinaria a mis amigos y a mi.
Le obedecí, me llevo a una casa alejada del resto de la población. Una vez dentro el hombre comenzó a golpear mi vientre. Yo gritaba por si alguna persona que pasara por ahí me ayudara, pero nadie llego a mi auxilio, pasaba el tiempo y yo me sentía un saco de boxeo. Estaba consciente de que había perdido a mi bebé, lo cual me enfurecia, pero no podía hacer nada, pues estaba atada de pies y manos. Sentía la sangre escurrirse por mi rostro. El hombre golpeó una vez mi boca y de esta se apoderó un sabor metálico.
Por fin alguien entró a la casa. Era Martín que me había encontrado. Comenzó a golpear a mi agresor, éste cayó al suelo y mi novio se apresuró a desatarme. Cuando lo logró, sentí un disparo, al tiempo que el chico a mi lado caía al suelo. El asesino se dio vuelta y yo corrí hacia él, en el camino tome el atizador de una estufa que había sobre la mesa y se lo arroje, este impacto en su cabeza, quedo inconsciente y yo tomé su arma sin saber muy bien que hacer; tenia dos opciones, o le disparaba a él, o me suicidaba. Escogí la primera, y luego de eso caí rendida al suelo, había perdido a las dos personas más importantes para mi: mi novio y mi hijo.
Me desperté en una camilla de hospital, mi mano era sostenida por mi mejor amiga, cuándo me vio comenzó a llorar y me abrazo. Realmente necesitaba eso, la necesitaba a ella. Entró en la habitación un doctor, luego de revisarme, hacer mucho papeleo, entre otras cosas, me dieron el alta y pude regresar a mi casa.
Desde ese día 13 de Diciembre de 2010, hasta hoy 25 de noviembre de 2016,no ha pasado un segundo que no piense en ustedes.... En los dos amores de mi vida. Juro que en mis 18 años de vida, ese fue el día más triste de todos.