Dirty Duty ~ [Wigetta] Oneshot

Innocent ~

POV'S Samuel ~

Desde hace más de dos meses hemos estado recibiendo denuncias, anónimas y de familias que han reportado la desaparición y secuestro de jóvenes. En su mayoría chicas que salen de la escuela, también se han recibido noticias de que el culpable de todo esto es el mismo sujeto que ha estado vendiendo un nuevo producto en las calles.

Su identidad hasta ahora es desconocida, puesto que nunca se le ha visto y los únicos arrestos que hemos hecho se niegan a declarar; ni siquiera para ayudarse a ellos mismos, al parecer el tipo metía el suficiente miedo en su cabeza para lograr que sus perros no lo delataran.

Trafico de drogas, ataques a mano armada robo y asalto además de trata de personas; el desgraciado apareció de la nada y se hizo con una reputación y fama casi de inmediato, nosotros íbamos a detenerlo.

La misión era simple, infiltrarse y conseguir las pruebas suficientes para tumbar el negocio del hijo de puta.

− Intenta no mirarlos a la cara, solo sígueme y centrarte en lo tuyo – el tipo a mi lado acomodo la capucha sobre su cabeza; un clima frio era una excelente excusa para llevar un atuendo incognito sin levantar sospecha.

Calles heladas, la escarcha blanca comenzaba a caer sobre nuestros hombros; manchando el asfalto en su totalidad, el viento golpeaba con fuerza sobre el barrio menos agraciado del distrito central de la ciudad. Un sitio diferente, la pobreza y delincuencia eran sus peores atributos.

Edificios viejos, desgastados y en malas condiciones; muchos de ellos podrían caer en cualquier momento sobre los habitantes y nadie se quejaría. Postes de luz doblados, oxidados, muy pocos de ellos aun cumplían con su función iluminando pobremente con sus focos rotos.

Los civiles tampoco ayudaban a dar una mejor impresión, el sitio estaba vacío en su totalidad; al igual que una ciudad fantasma, con excepción de los indigentes y pobres ebrios abandonados, noqueados sobre el suelo en su propia suciedad por el alcohol y demás sustancias. El frio parecía no ser nada para las mujeres que esperaban por cada esquina, con ropas diminutas, cargando un pequeño bolso bajo su hombro y armadas solo con la suerte que ese día les otorgó...

− ¿Algo en especial? – pregunté a mi colega, llevando ambas manos a los bolsillos de mi pantalón, intentando buscar un poco de calor mientras alejaba mis ojos de aquella escena tan decadente.

Un lugar abandonado por las leyes, la culpa no es de ellos, no es de los ladrones, ni siquiera de los traficantes; la responsabilidad de la vida civil es del hombre que nos gobierna, alguien a quien dudo mucho que le interese solo un poco lo que sucede aquí.

− El jefe no sale nunca, a decir verdad, no es muy probable que se encuentre en el edificio, pero aun así ustedes me insistieron – dijo, cuando finalmente nos detuvimos frente a un edificio − Cualquier cosa que encuentren será útil para cerrar el lugar y liberen a las mocosas – un viejo hotel, parecía vacío desde afuera.

− Entiendo... − asentí, había llegado el momento de trabajar.

Luces apagadas, una estructura tan vieja y en tan mal estado como todos alrededor; dio un par de golpes y habló en susurros con un tipo antes de poder entrar en su totalidad.

El interior era un poco menos horrible, un sitio cálido con una decoración más o menos decente; nos recibió junto con un par de sujetos con cara de pocos amigos; administradores, quizás encargados de seguridad, se aseguraron de mirarme de arriba abajo, desconfiados.

− Mi amigo quiere algo especial, el dinero no importa... − mi compañero habló, rompiendo la tensión del lugar y entregando el dinero suficiente para tranquilizar sus nerviosas y fieras miradas.