París

No hay un lugar que me haga olvidar

No hay un lugar que me haga olvidar

El tiempo que pasé andando por tus calles junto a ti

Ven quiero saber

Por que te fuiste sin mí

Siempre tuve algo que contarte

—Pero... ¿cómo supiste que yo aceptaría? —

—Siempre supe que si terminábamos, decidías engañarme o me ausentaba, tu irías con él—, quitó un mechón de cabello rojo que cayó sobre el rostro de ella—, sin importar la forma en que se relacionan ustedes, él y tú tienen más cosas en común de lo que tú y yo las tenemos.

Todo el tiempo ella lo había mirado a los ojos con atención, su última oración la hizo levantarse precipitadamente de la cama, se sentó a un lado de él con una sábana con la que se cubría por debajo del pecho y miró los profundos ojos azabaches.

— ¿Por eso te marchaste? ¿Por eso me dejaste? —

—Sabes que si me fui, fue por trabajo—, cerró los ojos y un suspiró escapó de sus labios—, además... no te merecías un novio ausente.

— ¿Por qué no me dejaste tomar esa decisión a mi? —, se puso de pie junto a la cama sin dejar caer la sábana que se transparentaba—. ¿Por qué no me propusiste irme contigo?

Tendido en la cama, cerró los ojos para meditar, ella no dejaba de observarlo exigiendo una respuesta con la mirada. Se levantó de la cama parándose frente a ella, con ambas manos puestas en la cintura de la pelirroja, la atrajo hacia él.

Sentir sus manos la hicieron retroceder, luchó contra su fuerza pero él le ganó. Estaba envuelta en sus fuertes brazos sin rendirse para ser liberada hasta... la besó. El contacto con los dulces labios de su amada le habían robado la fuerza y la voluntad para quererse alejar, sus inquietas manos dejaron de rechazarlo y sus impacientes labios comenzaron a besarlo.

—Una relación a distancia no es algo que tú hubieras aceptado fácilmente...—

—Eso —

—Y mucho menos yo—. Silencio—. Habría tenido miedo que un día me dejaras solo por no haber estado ahí.

— ¿Por qué no me llevaste contigo? —

—Desde que entramos a la empresa, siempre te había oído decir que jamás dejarías París—. La soltó, pero no cambió su distancia—, siempre dijiste que nada valía la pena para abandonar la ciudad.

Todo eso era cierto, en ese entonces no se cansaba de decir que nunca se iría de esa ciudad, rechazó más de 4 ascensos, 5 ofertas de empresas independientes muy prometedoras y 7 ofertas codiciadas en otras empresas que la obligaban a mudarse, muchas de ellas no solo de la ciudad, si no incluso fuera del continente. ¿Cuál era el empeño en quedarse?

Recordó la razón por la que había dicho todas esas declaraciones, comenzando siendo solo palabras vacías... por lo menos hasta que en verdad tuvieron significado.

La primera propuesta de irse a trabajar a una nueva empresa en Valencia España, la rechazó sin darse el tiempo de reflexionar, su precipitada decisión había sido respaldada con las palabras "No tiene mucho que inicié mi campo laboral, no puedo arriesgarme a cosas imprecisas". Para ese entonces, ella llevaba 3 semanas de haber empezado a trabajar y 2 semanas 4 días de haberse dado el valor para declarársele a Sasuke con el éxito de ser aceptada.

Se mantuvo con el mismo argumento hasta la sexta propuesta, echa cuatro años más tarde, constaba de un ascenso que no solo incluía un mejor puesto y un jugoso aumento, si no los gatos pagados para mudarse a Berlín Alemania. Juugo y Suiguetsu la apoyarían en lo que ella decidiera, en cuanto a Sasuke... Un par de días antes había discutido con él, esa confrontación la empujaba a considerar el ascenso, solo que se contraponía con abandonar a sus amigos. Después de meditarlo, se dirigió a la oficina del director, pero unos pasos antes de llamar a la puerta, sonó su celular, era Juugo, quien le comunicaba que Suiguetsu había sufrido un accidente. Ese suceso la hizo retractarse para estar al pendiente del Hozuki y le dio tiempo para reconciliarse con Sasuke.

Las propuestas posteriores fueron rechazadas con las palabras "Nada en éste mundo vale lo suficientemente la pena para abandonar una ciudad con tantos valiosos tesoros". Todos creyeron que se refería a las maravillas que se anunciaban en un folleto turístico, pero hasta la fecha, nunca ha confesado que esos "tesoros" eran su novio y amigos.

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Por cierto, les anuncio que ya he subido la versión de Sasuke. Pueden encontrar el link al principio del primer capítulo de éste fic n.n