-Sí algo anda mal,
llámame.
Esos ojos que brillan cual diamantes en la tenue luz de la luna. Esa mortecina luz grisasea que da un poco de valor a los que le temen a la oscuridad; La luna, que tiene el papel de iluminar un poco para que nos sintamos seguros por las noches.
Para Louis, lastimosamente, esa luz no entra al fondo de su cuerpo.
¿A qué se supone debería tenerle miedo?. ¿A los fantasmas?, ¿A los monstruos?, ¿A un asesino, quizá?.
Lo tiene, de hecho, así es. A los fantasmas de su pasado, a los monstruos de su cabeza y el asesino que intenta matarse el mismo.
Miedo.
La luna no atraviesa ni se cuela por la piel de sus dedos, ni navega por su sangre ni llega a su corazón. Esta vez, la luna no puede iluminarlo todo para que no este temblando de miedo.
Aún así la está mirando, y en sus pómulos y mejillas brilla esa misma luz que intenta hacer de papel del sol para secarle las lagrimas, pero la luz de luna no calienta. Es como una madre que no es tu madre, querrá protegerte, pero no podrá.
Cierra los ojos y las lagrimas se cuelan por sus pestañas delgadas, y bajan trazando un nuevo camino de luz y de brillo. Casi parece la historia de un bello príncipe en un cuento de hadas.
Salvo por algún que otro desliz.
Suspira.
Esta sentado y recargando su espalda en la madera de esa vieja casa del árbol, colgando uno de sus pies por un lado y dejando que el viento trate de mecerlo.
Mecerlo.
Harry le ha dicho que no quiere perderle, que le preocupa demasiado. Pero Lou cree que Hazz no lo entiende.
Le a tratado de explicar, muchas veces, que siente que hay un agujero en su pecho que lo esta consumiendo.
¡Le dijo!
Harry no ha dicho nada y solo se le ha quedado viendo con una mirada fría y dura que le hiela las extremidades a Louis.
El chico de los ojos azules ha caído de rodillas frente a el, mientras lagrimas corren por su rostro y Harry lo a mirado y a torcido la boca.
Louis tenía que decirle que algo andaba mal en el, y lo hizo a pesar de lo inseguro que estaba. ¿Inseguro?, no, no era eso, el estaba muy seguro de que debía hacerlo, necesitaba ayuda y por eso le dijo a Harry.
Harry pensó que era otro pobre capricho de niño frágil en el que se está convirtiendo su novio. Solo... dramatismo.
Para Louis, Harry era la única cosa por la que aún vivía.
Por la que luchaba contra monstruos y dragones, dentro de el, solo para volver a ver esa sonrisa de hoyuelos del ruloso.
Solo vive para darle amor a ese chico que tanto ama.
Solo... no tenía más que dar.
Harry paso por su lado con la frente en alto, agarrandose del cabello sin saber que hacer con su novio que de repente se volvía en un llorón.
Solo otro capricho. -pensó.
Tomo el pomo de la puerta y antes de girarlo dijo sin mirar si quiera a ese Louis indefenso y rompiéndose en el piso.
-Si algo anda mal, llámame.
Y se fue.
Por eso esta noche Louis a dejado que sus ojos lluevan todo lo que quieran, porque las lagrimas son el amor condensado que nunca podrá dar.
Y para al menos sentir que no se las lleva con el, las deja correr a brazos de la luz de la luna porque al menos, así su corazón esta hablando.
Quizá gritando, quizá esta mudo.
De cualquier manera no importa.
Y mantiene el celular en mano, con el dedo puesto sobre los números rápidos, tecla 2, "Hazza:)"
Tiene miedo.
A unos kilómetros lejos de allí, Harry lleva el celular en el bolsillo trasero de sus jeans, mientras ríe y bebe un poco de café junto a tres amigos.
Hablan sobre lo buena que es la novia de uno, y la linda pareja que formarían los otros dos. Harry solo tiene en mente una cosa, más bien una sonrisa.
Recuerda hace dos horas, y aún se siente demasiado enfadado con la actitud de su novio, sabe que Lou es demasiado egoísta, y a estandose maldiciéndose toda la noche por traer a Louis a su cabeza aún estando enfadado con el. Pero esa punzada en el pecho le dice, que algo anda mal con su sonrisa.
Louis se ha levantado y se sacude el polvo de su ropa, alza la cabeza y se esfuerza por sonreírle a la luna.
Al final, ella a sido buena con el.
Ahora desata la cuerda con la que Harry, Niall y el amarraron un columpio a aquel árbol que sostiene su casita de madera.
Ahora sonríe con lagrimas escurriéndole por la barbilla mientras recuerda viejas cosas de cuando fueron boys scouts.
Recuerda como se hacen los nudos.
En ningún momento a soltado el teléfono ni su dedo se a movido del botón número 2.
La cuerda le forma una extraña cadena en su cuello desnudo, y sigue llorando.
Y sigue llorando.
Ahora reúne todas las fuerzas que alguien alguna vez le dio, y avanza a un columpio invisible que le sostiene.
Y se mece.
Se mece como cuando Harry lo empujaba en esos juegos de niños.
Harry...
Perdónalo, se le ha resbalado el móvil de las manos y no a podido decirte por ultima vez cuanto te ama.
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Algo en su sonrisa esta mal. [LarryStylinson] {OneShot}
Fanfiction-Harry, ¡Por favor escúchame! -Ya basta Louis, no quiero escucharte de nuevo. -dijo frustrado el ojiverde.- estoy harto de tu dramatismo.