Soy Natsu Draganeel y he aquí mi historia de la mujer que robo mi corazón. La conocí cuando ibamos cursando el último año de la universidad en una de las materias más díficiles.
Su sonrisa, hacía que cada día me esforzará más para terminar esa tortuosa materia, todo en ella me volvía loco, al punto que no tenía ojos para nadie más.
Aún no puedo creer que ella aceptara mis sentimientos. Nos volvimos inseparables. Paso un par de años, ambos nos graduamos y tenemos los trabajos de nuestros sueños.
Decidí dar el gran paso, pedirle matrimonio a Lucy Heartfilia.
En un fino restaurante ubicado en la mejor área de West Palm Beach, Florida; frente al mar, el oleaje del mar bañado con la luz de la luna, hacía una perfecta vista para nosotros.
Ella tenía puesto un vestido corto color rojo; mi color favorito y ella lo sabe, su cabello recogido con un moño, su rostro ligeramente maquillado; me fascina su sencillez, tacones no muy altos que hace que sus labios queden justo a la altura de los míos; simplemente me encanta.
El mesero nos ubica en nuestra mesa, adornada con velas blancas, pétalos de rosas alrededor de esta y una botella del mejor vino de la casa esperaban por nosotros.
Realmente estaba nervioso, es la decisión más importante de mi vida y a mi parecer hice la correcta. Elegí a Lucy Heartfilia para que fuera no solo la madre de mis 30 hijos sino que también para hacer miles de aventuras juntos a lo largo de nuestras vidas. Quiero conocer todo con ella, quiero llorar con ella, reír con ella, compartir lo bueno y lo malo de la vida a su lado, en fín todo.
Despues de la comida la música comenzó a sonar, tome su mano, estabamos bailando junto a nuestra mesa, y podía sentir mi corazón salirse de mi pecho.
-¿Estás bien?- me dijo con su dulce voz, la amo.
-Claro, ¿porqué preguntas?- dije lo más sereno que pude.
-Pareces extraño esta noche- me dijo con su rostro preocupado, detesto que ella se ponga mal por mí; yo solo quiero hacerla sonreír.
Le dí un beso apasionado, la aprete contra mí, la necesitaba pero aún no es el tiempo.
-Estas imaginando cosas, mi vida- seguimos bailando pero su rostro se miraba más preocupado y triste.
Hice una señal al mesero; ellos sabía que en esa señal la orquesta tocaría una canción especial.
¡Por tí Volaré! Andrea Bocelli.
Cuando comenzó la canción ella me miró.
-¡Me encanta esa canción!- se aferró a mí, posando su cabeza en mi hombro.
La aleje de mí, su rostro fue un poema entre confusión y enojo. Le tome sus manos, me arrodille; mirar sus ojos brillantes y sus mejillas rojas, no tenía precio.
-Lucy, hace mucho tiempo que he estado enamorado de tí, desde que te conocí en la universidad. En verdad me has hecho el hombre más feliz del mundo, tu sonrisa ilumina mi día más gris, tus detalles hacen que cada día me sienta el hombre más afortunado en la faz de la tierra, tu voz da paz a mi corazón, todo en tí hace armonía en mi desastrozo mi mundo y sería un honor para mí si tú aceptarás casarte conmigo. ¡Te amo muchisimo Lucy Heartfilia!- saque el anillo de mi chaqueta, me temblaban las manos, comenze a sudar, esperando su respuesta.
-Natsu... Por Dios esto no me lo esperaba- se arrodillo y me abrazó -Claro que sí, mil veces sí, Te amo, te amo, te amo- me besaba todo el rostro y por último los labios.