Los nuevos sentimientos de Logan

Capitulo 1- El vuelo

Capitulo 1

Logan.

Saldo del camarín para comenzar mi entrenamiento de box.

Fuera del camarín no hay nadie excepto de mi entrenador que sujeta mis guantes negros. Me los pasa y comienza el entrenamiento.

Me dirijo a la bolsa roja que cuelga del techo y comienzo a golpearla una y otra vez. Mi entrenador la sujeta por el otro lado y me da instrucciones para perfeccionar mis movimientos.

Cuando las primeras gotas de sudor comienzan a caer mi entrenador me dice que me detenga.

-Tienes una pelea este fin de semana-dice dándome una toalla para secar el sudor de mi cara, mis brazos y mi abdomen-Pero no irás.

-¡¿Qué?! Jamás me pierdo una pelea-estaba enojado llevo treinta y dos peleas ganadas y n pienso faltar a una que podría ganar- Iré aunque no me dejes.

-No es que yo no quiera que vayas-dice calmado-Es..

-¡¿Por qué?!-lo interrumpo.

-Logan, calma-me dice, le hago caso ya que de verdad estoy alterado- no irás porque ganaste la beca.

-¿De verdad?-digo sin poder creerlo.

-Sí, te la dieron y te irás a otra ciudad. Te irás de Canadá-se me ilumina la cara de alegría y comienzo a reír, no sé si por nervios, por felicidad o ambas.

-¿Cuándo me iré?

-Mañana, el avión sale a las cinco de la mañana. Pero hay algo-dice bajando la voz.

-¿Qué?-me preocupo.

-Tus padres no irán. No pudimos conseguir trabajo para ellos, lo siento-dice y me mra con compasión.

Antes de la muerte de mi hermano menor de 11 años, mis padre y yo éramos muy unidos. Cuando Daniel murió, todo cambió. Mi padre comenzó a tomar y mi madre ya no hacía nada de nada, las cosas comenzaron a ir mal y todo en mi casa es peleas y más peleas. No sé si que me vaya solo es bueno o malo, pero no quiero que mis padres sigan pelando, discutiendo como hacen todos los días. Pero el que yo ya no esté, no arregla nada ya que si ellos no quieren volver a ser los de antes, nadie puede obligarlos.

-Está bien-digo sin ánimo.

-Termina el entrenamiento. Anda, ve a ordenar tus cosas que una nueva vida comienza mañana.-dice y me da unas palmaditas en la espalda.

-Gracias, entrenador-digo del corazón.

-T e extrañaré, Max-me da un abrazo.

-Creo que es mejor si nos soltamos, estar así es raro-digo y ambos nos partimos en risas.

Corro hacia el camarín con una sonrisa plasmada en los labios. Me saco los shorts  para ponerme unos jeans oscuros con una polera blanca, tomo mi bolso, meto mis guantes de boxeo  y salgo corriendo del gimnasio.

Fuera estaba muy helado ya que estaba nevando y los copos de nieve se pegaban en mi cabello, segas y pestañas. Tengo frío pero falta poco para llegar a mi casa.

Toco una vez la puerta de mi casa y aparece mi padre quien se apoya en el marco de la puerta.

-¿No estabas entrenando?-dice con voz de ebrio.

-Sí pero he terminado antes-digo e intento entrar a la casa, pero él me lo impide.

-¿A qué hora llegas siempre después de entrenar?-dice y le un trajo a su botella de licor que tiene en su mano.

-¿Qué importa eso? Solo déjame entrar-hago el intento para entrar de nuevo pero esta vez su mano en mu cara la que me detiene para entrar.

-¡No me vuelvas a hablar así! ¡Eres un idiota, un bueno para nada…un mal nacido!-dice y siento como el calor de mi mejilla se expande, pero más que un dolor físico me viene un dolor emocional ya que el que me está diciendo todas esas cosas, es mi padre.