14 de Febrero.
Día de San Valentin y Elizabeth una vez más, va a la tienda de flores. La mujer que esta en recepción la conoce. Todos los años es igual, la misma dirección, las mismas flores, el mismo mensaje en la pequeña tarjeta, el mismo te amo y el mismo nombre.
Espero que estés bien amor, prometo que viajaré pronto para que nos veamos, por mientras, espero que estos tulipanes te hagan sonreír. Permanece ahí amor, yo estaré junto a ti.
Te amo, David.
A aquella mujer le parecía extraño, pero la chica de ojos azules y cabello dorado, no le parecía nada raro. De hecho sonreía a no poder más, parecía que su sonrisa brillaba en el reflejo del papel que envolvía a los tulipanes. Sus ojos se volvían intensos y a la vez, claros. Y aquella mujer, sonrió porque tal vez, no era momento de cuestionarse el por qué. Simplemente era una vendedora de flores y esta no era la excepción. Elizabeth pagó por las flores y se retiró de la tienda para dirigirse a la escuela.
Claro, Elizabeth estaría cumpliendo diecisiete el mes siguiente, el 27 para ser precisos. Y para cada cumpleaños, cada vez que soplaba las velas, pedía tres deseos. Ninguno diferente, la verdad, solo repetía el primero que pedía.
"Que David McGrant me ame y yo amarlo a él"
"Que David McGrant me ame y yo amarlo a él"
"David... Ámame y yo te juro que te amaré"Aunque con el paso del tiempo, Elizabeth no perdía las esperanzas de que algún día. David llegaría hasta ella.
¿Quién es David?
El chico guapo de ojos verdes y cabello castaño. Labios carnoso y piel brillante. Algo musculoso, delgado, alto. Atractivo, pero inalcanzable. David McGrant es un cotizado actor de Hollywood. Protagonista de las más románticas películas que se pudieron haber estrenado en esa época.
Y Elizabeth soñaba con que algún día, David se casaría con ella. Aun sabiendo que tal vez, ellos jamás se verían. El vive en New York, en un departamento bastante caro, con viajes en avión y habitaciones de hotel de cinco estrellas. Mientras que Elizabeth, simplemente, vive en Inglaterra, Londres. Vive con su madre y su padre, su hermana menor de seis años y una tía que se podría describir como la loca que le gusta vivir la vida.
Sí, esto se podía describir perfectamente como el típico amor platónico. Pero la verdad que no era uno cualquiera. Lo de ella no era un simple capricho, no era para llamar la atención o admirar a aquel chico por solo ser actor y tener dinero. Ella realmente lo ama, desde los trece años que lo hace. Solo que aún no se ha dado cuenta que vive en un mundo donde el "amor platónico" es un sinónimo de "imposible". No lo entendía, no lo veía y tampoco era algo que quisiera saber.
Dando la vuelta en la esquina y arreglando su ropa, aprieta los puños con nerviosismo y atraviesa las enormes rejas de su escuela.
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Diario De Un Amor Platonico ⚜ Kaylor Fanfic #Wattys2017
FanfictionCuando se es fans, es una de las cosas más normales de hoy en día, aún más cuando llegas a delirar por tu artista favorito, pero... Para Elizabeth, de dieciséis años, no era simplemente un delirio o ser admiradora de alguien, ella estaba completamen...