Al entrar, divise a la preceptora de Gemma en el frente de la sala, la salude y tome asiento. En cuestión de segundos comenzaron a ingresar padres y la sala se lleno del todo.
- Buenos días. Como ya saben, los hemos reunido para la reunión de fin de curso. - Hablo la preceptora. - Hablaremos sobre la estadía, el recorrido, y las actividades que realizaremos con los chicos en nuestro viaje a Estados Unidos de América.
Escuche atentamente cada cosa y detalle que narraba. La reunión acabo al cabo de una hora de charla. Firmé algunos papeles y ceñe dinero para el viaje. Gemma a fin de año se iría de egresados a Estados Unidos, a pasar quince días. Decidí ser yo quien le pagara el viaje, ya que yo lo tuve, no quería que por nada ella se lo perdiera, realmente era algo sensacional. Me dirigí hacia la puerta de entrada y vi a Gemma con sus amigas que se encontraban en recreo. Al verme se acerco sonriente.
- ¿Que tal estuvo?
- Bien, algo aburrida - Reí. - Ya deje una seña, en lo que queda del año terminaré de pagar
- Gracias Harry. Por venir y por el dinero. - Sonrío.
- ¿Gemma? tu... ¿Agradeciéndome a mi? - Reí. - No tienes que agradecer cara de rata inmunda, tu felicidad es lo que realmente me importa.
- De todas formas, gracias. Feo de cara.
Saltó a mis brazos y me abrazo. Acción rara para venir de Gemma, ella no era para nada demostrativa.
- Anda, ve con tus amigas. Te veo el viernes, ¿de acuerdo?. Acuérdate del helado
- Menta granizada, sin falta. - Rió.
- Exacto. Esta noche iré a cenar a casa, te veo allí. Chau, tonta.
- De acuerdo. Chau, bobo - Rió y se marcho donde sus amigas.
Nueve y cuarto de la mañana, perfecto. Me retire del establecimiento y me dirigí hacia donde había estacionado mi vehículo. Tome mis llaves y al levantar la vista, vi a Louis caminar por mi misma vereda, a solo centímetros de mi. Se veía como de costumbre, sin ninguna expresión en su rostro.
- Hola - Dije sonriente haciendo que él frenara su paso.
- Ah... hola - Contesto intentando sonreír.
- ¿Como te encuentras?
- ¿Tú?
Clásico, nuevamente salteando la respuesta.
- Yo bien. ¿Vas a la escuela?
- Si, entro mas tarde, falto una profesora.
Maldita sea, ¿nunca iba a sonar un poco menos corta rostro?
- Oh, pero que suerte, una hora menos de estudio... que mejor. - Dije sin ánimo.
Sonrío.
- La verdad. Oye, debo irme, sino me retrasaré. Hasta luego, ¿Her..?
- Harry, Harry Styles.
- Hasta luego, Harry Harry Styles.
Reí y él me sonrió nuevamente fijando sus ojos en mi, continuando así su camino hacia el colegio. Entre a mi auto y marche hacia la oficina, pero antes, pase por "Sweet", una panadería la cual me gustaba mucho. Compré algunas masitas y al cabo de unos minutos, llegue a la oficina. Salude a Lina, a Elliot, al resto de los empleados y me dirigí hacia mi puesto. Rara vez mi padre se encontraba allí, así que me tocaba estar solo en la sala. Golpean la puerta y accedo a que ingresen.
- ¿Dos de azúcar y una de crema? - Pregunto Lina asomando mitad de su cuerpo por la puerta.
- Si serías tan amable - Sonreí.
Tomé café con las masitas que había comprado y rellene todo tipo de papeles por la computadora, para así luego imprimirlos y enviárselos a Elliot para que pueda repartirlos. Algo cansador, así era mi día. Pero por suerte todo paso rápido. Ya era hora de irme, aunque, se me había hecho tarde.
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Para toda la vida. (Larry Stylinson)
Teen FictionUn amar, un sonreír, un vivir, un soñar, un juntos... hasta el final. Un amor, para toda la vida.