Se acercaba el día de la madre y se me ocurrió preparar una tarjeta e invitar a la señora a conversar.
Al principio Claudia se negó a ser partícipe de mi idea, pero luego aceptó.La señora aceptó mi invitación y fue al colegio a la hora de salida.
Lo único que quería era una oportunidad y lo que recibí fueron amenazas.No recuerdo muy bien lo que le dije ni lo que ella me dijo pero mientras más razones positivas le daba, ella más se cerraba. Lo hizo a tal punto de amenazarme con llevarse a su hija lejos o impedir que me acerque a ella.
No pude aguantar las lágrimas. Me dejó en claro algo: "O esperas a que ella acabe su secundaria o nunca más la vuelves a ver". Era obvio que la señora nunca iba a cumplir su promesa. Después de la secundaria vienen grandes responsabilidades.Me despedí de la señora y salí llorando. Un amigo me esperaba y me acompañó a desahogarme.
Realmente no supe qué hacer. No quería perder a Claudia.
Al día siguiente, como de costumbre, me encontré con Claudia en el lugar de siempre y llorando fue al colegio.
Recuerdo que días antes de hablar con su madre, ella llevó brillo labial y me lo entregó para que lo guarde por mientras,pero lo perdí a mitad de camino, por lo cual le prometí comprarle otro.
Retomando aquel día, después de haber hablado con su madre, le entregué el brillo labial, se lo puso y nos besamos. Le dije que la quería mucho pero eso no borraba la tristeza de su rostro.A pesar de eso, a la semana, volvimos a lo mismo, quedando como costumbre vernos por las mañanas.
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Un final sin final
Romance"Si dos personas están destinadas a estar juntas, se encontrarán al final del camino, aún tras mil tropiezos" Creo que nunca estuvimos destinados a estar juntos. Aquella muralla que siempre nos mantuvo separados, es indestructible. He intentado derr...