Regreso (objetivo la tierra #1)

8-La Tierra

Desperté, desperté tirado en un rocoso suelo. La caída me había hecho demasiado daño, me costaba moverme. Intenté incorporarme pero no me podía apoyar en el brazo derecho, lo tenía completamente destrozado, retorcido, por suerte era el robótico, no el humano.
  Volví a intentarlo, inútil. Sólo con el izquierdo, me costó un poco pero logré mi objetivo. Me quedé sentado, intenté mirar más allá de lo poco que me permitía ver una luz roja del cielo, era muy brillante, suponía que era el sol, pero seguramente al haber cambiado la atmósfera terrestre se veía de otra manera.
Noté lo que parecía una silueta humana tendida en el suelo, era Emma. Intenté ponerme de pie lo más rápido posible, pero así de rápido que lo intenté, me caí. Lo intenté una vez más, y una vez más, sin resultado. No podía dejarla ahí, lo intenté otra vez, a la tercera va la vencida.
Ya estaba completamente de pie, intenté andar, me pesaban los pies. Cada paso que daba era un dramático gemido que emitía. Tras unos pocos pasos intenté avanzar más rápido, al menos lo que sería un ligero trote, seguía gimiendo a los pasos que daba, me sentía un poco fatigado, era una sensación extraña. Seguía yendo hacia ella, me dolían los pies, aun tenía la visión corta, se me cerraban los ojos, intenté mirar a otro lado, otras siluetas en el suelo, serían Thomas, Ma-Ko, Eustace y el piloto.
Emma seguía ahí, volví a dirigirme a ella, al primer paso me tropecé dándome un buen golpe que, por suerte, mi casco amortiguó. Mis ojos se cerraban otra vez, me esforzaba por mantenerlos abiertos, veía cómo otras siluetas se acercaban a mí, entonces cerré por completo los ojos.

*

Desperté, otra vez. Los dolores habían desaparecido, sólo unas pequeñas molestias se mantenían en mi cuerpo. Otra luz me impedía ver. No sabía dónde me encontraba, aquellas siluetas me habían traído hasta allí, fuese donde fuese que estaba, me alegraba. Miré a los lados, parecía una sala médica, ¿en la Tierra? ¿cómo era eso posible?
Lo que parecía un hombre con una máscara se acercó a mí, me asusté, se podía decir que me cagué por completo.

—Oh, perdón,—una voz de hombre muy distorsionada por la máscara sonó.—supongo que te he asustado. Espera, estás intentando hablar, ¿no? Espera a ver qué puedo hacer.

Efectivamente, intentaba hablar pero me resultaba imposible. Lo único que lograba hacer eran unos gemidos gerados que me generaban dolor en la garganta. El "doctor", así decidí llamarlo, cogió una especie de láser para reparar mi garganta. Aquello sería fácil, ya que sería reparación mecánica, no una operación de garganta humana.

—Unos pequeños retoques y...
—¡HIJO DE PUTA! ¡¿DÓNDE COÑO ESTOY?! ¡Y SÍ, SÍ QUE ME HAS PEGADO UN BUEN SUSTO CON ESA MASCARA DE PSICÓPATA! ¡ME SIENTO COMO SI ME HUBIESEN METIDO UN RA...!
—Eh, tranquilo.—dijo mientras se quitaba la máscara. Un hombre moreno, como yo. En su caso el pelo era corto y rubio, le complementaba una enorme barba y sus ojos eran también de tonos amarillentos.—Mi nombre es Alex.—por fin se presentaba.—Deberías descansar, estaría bien, debes estar confuso, y sí, seguimos en la Tierra.

Mostré un gesto de extrañeza, ¿cómo era eso posible? Dudé en si hacerle caso pero de todas formas acabé durmiendo, ya por tercera vez.
Adivinad qué ¿Recordáis aquel sueño? Bien, pues volví a soñarlo. Era como si me hubiese afectado la máscara, como si me hubiese traumatizado. En esta ocasión no era mi equipo, era un numeroso grupo de enmascarados, decían lo mismo, aquella frase no cambiaba, "tú no puedes hacer nada". Adivinad cómo terminó, los tipos esos agarrándome como si estuviesen a punto de comerme entero, tendrían hambre (chistaco).

  Volví a despertar con un terrible susto, lo normal al tener una pesadilla. Seguía en aquella sala, esta vez no había nadie. Tenía un pequeño dolor de cabeza. Me incorporé fácilmente, los brazos los tenía perfectos. Me sentía mejor, a pesar de lo molesto que era tener ese sueño.
Pasó un eterno y completamente silencioso minuto y apareció aquel tal Alex.