Miraba el cielo desde el parabrisas, cosa no muy aconsejable cuando se está manejando por caminos sinuosos como los que cruzan un bosque entero solo para llegar a una casa.
Tras del auto venía a una velocidad moderada una caravana de vehículos compuesta en su mayoría por amigos y familiares que iban a ayudarle con la mudanza, y de resto estaban los camiones que transportaban todos sus bienes materiales. No eran muchos, pero si suficientes para llenar por completo dos camiones.Jack, dentro de sí, pensaba en porque su tío Eric le habría heredado su gran casa a las afueras de la ciudad. Nunca fue muy allegado a la familia y su madre siempre le decía que "su hermano la odiaba por haberse embarazado y ser una madre soltera". Nunca supo bien si ese sería el tipo de desprecio que le impidió tener un acercamiento más íntimo a su tío, puesto que nunca le vio más allá de una vez quizá para su cumpleaños hace ya una década y media atrás.
Su madre siempre había dado todo por él. Trabajo, dinero, educación, todos los sacrificios que una madre podía hacer por su hijo. Jack por su parte, trato siempre de ser obediente para aligerarlo la carga. El entendía el duro sacrificio que ella había hecho desde el momento en que decidió darlo a luz luego de que papá se marchara unos meses antes.
-Hey! tierra a Jack!- le gritaba entre risas Sarah, sentada en el asiento del acompañante. La verdad era que entre tanto remover las memorias del pasado Jack olvido por un segundo que mantenía una charla con su novia en el camino.- ¿Me escuchas? ¿Jack?
-Si! Lo siento. Estaba re...
-"Estaba recordando"- interrumpió ella, a la vez que terminaba por mi lo que estaba por decirle- Jack, siempre te pasa esto, y la verdad no es que me moleste cariño, para nada, pero ya hemos hablado de esto antes. ¿Sabes? ¿No crees que sea hora ya de dejar el pasado atrás?
-Quizá tengas razón, pero no creo que sea el momento más indicado para pedirme no recordar, cuando vamos de camino a la casa de alguien a quien trato de recordar y no puedo, ¿entiendes?
A Jack siempre se le hacía complicado tener que hablar de su pasado con los demás. Parecía increíble que alguien como él se la pasara recordando ya que era una de las personas más ocupadas del mundo. Con veinte años ya tenía un trabajo en un empresa, aun que hace un tiempo había dejado de darle mucha importancia a sus labores y había comenzado a faltar al trabajo por comenzar a escribir un libro del cual venía hablando hace mucho. Ya saben, de esos sueños de la adolescencia que nunca mueren.
El largo y extenuante viaje ya había durado más de una hora y, según decía la carta que venía con el testamento de su difunto tío, a partir de la entrada al bosque era un viaje de hora y media hasta el sitio. Afortunadamente para él la mudanza estaba pagada y solo tenía que pagarse a sí mismo el coste de la gasolina consumida por su propio vehículo. Justo en ese momento, Sarah señalo que se veía el gran portón descrito en la carta justo al frente, y dando un gran suspiro a la vez que se estiraba para aliviar los músculos entumecidos por la poca movilidad del viaje, le dijo a Jack:
-Mira! Es enorme! y muy hermoso!
Jack se sintió igual de sorprendido. Nunca había visto la casa de su tío y sin embargo le parecía aún más impresionante el hecho de no haber visto una casa tan grande en su vida, bueno, si a esa mansión era a lo que su tío llamaba ''casa''.
Su madre alguna vez le había contado que el gran disturbio entre ella y su tío fue a causa de el, de estar embarazada a los diecisiete años, de ser una madre soltera, de no tener conocimiento de quien era su padre siquiera. Quizá la gota que derramó el vaso fue que al final, su madre rechazó la propuesta de su tío de irse a vivir a la gran ''casa'' y optó por un departamento en la ciudad, lo suficientemente alejado de ese enorme lugar. Jack no recordaba más excusas de su madre. Solo que antes de emprender el viaje le beso la mejilla, le abrazó y con una sonrisa y lágrimas en sus ojos le dijo a la cara: ''ya ha crecido mi pequeño... Cuídate y llámame si tiene un problema en ese lugar tu solo''
Finalmente la hora había llegado. Con la llave en mano, Jack se bajó del auto junto con todos los que le habían acompañado, esbozo un gran suspiro, y camino hacia adelante. Sarah tomó su mano y juntos caminaron hacia la puerta. Justo unos pasos antes de llegar a ella Jack se detuvo y miró rápidamente hacia una de las ventanas del primer piso.
-¿Sucede algo?- Preguntó Sarah en un tono muy bajo.
-No, es solo que me pareció ver algo en aquella ventana. No te preocupes, ha de haber sido un reflejo, pero mejor entremos, empieza a oscurecer.
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Anmey: Sensación
HorrorQue se oculta en la oscuridad? Que es esa sensación al despertarte en la oscuridad? Existe alguien que te acecha en lo profundo de las sombras o solo es simple paranoia? Jack tiene veinte años, vive solo en una gran casa que acaba de heredar,no cre...