El polo

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 Narra Jack:
Estaba a punto de anochecer, ella no había bajado en toda la tarde y Norte estaba totalmente fuera de si. Pitch y Eurena no decían nada, estaban al margen, como ausentes.
Meme y Thoot ya se habían ido, ellos no trabajan solo una noche al año o una estación. Pero Rosebell no bajaba, peor aún había algo que no encajaba, una mala sensación se apoderaba de mí en cuanto pensaba razones para que ella se quedara en su cuarto. Algo no estaba bien.
Eurena y Conejo eventualmente se retiraron, Norte y Pitch también lo hicieron cuando parecía menos posible que bajará en un buen rato. Me ofrecí a quedarme esa noche, se supone que para lograr convencerla de ir al polo y afirmar su posición de guardiana. Sin embargo para las media noche aun no bajaba y sus padres no llegaron para hacerla bajar, nadie llegó en toda la noche y ella solo bajo una vez e ignoro mi existencia por completo.
Hay cosas a las que un espíritu no es inmune, la curiosidad por ejemplo era mi peor hábito. Subí a su habitación y la admire bien.
Un escritorio se ubicaba a un costado de la entrada, una silla flotante descansaba junto a la ventana y perpendicular a ella en la sombra del ático estaba la cama, la cómoda y un pequeño armario se hallaban detras de la puerta. No había pintura tapando el esqueleto de madera y solo parecía haberse ampliado el techo. Simple, como ella. Dormida ella no lucia tan feroz, pero tampoco estaba tranquila, se movía bruscamente bajo las sábanas y la arena de Meme no aparecía sobre su cabeza.

-¿E-estas bien?- susurre a su lado.
- estoy seguro que fueron muchas emociones para un día.

Y ahora ¿Que crees que haces?,vamos Jack. Vuelve en ti y recupera el sentido común de que hablar a una persona dormida es raro.

-sentí lo mismo cuando me convertí en guardian. Supongo que para ti es mas difícil que para el resto, después de todo tú aun tienes una vida y una familia que recuerdas. Debe ser realmente duró. Además Pitch y Eurena, eran tu familia y se fueron mucho tiempo.

Ok, a la cuenta de 3 vuelves en ti. ¿De acuerdo?

1
-tal vez podrías....
2
~venir conmigo al polo...
3
~y yo te ayudaría con esto.

Abrio los ojos. Es el fin, me creerá un pervertido o algo así.

-Jack- susurró -¿Que harías si te dijera que no tengo una familia para recordar?

¿Qué?

Narra Norte:
Las cosas en el taller iban bien. Los duendes se comportaban bien y los yetis se mantuvieron trabajando, el verano y otoño eran las épocas mas tranquilas en el polo. Dentro de un rato Jack llegaría a descansar por un rato antes de ir a todos los lugares marcados de su calendario.
Pobre Rosebell, debe ser raro para ella todo esto.
Pitch se quedaba cerca, con la mirada fija en la ventana. Supongo que estaba asustado por ella, después de todo seguía siendo su hija o algo parecido, ese hombre la tenía oculta de las personas.

-¿Nervioso?- pregunté al verlo.
-Yo...no, claro que no. ¿Debería?
Solté una carcajada y le di una palmada en la espalda -oh viejo amigo, tranquilo. Jack esta con ella.

Asintió pero aún estaba mirando la ventana, nervioso y casi impaciente. Realmente esperaba que ella aceptará venir, ni siquiera para ser guardiana solo para verla pero yo aun tenía esa extraña sensación de malestar si ella no aceptaba ser guardiana. La luz azul.
Esa chica tenía algo especial, de eso no había duda, sus ojos tenían fiereza como un león en plena caza y su alma era brillante como una luz pura que nace del fuego.
Algunos Yetis comenzaron a gritar señalando hacia la ventana sobre el taller. Jack traía en sus brazos a Rosebell, bien enfundada en ropa de invierno y con su lanza doble en la mano, parecía como adormilada.
La dejo en el suelo del taller, dejó su mano en su espalda a la altura de la cintura, le presentó algunos yetis y le dio un recorrido visual por el taller señalando las puertas y objetos.

-Norte- me llamo Jack con la voz mas normal que jamás escuche en él -Ro quiere ver un poco el estilo de vida de nosotros. Solo para decidir.

Asenti totalmente sorprendido. Jack habló con naturalidad y soltura, como los comerciales de propaganda política. Guió a Rosebell por el pasillo del panel hasta el ascensor. Espera, dijo ¿Ro?, ¿Cuándo tomaron tanta confianza?, tenía razón en dejar a Jack ese chico podía hablar con duendes y osos y convencerlos de hacer su voluntad.

Pitch miraba aquella escena entre sorprendido y con una mirada asesina sobre la mano de Jack que aún descansaba sobre la espalda de Rosebell. No pude evitar soltar una carcajada grave y sonora, este hombre daba todo por ella.

-Pitch. Te dije que estaría bien con ella.
-Norte... Hazme un favor. No dejes que ella se niegue a ser guardiana, necesita esto mas que nadie.

La seriedad en su voz me sobresalto. ¿Necesitar? ¿Necesita ser guardiana? Deje vagar mi mente un poco en aquellas preguntas, hasta que el chirrido característico de la puerta de la habitación de Jack llego a mis oídos y un poco de arena negra se estrelló en una pared. Esto se puso interesante.

Narra Erasmus:

Miré el globo de plata en medio de aquella oscura habitación. La luz azul brillaba resplandeciente en el polo y eso era malo, si aceptaba unirse a ellos sería malo para mi. Por años viví mirando a esa chica ocultar su dolor, ser la luz azul me dejó acercarme a ella poder hablarle, decir las cosas que siempre quise. Si ella rechazaba ser guardiana podría estar conmigo pero si rechazaba la oscuridad y miedo que crecía en ella.
Deseche la idea, pensar en que se alejé no me parece bueno. La quiero a mi lado, conmigo, la quiero a ella.

Hombre de la luna:

Pobre Erasmus. Dejé que su flechazo se saliera de control.
Oh Rosebell, cuidaré de ti, pero no dejes que él te fleche. Mira hacía otro lado porque alguien mas esta junto a ti.
Jack, confío en que sepas alejarla de la oscuridad. Te dejó esto enteramente a ti.

-Si querías asegurarla debiste entrometerte desde la tormenta.

Aquella voz era de Padre tiempo, de los pocos que hablan conmigo de frente.

-no tengo permitido hacer eso. Ella gira entorno a sus decisiones desde ese día, sus padres lo sabían.

-Hombre de la luna, ella no puede ver sus memorias. Ese era el plan de Jack ¿Lo sabes, verdad?

-no las vera. Las escondí en el único lugar donde ella no va a querer entrar.

-si veo un indicio de que esto se sale de control voy a intervenir, ¿De acuerdo?

-haz lo que te parezca correcto. Yo seguiré mis reglas.

Me sonrió al irse. Amigo mío, si supieras de todo aquello que esta en mi conocimiento no te interesaría este asunto. Por tu bien y el de todos los espíritus, no te entrometas en esto.

Narra Jack:
Entramos a mi habitación, el chirrido de la puerta congelada obviamente nos delató. Escuché algo estrellarse en algún lugar y una risa disimulada de Norte se puso en todo el taller.
Mire a Ro, de pie en el centro de la habitación, admirando la escarcha de las paredes y los detalles pintados.

-¿Muy fría?- preguntó lo mas relajado posible.
-Muy humana- afirma -pensé que ustedes...
-No dormimos. Es normal pero lo hacemos, somos como cualquier humano pero sin morir o envejecer.

Me miró unos segundos con duda.

-Pitch dijo que ustedes mueren y luego, ya sabes.
-No, hasta donde sabemos el único que murió fui yo, y Pitch.

Asintió dudosa. Seguramente Pitch no tenía idea de eso.

-Si tienes dudas dime. De cualquier forma debemos esperar a que anochezca.
-Sí. Me preguntó porque ni Eurena ni Pitch me las mostraron antes.

Pensé eso cuando me dijiste todo. ¿Qué puede ser tan malo como para no mostrarte la verdad?
Se dejó caer sobre la cama tranquilamente, supongo que pensó en el tiempo que deberíamos esperar. Le prometi ir pero no se con cuanto tiempo dispongamos desde que Norte duerma hasta que los Yeyis se den cuenta.

La Luz azul. [el origen de los guardianes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora