-¿Necesitas algo mas? –Damian ayudo a Caliope a acomodarse en la silla
-No –ella sonrió –Ve a jugar con ellos
-Bien –el deposito un beso en sus labios –Si necesitas algo avisa
-¡Mira que eres pesadito! –Néstor lo miro sonriendo -¡Déjala respirar!
-¡Tu cállate! –Damian corrió hacia el para quitarle el balón
-¡Aquí! –Alejandro saltaba al otro lado para que se lo lanzaran
-¡Mío! –Ángel se lanzo hacia ellos, intercepto el balón y cayo al suelo al agarrarle Néstor del brazo -¡Trampa! ¡Eso es trampa!
-¿No te vuelven loca? –Amber miro a su prima de reojo
-Todo lo contrario –Caliope sonrió –Me encanta escucharles gritar, pelear, reír
-Mama –Alina se acerco a Caliope y le dio una concha
-Es preciosa cielo –ella le dio un beso en la mejilla
-Alina –Medea se paro ante ellas con un cubo de la mano -¿Quieres seguir buscando conchas?
-Si –la niña la tomo de la mano y tiro de ella hacia la orilla
-¿Quién nos iba a decir que la bruja cambiaria tanto? –Amber negó con la cabeza
-Deja de llamarla así –Tom camino hacia ellas mirando a su hija con desaprobación
-O papa –Amber suspiro –Si que te ha dado fuerte el amor
-Medea no es mala –Caliope sonrió mirando a su tío –Hacéis buena pareja
-¿Cómo te encuentras? –Tom se agacho para dar un beso a su sobrina y acariciar su abultado vientre -¿Tienes molestias?
-Estoy bien –Caliope asintió
-Sigo pensando que fue una imprudencia venir de vacaciones, ya estas a punto de cumplir –Tom se sentó junto a ella -¿Y si te pones de parto?
-Pues para eso Damian invito a sus dos amigos doctores –Amber señalo a los hombres que estaban jugando al fútbol con los niños –Aunque ahora no se vean muy profesionales
-¡Buenas! –Sebastián camino hacia ellos por la arena
-Hola –Caliope le sonrió, llevo una mano a su barriga –Sebastián ayúdame a levantarme
-¿Estas bien? –El se acerco rápidamente y la ayudo, Tom se situó al otro lado
-Dime que te has hecho pis –Amber miraba la silla con el ceño fruncido
ESTÁS LEYENDO
Pasión Griega
RomanceUna llamada, un billete de avión y una cita con un abogado. Eso era lo único que Caliope esperaba encontrar al regresar a Grecia. Siete años llevaba ya fuera de casa, ¿Por qué? Por ella, por lo que era, por quien era. Con tan solo dieciséis años...