Prólogo.

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Miraba por la ventana de mi habitación, observaba los copos de nieve callendo en el asfalto. Me sentía sola en aquel momento, mis padres no estaban.
Ellos no estarían en mi cumpleaños número diecisiete. Estaba tan sola. Bueno con mi hermana Karma, tal vez allá llegado, no me interesa...

Escucho la puerta principal, bajo por las escaleras y al penúltimo escalón miró por el vidrio; es Karma. Tan sólo con una blusa delgada que seguro no le cubre del frío, se rodea con los brazos y veo que tiene los ojos rojos por lo drogada que está y la piel un poca amarilla por la resaca.

Odiaba que olvidará sus llaves.

De mala gana bajo los últimos escalones y me dignó a abrirle la puerta.

Esta entra corriendo frotándose los brazos hacia la sala de estar.

- Gracias por abrirme hermanita...- dice esta mientras se envuelve en una cobija y se sobre la nariz.

No contestó, subo hacia mi habitación y al estar frente a esta entró y la cierro de golpe.

Me tiró en la cama y sacó un libro de matemáticas. Era obvio que tenía que estudiar aunque fueran vacaciones. Me undo en las ecuaciones cuadraticas y en las factorizaciones que estaba resolviendo en ese momento. Pero después el sonido del teléfono me interrumpe y Karma me obliga a contestar de un grito desde abajo.

- Familia Scott.-digo a través del teléfono que estaba en mi mesita de noche.

-Si, perdón ¿Con quien habló?-la voz era de un hombre.

- El Señor Scott no se encuentra si es con el con el que quiere hablar...-digo sin importancia.

-Quería hablar con una de sus hijas...

- Si...yo soy una de ellas ¿Qué se le ofrece?-siento como mi seño se frunce de la sorpresa.

- Bien...Escuche señorita, tal vez no sea yo quien debe darle la noticia. Pero no tenemos otro número más que este así que bueno. Sus padres trabajan para mi padre y... resulta que-el hombre hizo una gran pausa, tenía que saber lo que tenía que decir el una angustia terrible. Tal vez me allan organizado una fiesta sorpresa o tal vez me allan mandado un regalo.- ellos se hospedaban en mi casa y esta mañana ellos salieron en el auto al aeropuerto por es el cumpleaños de su hija pequeña pero tuvieron un acc...

Así como salieron cada una de las letras atravez de la línea. Así fueron saliendo mis lágrimas. El teléfono se me había caído de las manos por lo temblorosa que estaba y un grito ahogado se había salido de mi boca.

Fue entonces cuando oí los pasos que Karma subiendo las escaleras de tres en tres y cuando ella entraba corriendo solo vi su melena roja como el fuego.

Después.... todo fue negro.

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⏰ Última actualización: May 20, 2016 ⏰

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