''Quiero que grites mi nombre hasta que no respires más,
hasta que tu corazón deje de palpitar
y me dejes de hablar, hasta que tu piel deje su calidad y dejes de pestañear,
hasta que tu corazón deje de amar a alguien más''*Narra Yatoki*
Hoy iba caminando hacía la cafetería como era costumbre, iba con paso pesado a comprar algo en el receso, pero mientras caminaba una chica enfrente de mi, se paro al verme y al acercarme, ella salió corriendo, pensé que sería una de las típicas acosadoras que he tenido desde que llegué pero en ella hay algo especial, raramente se me hace conocida.
Las clases pasaron rápidamente, el calor era sofocante y las cigarras no paraban de cantar , las clases de gimnasia se cancelaron por una reunión del personal, estaba esperando a Natsu para volver a casa cuando la misma chica que me había cruzado en la cafetería me llamo para decirme algo, dijo que la siguiera, pero le dije que estaba esperando a alguien, que si tenía algo que decirme que lo dijera allí entonces dandome la espalda habló:
-¿Te acuerdas de mí Yatoki?
Al escuchar su voz me di cuenta de quien se encontraba delante de mí, ella era Beatriz , compañera de séptimo grado de primaria, una chica que hizo algo que nunca podré olvidar.
*Flashback*
Mi vida siempre ha sido miserable, he vivido en tristeza o sin distinguir alguna emoción, siempre me he sentido vacío , y quienes fueron los causantes de eso , fueron mis compañeros, siempre me han torturado, insultado, denigrado, pegado, tanto que ni siquiera me resistía, ya estaba abandonando, las únicas energías que me hacían seguir caminando era mi hermano, el único, por el cual seguía vivo. Pero un día, algo paso, me estaban pegando por burlarme de uno de ellos al responder una pregunta correctamente, y no podía escapar, estaba en las últimas, hasta que una chica me salvo de mi predecible destino, me ayudó y me cuidó, falte dos meses a clases y cuando volví. Me sentí profundamente feliz al volver a verla, a poder volver a escuchar su voz, y desde ese día no pude quitar mis ojos de ella, paso casi un año para poder dirigirle la palabra y luego con el corazón en las manos me le confesé:
-Beatriz , tengo que decirte algo importante, desde hace tiempo me llamaste la atención, desde el día que me salvaste, no he podido dejar de pensar en ti, me gustas mucho de verdad...
-Es gracioso que digas eso, el día en el que te ayudé, solo fue por lastima, estoy completamente convencida de que un hombre verdadero se hubiera defendido, no como vivías tu, resignado, como un animal moribundo esperando morir, sal de mi vista Yatoki, yo no salgo con chicos como tú.
Al escuchar esas palabras, mi corazón se rompió en mil trizas, caí de rodillas con el corazón partido y unas lágrimas de hielo, ella se alejó de mi con una mirada de asco, y desprecio, una mirada que yo nunca había visto, estuve días faltando a clases, solo pocos momentos fueron de consuelo.
Luego para mi sufrimiento, el grupo de los imbéciles se unió al grupo de amigas de Beatriz, por el nuevo noviazgo entre los dos líderes, intente evadirlos lo mas posible, pero muchas veces no pude escapar, le pedí a mi hermano que me cambiará de escuela inmediatamente, y el lo hizo, me salvo de allí, mis días de golpizas habían terminado, al menos por ese momento.
*Fin del flashback*
Apenas lo recorde, la chica de ojos azules y cabellera castaña se me hizo totalmente asquerosa a la vista, y aguantando la furia por lo descarada que fue le pregunté:
-Entonces, ahora, ¿que quieres de mi Beatriz?
-¡Oh!, recordaste mi nombre, eso me alegra mucho, quiero saber si quieres ir a una cita conmigo, debo admitir que fui una estúpida en el pasado y....me gustaría enmendar eso...-Beatriz se me acerco y puso sus sucias manos sobre mi pecho-.
-Aunque ahora hayas crecido, seguís siendo la inmadura y estúpida niña de siempre, ¿realmente pensaste que por creerte bonita saldría contigo?, no lo haría ni aunque me lo pidieras de rodillas, vete de aquí antes que te devuelva todo lo que me hiciste -dije empujando a esa horrible mujer lejos de mí-.
Sentí una extraña y fuerte sensación de satisfacción, aunque me hubiera gustado decir mucho más pero, no quería convertirme en lo que ella fue. La chica salió corriendo con la misma mirada que me dedicó al rechazarme, poco después llego Natsu, no le mencioné lo sucedido, ni mencioné a la mujer, solo actúe con normalidad.
Al otro día, cuando estaba saliendo de clases vi a Beatriz hablando con una mujer extraña con ropas negras y un tatuaje en el brazo, tenía una cabellera verde olivo, y una capa negra y un vestido, le entregó algo en las manos y se marchó, estaba a punto de seguirla, cuando vi que Beatriz se dirigía hacia donde estaba Natsu esperándome, pero alguien me dejo inconsciente, y caí en seco al suelo.
En mi sueño vi un símbolo, era el mismo tatuado en el brazo de esa chica, tenía la forma de un diamante o en su defecto, un rombo, con una línea vertical partiendolo en dos partes iguales, antes de despertar oí claramente la palabra ''hijo'' de una voz femenina, desperté de un salto en la enfermería, un par de chicas estaban al lado mío y al despertar una dijo:
-Te encontramos desmayado en el pasillo Yatoki, ¿te sientes mejor ahora?
Ignore sus palabras y salí corriendo lo mas rápido que pude al pasillo sin salida que hay en unos de los circuitos del gimnasio, y cuando llegué, se me fue el aliento, Natsu estaba siendo ahorcada por esa chica que ahora emanaba una presencia confusa y maligna, le hablé y intenté razonar con ella:
-¡BEATRIZ TU NO QUIERES HACER ESTO, POR FAVOR SUELTALA, NO QUIERO MATARTE!
-Ya es tarde, mi único deseo es estar a tu lado y si ella se interpone...tendré que matarla, te amo Yatoki.
-Lo siento...lo siento...lo lamento..
Cuando mis palmas se abrieron, dos armas se formaron en ellas, y con el pulso tembloroso...dispare.
El cuerpo de Beatriz cayo al piso, la sangre se esparcia por el suelo, sus ojos vidriosos yacían inmóviles reflejando un inquieto día de lluvia, las armas desaparecieron de mis manos y corrí hacia Natsu, tenía las marcas de las manos de Beatriz en su cuello, y estaba toda golpeada, se sentía ligera y sin vida...había quedado inconsciente por la falta de oxígeno.
De un salto nos saque de allí, volé lo mas rápido que pude a casa con Natsu en mi brazos, traía nuestras cosas atadas a mis brazos, sentía cada aleteada como una eternidad, necesitaba llegar lo mas rápido posible.
Cuando llegue desinfecte las heridas y puse antiinflamatorios en sus moretones y raspones, también vende su cuello y rodillas, la deje reposar en su cama, estuve horas a su lado hasta que despertó:
-Natsu, estas bien, estas bien....
La abrace con mucho alivió, y felicidad, sentí su aliento cálido en mi hombro, fue una sensación de satisfacción extraña, pero ella estaba ahí, aun con vida en mis brazos, no tuve la intención de alzar la voz pero tampoco lo pude evitar:
-¡¿Por que, por que no hiciste nada?!, ¡¿por que dejaste que te lastimará?!
-Esa es mi debilidad Yatoki, no puedo atacar humanos...esa es mi peligrosa debilidad.
-Fin del capítulo 6: ''Un recuerdo del pasado''-
ESTÁS LEYENDO
El canto de los ángeles
Fantasy¿Que harías si el mundo estuviera sumergido en una profunda tragedia sin darte cuenta?, mas allá de asesinatos, corrupción y demas tragedias, este mundo esta siendo desmembrado sin que puedas decir una palabra al respecto. ¿Pensarías que nosotros mi...