Su respiración se aceleró ante la amenaza, sus dedos apresaron a la bola con fuerza, su mirada se oscurecía por la adrenalina. No exista momento más placentero, más perfecto. Por el mismo estadio y las veinte mil personas observándolo, lo lograría, por él, por su historia, por el sudor y lágrimas que ha limpiado hasta ahora.
Es como un sueño, uno que divisaba al dormir y se prometía realizar al despertar. Es un motivo que lo ha torturado desde la niñez, una simple razón que se instalo en su mente, una que jamás se ira.
Aún cuando no ha visto a su familia en mucho tiempo, aún cuando no disfruta de un día de tranquilidad, ni cuando su mente está a punto del colapso; No se arrepintió, ni una sola vez. La sonrisa que forma al pensar, la euforia que lo ataca cuando lanza y la concentración que lo abala al encontrar a un oponente desafiante, no se lo permiten.
Por eso, después de que la bola abandone su cuerpo, no lo aceptara fácilmente. Si bien se trata de una causa que lo requiere, si bien sabe que luego podrá volver, ya no será lo mismo, una preocupación existirá siempre en su memoria y comprende que la felicidad plena no estará en el campo. Le da terror y felicidad.
Los gritos de sus compañeros se escuchan desde su espalda, ha tardado demasiado al parecer, deben entender que está a punto de llorar, que será la última vez que sostenga a su fiel compañera en mucho tiempo. Sin embargo, al calmar su respiración, se despide, con un pie delante junto a el envión acompañando a su zurda. Le ha puesto tantos sentimientos que no necesita ver para saber.
Cumplió el objetivo, se ha parado sobre su propio sueño. Sera tan difícil ser ajeno desde ahora, su motivo le impide seguir, su pequeña adoración le frena por primera vez. No desea irse, no anhela abandonar tanto. Se abraza a sus compañeros lo más que puede, el próximo partido ya no estará con ellos.
Aunque la impotencia se genere en su corazón, es solo un sentir secundario. Jamás la tristeza podrá opacar a la ansiedad que siente, por el amor que se forma dentro de sí. Es duro, pero no imposible.
Desde ahora ya no será el más reconocido y los autógrafos por firmar irán disminuyendo con los meses. Sin embargo, su estomago crecerá, estará cada vez más cerca de abrazar a una pequeña parte de su ser, de convertirse en alguien indispensable.
Cuando sale, no mirara atrás, solo se dejara llevar por los brazos lo protegen, que lo apoyan.
Una victoria más se suma a su registro, sin embargo, solo siente que la nostalgia lo sumerge. La voz de su esposo tambalea en animarlo, él se ríe un poco, es raro verlo de ese modo. Un mínimo "No te preocupes" Sale de sus labios mientras que su brazos envuelven más a su amado. Esto también lo hará por él, por ambos.
Para que el mundo conozca a la creación de Sawamura Eijun y Miyuki Kazuya.
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Hasta luego
FanfictionPorque para la felicidad es necesario un sacrificio. Los personajes de Diamond no ace le pertenecen pura y exclusivamente a Yuji Terajima. Miyusawa~ y una leve mención de M-preg.