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Escuché sonar la alarma que indicaba que ya debía despertar. Ugh. No, por favor. No ahora que dormía tan cómodamente. Me giré sobre el colchón, sintiendo como la superficie se acababa, dejándome en caída libre hacia el suelo. Auch. Eso había dolido. Genial, Olivia, excelente manera de comenzar la semana.

Me levanté del suelo y sobé mi espalda, donde me había golpeado al caer. Me miré en el espejo. Ugh. ¿Acaso todos nos veíamos así de mal al despertarse o era solo yo? Parecía que me había explotado una bomba en el cabello mientras dormía. En fin, de alguna manera tenía que resolver este desastre. Así que me metí en la ducha y traté de no quedarme dormida mientras me bañaba.

Al salir, enrollé mi cuerpo en una toalla y me dispuse a escoger mi ropa. Antes me esforzaba escogiendo el mejor outfit. Pero esos tiempos habían acabado ya hace mucho. La verdad es que no entiendo cuál es el punto de arreglarte súper bonita si solo vas al colegio. A menos de que te guste alguien, claro. Entonces si vale la pena arreglarte. Tal vez. Ugh ya ni yo misma me entiendo.

Terminé escogiendo unos skinny Jeans y una blusa negra con rayas blancas. Me puse mis converse negros y bajé a desayunar. En realidad no creo que a un vaso de juego de naranja se le pueda llamar desayuno. Como sea.

Me cepillé los dientes y salí de mi casa, no sin antes despedirme de mi mamá. Caminé hacia la parada del autobús y esperé a que llegara. En el camino me puse a escuchar música, ya que la verdad yo no era del tipo de persona sociable que habla con todo el mundo. Yo era más del tipo que se pone sus audífonos e ignora al mundo. Como siempre decía, cuando me pongo mis audífonos, es una invitación a no hablarme. Lo siento, pero la verdad es que prefiero escuchar la hermosa voz de Kellin Quinn que escuchar cualquier estupidez que pueda decirme algún idiota de la escuela. Tal vez por eso no tengo tantos amigos, pero a estas alturas ya me daba igual.

Al llegar a la escuela, me dirigí al aula donde se impartía Matemáticas Básicas. ¿Que puede ser mejor que tener matemáticas a primera hora en lunes? Nótese el sarcasmo. Creo que el día que logre pasar a Matemáticas Avanzadas, Justin Bieber me seguirá en Twitter. Ja! Como si eso fuera a pasar. Solo de pensarlo, me da risa. Okay, no. ¿A quién engaño? La verdad es que es deprimente.

Después de pasar diez minutos escuchando al profesor Smith hablar sobre ecuaciones de segundo grado con dos incógnitas, decidí que lo mejor sería revisar Twitter. No, Olivia, contrólate. Si no pones atención, nunca pasarás. Así que de nuevo intenté poner atención a lo que decía aquel señor calvo con bigote gracioso. Pero al cabo de quince minutos, ya alucinaba 'x' y 'y'. Ugh. Suficiente. Ahora si saqué mi celular y me sumergí en el maravilloso mundo de Twitter. Ah, ahora si me sentía como pez en el agua.

Revisé qué había de nuevo. Solo un nuevo tweet de Justin.

"Acabo de abrir la puerta para UPS y olvidé que Jazzy había puesto stickers de estrellas en mi frente lol"

De tan solo imaginarme a Justin coba su carita tan bonita y estampitas de estrellas en su frente abriendo la puerta, se me salió una carcajada. Entonces supe que mi vida estaba acabada.

"Señorita Summerfield, ¿a qué se debe tanta jocosidad? ¿Acaso he dicho algo gracioso?" Dijo el profesor Smith, mientras sus ojos parecían querer taladrarme. "¿O es que, acaso, yo le parezco gracioso?"

Pues la verdad es que sí.  Quise decir, pero obviamente me contuve.

Sentí la tensión de todos los ojos puestos en mi y mi nerviosismo creció.

"No, señor." Dije apenas con un hilo de voz.

"Entonces ¿qué le causa tanta gracia?"

Traté de esconder discretamente mi celular antes de que el profesor lo viera, pero su inquisitiva mirada captó el movimiento al instante.

"Oh! ¿Qué es lo que acabo de ver? ¿Acaso aquello era un celular?" Inquirió con su voz aguda.

No tenía caso negarlo. Ya lo había visto.

"Asumo que su falta de interés en mi clase se debe a que usted ya ha de dominar perfectamente el tema que estamos viendo" Dijo con tono de fingido respeto.

"La verdad es que n..." Intenté explicarme pero el profesor me interrumpió.

"Es más, ¿por qué no pasa al pizarrón y termina de resolver la ecuación?" Dijo, burlón. "Y no se olvide de dejar su celular sobre mi escritorio"

Me levanté y caminé hacia el pizarrón, no sin antes dejar a mi bebé en el escritorio de ese infeliz.

Revisé lo que había escrito en el pizarrón. Uff. Nido quiera le encontraba forma. Era una ecuación de esas largas y feas, de esas que no sabes ni por dónde empiezan. Para ser honestos, ni siquiera tenía la más remota idea de qué es lo que tenía que hacer. ¿Multiplicar? ¿Factorizar? ¿Simplificar?

Sentí tanta presión que por un momento pensé que iba a llorar pero me contuve. No podía demostrar mi debilidad. Además ¿quién llora en la preparatoria?

Pasaron como cinco minutos en los que no hice más que ver al pizarrón tratando de entonces ele un sentido a mi vida. Literalmente. No sabía qué hacer. Creo que el profesor se dio cuenta de que yo no iba a llegar a nada, así que decidió darse por vencido.

"Bien, señorita Summerfield, veo que es incapaz de resolver una ecuación tan sencilla como esta. Siéntese en su lugar" Suspiré aliviada y caminé hacia mi lugar. "Al final de la clase, acérquese a mi escritorio".

Perfecto. ¿Qué tanto más podría torturarme?

Y así pasaron los minutos restantes de la clase hasta que sonó el timbre. Todos salieron disparados del salón. Me acerqué al escritorio del profesor para ver qué demonios quería ahora. Yo solo quería mi celular de vuelta.

"Summerfield, si sigue así no va a pasar la materia" dijo el profesor. Nada que no supiera ya. "De por sí a usted no se le dan muy bien las matemáticas y si a eso le sumamos la falta de atención, nunca va a pasar de grado"

"Entiendo" dije indiferente. "¿Puedo tomar mi celular?"

"No" lo retiró justo antes de que yo lo tomara y lo guardó en su portafolios. "Puede pasar por él este viernes a la salida en sala de profesores"

¡¿QUÉ?!

¿Quién se creía esta viejo ojete para quedarse MI celular tanto tiempo?

"Pero..." Comencé.

"Nada de peros" me interrumpió el profesor "Y mejor ya váyase a su próxima clase, que va a llegar tarde"

Salí del aula ofendida y con ganas de llorar. ¿Qué iba a hacer sin mi celular toda la semana? Vaya manera de empezar la semana, Olivia.

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⏰ Última actualización: May 18, 2016 ⏰

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