FLY with C.- 2

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Hoy comienza un nuevo episodio en mi vida, estoy a punto de ir a realizarme como alguien grande, demostraré que puedo salir adelante por mí mismo. Estoy a punto de viajar a la ciudad de Nueva York, me iré a estudiar para allá ya que mi mamá quiere que tenga un buen futuro, además de que mis abuelos llevan muchos años viviendo allá y con ellos me quedaré en lo mientras, buscaré un empleo y le mandaré dinero a mis padres cada semana para que tengan algo más con que sostenerse en lo que regreso a Taiwan. Mi nombre es Ting Yang, Zhang Ting Yang, ese es mi nombre de nacimiento por así decirlo, aunque el nombre que uso para todo es "Christopher", nací en la ciudad de Taipéi, tengo 17 años recién cumplidos, mis padres y mis abuelos se encargaron de cuidar de mí, fui abandonado recién nacido afuera del local donde trabajaba mi abuelito, me llevó a su hogar y desde ese día, tuve una verdadera familia. Cuando crecí, todos se admiraron de mis rasgos, a pesar de ser oriental, mis ojos sí estaban rasgados, pero tenían un toque occidental, el color de mis ojos es avellana, son claros, desde pequeño se me dio a la perfección hablar inglés, así que en mi familia salieron varias teorías de que probablemente alguno de mis padres biológicos no era asiático. No les guardo rencor alguno por abandonarme, les agradezco el darme la vida y ponerme en el camino de personas que me amaron desde el momento en que me conocieron, mi única y verdadera familia.
Apliqué un examen de una escuela en Nueva York que es pública y corrí con la suerte de aprobar. Me pone algo triste y a la vez no dejar mi país, extrañaré a mis amigos y a Yie Lan, mi mejor amiga un año menor que yo, ella hace poco confesó estar enamorada de mí pero tuve que ser sincero que la veía como una Mei mei (hermana menor) y a parte de que me iría al otro lado del mundo, eso la puso muy triste y me hizo sentir mal por ello, pero la vida sigue, o eso dice Takari en mi libro favorito en todo el mundo, "FLY".
Es un libro japonés, no es muy conocido y no hay muchas copias, tengo suerte de tener una, de verdad que sí.
He leído ese libro un sin fin de veces y no me he cansado de hacerlo, podría hacerlo toda la vida de ser necesario.

Han pasado ya 9 horas de vuelo y me queda un resto de viaje, aunque en la compañía de mi libro ni siento las horas pasar, por la ventana no logro ver nada, sólo nubes y mar a lo bajo, sí el avión cayera ahora, podría morir ahogado, no habría llegado a Nueva York ni habría estudiado Relaciones Internacionales, pero al menos, podría haber dicho "Morí volando, volando tal y como FLY lo decía en cada capítulo" ese sería mi consuelo.
No sé en qué momento quedé rendido sobre el asiento, abrazando fuertemente mi libro como sí alguien quisiera quitármelo. Estaba dormido, con los audífonos y la música en aleatorio, estaba una canción llamada If You Do de un grupo que me gusta mucho, GOT7. Incluso, poco después empezó otra canción de ellos mismos, se llama FLY como mi libro y justamente con esa canción, comencé a tener un sueño medio raro que mágicamente olvidé lo que trataba al despertar, desperté porque ya habíamos llegado a Nueva York, ¡Por Fin!, qué vuelo tan más largo había sido.

Después de un alocado momento en el aeropuerto, buscando maletas y a mi abuelo, llegamos a su casa, es bastante pequeña pero acogedora, me siento alegre de estar nuevamente con ellos, los extrañaba. Mi abuela me dijo que podría trabajar con ella en la panadería y gustoso acepté, sería un buen comienzo por lo mientras. Me asomé por una ventana y vi que a lo lejos había un parque, pedí permiso para salir y no dudaron en decirme que sí, pero con cuidado.
Salí con mi libro en mano leyendo, justo iba en la parte donde Aomi y Takari se conocían, lo hicieron de una manera muy extraña, demasiado en serio, seguí mi lectura, sin dejar de caminar lo cual fue mala idea, mi libro cayó al suelo y yo estaba deteniendo con fuerza unos brazos muy suaves, levanté mi vista y pareciera que había visto a un mismísimo ángel, una piel muy blanca, ojos café pero con un brillo especial en ellos, unos labios delgados y hermosos, su cabello, su cabello era largo y ondulado, era preciosa, no podía dejar de verla, parecía una princesita de cuento, no sabía que decirle pero tenía que preguntar sí no la había lastimado, me sentiría apenado de que sí lo esté. .

- Yo lo siento, tú ¿Estás bien?.- Dije mirándola directamente a los ojos, esperando su respuesta, ella se veía algo confundida y parecía analizar algo en mí, seguro mis ojos la hacen dudar de mi nacionalidad.

-Estoy muy. . bien, gracias, yo. . ahm, lo siento, no me fijé, yo venía leyendo y. .- No pude evitar sonreír ante su respuesta, su voz tan suave y linda, negué rápidamente a ello.

- Descuida, yo venía haciendo lo mismo.- Le contesté de manera suave como ella.

Ya no dijimos nada más, sólo nos agachamos a recoger nuestros libros pero un pequeño grito de parte de ella me hizo mirarla y luego ver al piso, ni yo podía creerlo, teníamos el mismo libro, pero ¿Cómo?, sí los únicos ejemplares están en japonés y el mío que a duras penas conseguí en Mandarín, sí que es pequeño el mundo.

- Tú, tú. . Cómo es que, ¿Eh?.- Decía aquella chica desconocida de ojos hermosos y mirada encantadora más confundida que yo cuando aprendí español.- No puedo creer que te guste FLY.

- Sí, es el mejor libro que puede existir, lo he leído muchísimas veces.- Lo dije con orgullo, aunque no sabía sí eso era bueno o no.

- ¿De verdad?.- Podía notar un gran brillo en sus ojos, su emoción no la podía ocultar seguramente.- Yo también lo he leído infinidad de veces, estoy casada con FLY.

Dios, qué chica tan simpática me fui a encontrar, me hizo reír con su comentario, se veía que era agradable persona, me alegra haberme topado con alguien así.
Quise seguir hablando con ella pero al parecer tenía prisa, más por la manera en la que se fue.

- Dios mío, es demasiado tarde.-Mencionó dos segundos después de ver la hora en su gran teléfono, lo más nuevo y caro, no tenía duda que esta chica, era una de las que viven como reinas.- Lo siento, debo irme. Un gusto.

Salió corriendo al terminar de hablar que ni tiempo me dio de preguntarle su número o algo donde encontrarla, ¿Pero qué estaba pensando?, una chica de clase como ella no hace amistades como alguien como yo, ella es tan fina, ropa de marca y tacones con pedrería y yo tan tenis viejos, pantalones deslavados y una simple playera sin chiste, sin contar que yo tengo un mini tamagochi como teléfono, nada moderno como ella, en fin, fue hermoso mis 5 minutos en el paraíso, de vuelta a la realidad donde sigo siendo el chico Taiwanés que viene con ganas de ser alguien en la vida, no tengo tiempo para pensar en chicas princesas, ¡Uff! Sí tan sólo pudiera volar y llegar directo a mis objetivos, todo sería diferente.

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⏰ Última actualización: May 17, 2016 ⏰

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