Maniático del control

" amor? "

Narra Theodore:

Después de pasar un rato con mi familia en la cama fui a arreglarme en mi cuarto.

Me coloqué un pantalón hasta las rodillas color café con una camisa polo color rojo y unos zapatos.

Me coloque perfume cepillo mis dientes y le pedí a Taylor que me llevara al hospital en donde podría estar con mi amada Sarah.

Al llegar al hospital subí de inmediato y me encontré con Leila que estaba hablando con una de las enfermeras.

-Hola señora Hyde. Digo yo amablemente

-Ted, gracias por venir de nuevo. Dice y me abraza.

-por Sarah todo, en verdad señora Hyde yo amo a su hija. Le digo.

-yo lo se pequeño, en verdad te pareces mucho a tu papa. Me comenta ella.

Yo le regalo una sonrisa y la enfermera me informa que el doctor me estaba esperando en su consultorio, Leila me informa que va a ir a la cafetería que me dejaba a cargo de Sarah.

Ay mi pequeña morena, en verdad me lastimaba mucho verla en esa cama llena de cables, maquinas y oxigeno.

Ella no se merece esto y menos por un idiota como yo.

Yo tengo que recuperar a Sarah sea como sea o en verdad me dejo de llamar Theodore Raymond Grey si no lo consigo.

***

Mi mama ya me había dicho todo lo que había ocurrido pero todavía no daban noticias de mi hermana y mi sobrino, mi prima, Jeremy y mi tío ya los estaban atendiendo.

No sabia bien lo que ocurría pero pues en no podía bajar ya que ya le empezaron a quitar los medicamentos a mi morena.

-Ted, ya es hora. Escucho decir a Leila.

Dejo de pensar por un momento, tomo aire y me levanto de la silla, pienso al dar cada paso.

Cuando por fin llego al cuarto donde se encontraba mi amada vuelvo y respiro, esto tiene que funcionar.

-acércate. Dice el doctor.

Luego el doctor me explica que es exactamente lo que tengo que hacer.

Me dice que tengo que sentarme con ella en la cama, y empezarle a contar como nos conocimos y todas nuestras historias y ahí que esperar a ver como reacciona.

En verdad estaba pensando mucho en que contarle, no sabia si el parque de diversiones, la disco, su casa... Ya lo tengo! El baile de beneficencia.

-bueno, comienza. Dice el doctor.

Yo asiento.

-oye los voy a dejar solos. Dice.

Yo me siento en la cama y la tomo de su pequeña y fría mano.

-hola pequeña morena, yo se que me escuchas y pues no se, amor espero que despiertes pronto porque me haces mucha pero mucha falta, quiero que recuerdes cuando nos conocimos, o bueno mucho mejor que recuerdes la cena de beneficencia de mis abuelos, donde te pedí que fuéramos novios... nena permiteme hacerte feliz te lo estoy implorando juro que nunca te haré derramar ninguna lagrimas pero enserio hermosa no nos dejes, despierta. digo y las lagrimas salen de mis ojos.

ya no se que mas hacer, en verdad, la necesito.

recuesto mi cabeza en su mano y la aprieto fuerte, cierro mis ojos como si eso ayudara a despertar de esta pesadilla.