Capítulo 16

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-¡¿Qué?!- exclamó sorprendida, la quijada casi le llegaba al suelo

-Lo que oíste- cubrí mi rostro y lloré como si no hubiera un mañana

-¡¿ESTÁS PENDEJA O QUÉ?!- gritó retirando mis manos y dándome una bofetada -¡¿Cómo puedes decir eso maldita sea?!

-¡No la quiero! ¡No podré soportar tener otro hijo de Bruno! ¡Se me van a hacer difícil las visitas!

-¡Estás demente! ¡¿Cómo puedes quitar la vida a un ser inocente que no tuvo la culpa de nada de lo que hicieron sus padres?!- me quedé callada -Necesitas un psicólogo, me das asco- se levantó de la cama -Ten en cuenta que te estaré espiando- salió de la habitación y me quedé pensando: ¿En verdad voy a hacerlo?

Salí afuera un momento, necesitaba relajarme un rato. Me senté en el llano y miré al cielo, al hacerlo recordé a Natalie, mi bello ángel en el cielo. Ahora que lo recuerdo, no he ido a visitarla. Así que me arreglé y salí rumbo al cementerio.

Busqué cuidadosamente su tumba, hasta que por fin la encontré:

"Aquí yace: Natalie Bernadette Hernández Jones"

-Hola bebé- le hablé a la tumba y unas pequeñas lágrimas salieron de mis ojos -¿Cómo has estado mi pequeña? Te extraño mucho- acaricié la tumba -Te amo mi niña- quité unas flores secas de ahí y coloqué unas nuevas

Un recuerdo llegó a mi mente: fue cuando estaba en la universidad y había dicho lo mismo: no quería tener a Natalie para no ver a Bruno en las visitas.

Me abofeteé a mí misma y continué caminando, es y fue una idea muy estúpida.

Seguí caminando, rumbo a dos tumbas más, visité la de mi padre y caminé hasta la de Genesis.

La miré unos segundos y sonreí al recordar todo lo que vivimos.

-De seguro tú le hubieras cortado las bolas a Bruno- le hablé a la tumba y reí -De seguro tú me hubieras matado por lo que dije en la mañana, siempre quisiste lo mejor para mí, prometo cuidar a Romina por ti, gracias tonta- dejé las flores y me fui de ahí

(Thomas):

-Jam, ¿Podrías traerme la salsa tártara?- le preguntó Bruno -Es que ya se me terminó

-Ay ve tú hombre, la película está buena- dijo comiendo canguil

-¡Veeeee!- Jam rodeó los ojos y fue por la salsa

-Iré al baño- dije y me levanté de ahí, siguiendo a Jam

-Como si no pudiera levantarse y cogerla por sí mismo- murmuró con rabia

Se acercó al armario donde estaban las salsas, yo sinceramente no podía dejar de reír por lo que le pasará ahora. Abrió las puertas y de inmediato gran cantidad de pintura morada brincó hasta su cara.

-Jam, te queda mejor el morado que el negro en tu bello rostro- dije acercándome a él mientras reía como retardado

-Muchacho del demonio, ¡Fuiste tú!- exclamó enfadado y yo corrí hacia Bruno

Miré hacia atrás y me di cuenta de que me estaba siguiendo, por lo que corrí más rápido y, al llegar a Bruno, salté hacia él y lo abracé.

-Jam- dijo Bruno -¿Dónde está mi salsa tár...- miró a Jamareo y soltó una gran carcajada -¡POR MI CARROT, ¿QUÉ TE HAS HECHO?!- gritó riendo con los demás

-¡Fue Thomas!- exclamó señalándome, yo solo me limité a reír

-Dios este niño me ha sacado más carcajadas que nadie- dijo John abrazándome

Pero lo que John no sabe es que él será el próximo.

-Me las pagarás, cuida ese traserito de niño "bueno"- dijo Jam haciendo las comillas con los dedos

(Peter):

-¿Crees que deberíamos decirle a mamá sobre lo nuestro?- le pregunté a Pauleth, mientras jugábamos en el patio delantero de la casa

-No lo sé- dijo -¿Y si se oponen?

-¿Oponen?

-Hablo por... papá

-¡Ya te he dicho que a él no le metas en nada!- le alcé la voz

-¿Por qué? ¿Podrías explicarme por qué siempre hablas así de él? ¡Dime Peter! ¿Por qué nadie me explica por qué se fue? ¿Qué fue lo que hizo? ¿En dónde rayos está? ¡Y más te vale que me lo digas ahora!- me gritó y yo la miré con los ojos abiertos como platos

-No puedo decírtelo, nunca entenderás

-¡Peter por favor, tenemos la misma edad! Ahora dímelo o lo nuestro se acaba en este preciso momento- sus palabras me asustaron, debo hacerlo, no puedo perderla

-Bueno- suspiré -¿Recuerdas a ese niño que llegó aquel día en el que papá y mamá se pelearon?- asintió con la cabeza -Pues, él... es nuestro...- no pude seguir hablando, ya que una voz me interrumpió

-Disculpen niños, ¿Aquí viven las hermanas Jones?- me di la vuelta y vi a una mujer algo mayor parada en la puerta

-Emmm, sí- dije inseguro -¿Emilia y ______?

-¡Oh sí, ellas! ¡Puede llamar a ______ por favor!- dijo emocionada

-Claro- dije extrañado -Ten cuidado- le susurré a Pauleth al oído y entré a la casa -¡Mamá!- grité

-¡¿Qué pasa Peter?!- me gritó desde arriba

-¡Te busca una señora!

-¿Qué señora?- preguntó Emilia acercándose

-¿Qué te importa metiche?- pensé -No sé- dije y mi mamá bajó -Está afuera mami- los tres salimos al patio -porque Emilia se coló- y mamá se acercó a la señora

(_____):

-¿Sí? ¿En qué la puedo ayudar?- dije abriendo la puerta

-¿Eres ______? ¿______ Jones?- preguntó la señora mirándome asombrada y con los ojos cristalizados

-Emm, sí- respondí

-¡Dios al fin te he encontrado!- me abrazó y comenzó a llorar

-¿Perdón?- dije confundida

-_______...- sollozó -Mi niña... sé que nunca me has visto en toda tu vida, pero... soy tu madre

Mi pequeño secreto (Bruno Mars) // Segunda temporada "Enamorado por accidente"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora