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-Adriá, ¿te apetece venir a casa a comer?- pregunta Neizan con ilusión brillando en sus ojos- mi abuela esta deseando verte.

Vamos caminando de la mano por el centro de Madrid en dirección a ningún sitio. Todo está lleno de gente, una que nos mira raro, otra nos mira con ternura y otra con asco. Pero me da igual, me encanta ir así con Neizan.

-vale, ¿vamos al instituto a por la moto?- él asiente y nos encaminamos al instituto.


-a ver agarrate a mi para no caerte- le indico mientras se monta detrás de mi y rodea mi cintura con sus brazos, lo que hace que me estremezca y sonria.

-¿sábes donde vivo no?- me pregunta y apolla la cabeza en mi espalda mientras yo arranco la moto.

-cla claro, no tardaremos,relajate- pongo la moto en marcha y conduzco rumbo a su casa.


Cuando llegamos aparco la moto enfrente de su casa y nos bajamos. Me coje la mano y me arrastra hasta la casa.

-Hola abuela ya estamos aquí-chilla Neizan sin soltarme la mano.

-hola hijo, ¿cómo que estamos?-la abuela de Neizan aparece por las escaleras y se queda parada unos segundos escaneándome de arriba a abajo. Es una señora de la edad de mi abuela, 60 años mas o menos, con el pelo castaño con algunas canas, los mismos ojos de Neizan y un rostro pacífico.-Adriá ¿eres tu?- pregunta confusa y emocionada.

-sí soy yo- al instante se lanza ami y me abraza muy fuerte. Se separa de mi cojiendome de las manos y se separa un poco de mi.

-madre mia, estas enorme- me mira de arriba a abajo- y muy guapo- me mira a los ojos y después dirijela vista a Neizan que nos mira embelesado.

-¿cómo no me has dicho que venías con él?- le da una colleja a Neizan y a mi se me escapa una pequeña carcajada cuando Neizan se lleva la mano a la parte golpeada y se la frota.

-a sido algo repentino, señora, no sabíamos que híbamos a venir- le digo educado.

-como que señora, dejate las formalidades que te e cambiado demasiados pañales para que me trates de usted- dice divertida- llamame Marina- yo solo asiento sonriente.- voy a hacer la comida, ponte cómodo hijo- se dirije a mi- y tú sube y enseñale la casa a Adriá- Neizan asiente y me coje la mano para arrastrarme escaleras arriba. Me hace una pequeña guia turística por las habitaciones de la casa y por último entramos ala suya. Es más pequeña que la mia, con las paredes verdes oliva empaeladas de posters de millones de grupos, conforme reviso los posters voy viendo que yo tengo los mismos que él.

-¿te gusta mi habitación?- se sienta en la cama y se recuesta un poco.

-sí, creo que tenemos los mismos gustos musicales- mi vista se va a su mesilla de noche y veo un marco con una foto de dos niños de 2-3 años y el moreno le da un beso en la mejilla al del pelo cobrizo y este se pone colorado.

-¿sabes quienes son?- me giro y le veo observándome sentado en la cama. Yo niego.- pues el castaño soy yo y el pelirrojo eres tu.

-¿enserio?- me acerco y cojo el marco, me siento en la cama y él se junta a mi. Ahora que la veo más de cerca sí que se parecen a nosotros.

-siempre me a encantado esa foto,eras tán mono...- dice nostálgico.

-¿era? ¿y ahora que soy?-pregunto haciendome el indignado.

-ahora estas bueno, que estotalmente diferente.-dice obvio y siento el calor subir a mis mejillas.- pero también te pones monísimo cuando te pones colorado...- me pellizca la mejilla y yo le doy un palmetazo en el hombro no demasiado fuerte.- auch, me has echo daño mala persona- me mira haciendo pucheros y yo me acerco y le doy un beso en el hombro.

-¿contento bebé llorón?- le pregunto y me separo de su hombro.

-no- se acerca a mi y coje mi cara con sus manos, se acerca y me besa. Tardo unos segundos en reaccionar pero al final le correspondo el beso, introduzco mi lengua en su boca y empiezo a jugar con al suya.

-la comida esta....- se abre la puerta de pronto y intento separarme de Neizan pero sus manos me lo impiden. Dejo de hacer fuerza y él se separa unos milímetros de mi.

-ya bajamos- no deja de mirarme y la puerta se cierra.

-estas loco- le digo y le doy un pequeño pico- nos ha visto enteros.- digo divertido y junto nuestras frentes.

-tranquilo, ella es de confianza-se acerca un poco a mi y muerde mi lábio inferior.


-y ¿desde cuando estais saliendo?-preguntó la abuela de Neizan y yo me atraganté con la coca cola que estaba bebiendo.

-Abuelaaaaaa- reclama Neizan y yo me recompongo.

-solo es curiosidad hijo, además siempre habeis echo muy buena pareja- Marina se levanta y recoje los platos de la comida y se vuelve a sentar dejando unas natillas con galleta caseras delante nuestra. Yo abro los ojos y me lamo el labio.Me encantan las natillas caseras.- de pequeño te las hacia y te encantaban, al igual que a Neizan- llevo la primera cucharada a mi boca y saboreo las deliciosas natillas.

-están buenísimas Marina- exclamo ilusionado y Neizan me sonrie de lado.

-y ¿me vais a decir ya cuando empezasteis a salir?- pregunta la abuela de Neizan y el rueda los ojos.

-creo que las natillas han sido un soborno para que hablemos- me susurra neizan lo suficientemente alto como para que lo oiga su abuela.

-no es un soborno- Marina le da un pequeño golpe en la nuca a Neizan y este se soba la parte golpeada.-y ahora empezád a hablar.- se cruza de brazos.

-hemos empezado a salir esta mañana-narra orgulloso Neizan y me da un beso en la mejilla. Al acto me pongo rojo.

-sois monísimos- dice entre suspiros Marina y nos mira con ternura.


-debería irme a casa, mis padres me estaran poniendo en busca y captura- soltamos una pequeña carcajada y me da un pico, apolla su frente en la mia y me sonrie.

-hasta mañana- me da otro beso,que se va intensificando, coje mi cintura y la acerca a la suya, el roce de nuestros miembros hace que suelte un pequeño gemido en su boca y él sonria victorioso. Separo nuestros labios y apollo mi frente en la suya y cuando estoy a punto de darle un último beso,una voz bastante grave se dirije a nosotros.

-fuera de mi casa- me jiro y veo aun señor mayor, con bastantes canas.

-se va a ir cuando quiera- dice brusco Neizan.

-no me dirijo a él, te digo a ti-el hombre nos mira furioso-fuera de mi casa, no pienso vivir en el mismo techo que un maricón.- dice su abuelo con asco.

-¿qué está pasando?- pregunta Marina desconcertada saliendo de la cocina secándose las manos con un trapo.


-vete a la mierda abuelo- Neizan coje mi mano y sale disparado de la casa.

Orgulloso de ser gay Donde viven las historias. Descúbrelo ahora