Terrible Love [completa]

Capítulo 4

Mi corazón saltaba en mi pecho, sentía una ansiedad incontrolable. "Voy para allá" fueron las últimas palabras que había mencionado a la alarmada voz del otro lado de la línea. Pero la realidad era que no sabia como saldria sin tantas preguntas. Trague saliva mientras colgaba mi teléfono. Me voltee y los ojos de Stefan estaban en una mueca expectante.

—¿Todo bien? —preguntó con un deje de preocupación. Asentí cerrando los ojos levemente—, ¿pasa algo? —volvió a preguntar ante mi respuesta muda.

—Es Rebekah, ya sabes como se pone cuando pelea con Matt —él rodó los ojos. Levante el teléfono moviendolo—, iré con ella, estaba muy alterada.

—Voy contigo —dijo levantándose para vestirse.

—No es necesario —murmuré, caminando hacia el armario. Tome la ropa más accesible, y empecé a colocarmela.

—Pero no quiero que vayas sola —él empezó a vestirse.

Cerré los ojos y rogué por algún milagro. Yo no iba a ver a Rebekah, iba porque Damon me necesitaba y entre más tiempo pasaba, mi preocupacion crecia al por mayor. Un teléfono empezó a sonar, chequee el mio y después dirigí mis ojos hacia Stefan. El tomo su telefono y contesto, se quedo mudo por un momento asintió con cansancio. Yo termine de vestirme, me puse los zapatos y tome mi bolso.

—Está bien, estaré allí —colgó la llamada y se puso los zapatos.

—¿Qué pasó?

—El Dr. Finn necesita que haga guardia. Tendrás que ir sola a ver a Rebekah —asenti fingiendo que me dolía que no fuera acompañarme.

—Le diré a Rebekah que le mandas saludos.

—Te llamo cuando salga —se acercó a mí y me dio un suave beso—. Te amo.

Salió de la habitación y yo le seguí el paso. Deje que saliera. Escuche su auto marcharse, con rapidez corrí hacia el mío. Avente mi bolsa en el lugar del pasajero y tome mi teléfono. Marque el número y su voz seguía en llanto.

—¿Elena, ya vienes? Dime que ya vienes —tome un respiro y calme mi mente.

—Si Bonnie, voy para alla. Escúchame, quiero que vayas al baño y llenes un balde con agua fría, toma una toalla, mojala, exprimela hasta que no salga agua y moja su rostro. Ya estoy acelerando, pronto estare alli.

Colgué la llamada y tiré el teléfono molesta hacia un lado. Mis lágrimas me traicionaron y empezaron a empapar mis mejillas. Cómo podía ser tan idiota, pero sobretodo, como podía ser yo la causa de lo que estaba pasando. En los tiempos cuando era una niña, mi padre solía contarme cuentos donde la princesa luchaba por el amor de su príncipe, matando al final a ese villano quien quería interponerse en el amor de esos dos. Esas historias me causaban lástima, no me sentía feliz por cómo acababa el villano, él había cometido esos actos por amor, y si esa no era prueba suficiente para la princesa de quien la amaba mas, no la entendía. Mi relación con Damon no había empezado de la nada, ni tampoco porque quisiera serle infiel a Stefan, había sido algo más fuerte. Damon era el villano al que yo admiraba, al que yo siempre encontré interesante, del cual yo en la historia, me enamoraba. Damon en verdad era un verdadero villano, y yo era la estupida quien moría por él.

Frene el auto, tome mi bolso y salí de este corriendo. Entre rápidamente al complejo y ni siquiera me dirigí al ascensor, solo empecé a correr escaleras arriba. En el cuarto piso se encontraba el suyo. Llegue hasta la puerta y toque con desesperación. Las pisadas aceleradas se dejaron escuchar. Los ojos rojos, mojadas de Bonnie me recibieron. Me negó con la cabeza y me dio el paso. Corrí sin prestar atención, que casi había empujado a la chica por entrar. Me tiré de rodillas cerca del sofá. Damon estaba tirado en posición fetal, con la respiración entrecortada. Su piel estaba fría al tacto. Tome la toalla y la moje en el balde que al parecer Bonnie había llenado.