Punto de Quiebre ~

Sueños?

No... detente....no- una no tan pequeña Frisk se movía pesadamente de un lado a otro navegando entre sueños, había un roció de sudor frio en su frente y su manos estaban fuertemente sujetas a su sabanas.

Frisk? Frisk?! - se escuchaba alguien que decía en voz alta su nombre mientras subía apresuradamente la escaleras para abrir de golpe la puerta.

Mi niña, tranquila aquí estoy - decía al mismo tiempo que se sentada a la lado de ella para empezar a pasar una mano sobre su frente mientras susurraba - mi niña, estas soñando despierta, todo está bien - A su madre adoptiva le preocupaba tener que despertarla en ese estado pero aquello ya había pasado tantas veces, que había aprendido no se detendría pronto - Mi niña abre los ojos, por favor..- le sacudía suavemente el hombro

Nooo!!! - Frisk se incorporó de golpe mientras levantaba la mano intentando atrapar algo que no estaba ahí, luego miro a Toriel con una mirada confundida como si no entendiera que hacia hay - ..... Mamá? .... Gracias a los dioses- se fue directo a sus brazos para abrazarla fuertemente mientras hundida su cabeza en su hombro, silenciosas lágrimas brotaban de los ojos de la humana mientras abrazaba fuertemente a Toriel como si temiera que desapareciera.

Ya .. ya, todo está bien mi dulce niña, aquí estoy - intentaba consolarla dándole pequeñas caricias en la cabeza- todo está bien ahora - la pequeña temblaba ligera mente mientras se aferraba a su abrazo - sea lo que sea que viste fue un sueño, nada es real.

No... no lo es...- suspiro varias veces, parecía irse calmando poco a poco, luego de unos minutos la soltó para volverse acomodar en la cama y empezar a secarse con sus mangas- ya estoy bien, perdón por preocuparte sé que esto ya fue demasiado, siempre te estoy molestando.

Ohh mi niña no digas eso, yo solo quiero que estés bien. Yo quisiera poder ahuyentar lo que sea que te esté asustando de esta manera. - como siempre la voz de su madre tiene esa calor que parecía reconfortarla asta en los peores momentos.

Gracias pero de nuevo no recuerdo que fue, en cuanto abro los ojos puff! todo desaparece, menos los sentimientos... solo quisiera dejar de preocuparte perdón.- ella estaba frustrada sus "pesadillas" no solo la afectaban a ella sino también a su madre. Entre las personas que más adoraba en el mundo Frisk, estaba su madre como una de las principales. La había adoptado, le había dado amor y cariño, hasta la había protegido en su momento contra los deseos del Rey.

No te preocupes y no te disculpes, sea lo que sea que vez o sientes tienes que entender que no es real, aquí estoy y tus amigos también -

Lo se, gracias por despertarme.... de nuevo-

No es nada mi pequeña, además ya está amaneciendo de todos modos, que tal si preparamos tu desayuno favorito o es más! Qué tal si empezamos el día dulcemente con un pie?

Sí, suena delicioso, pero quisiera descansar un poco más prometo bajar en un rato, solo quisiera relajarme un poco más jeje- Toriel conocía esa sonrisa forzada, ella aun tenía miedo pero no quería preocuparla más, a veces era mejor darle su espacio.

Segura? - Frisk solo asintió levemente con la cabeza- Bueno entonces iré preparando un almuerzo ligero para después - se acercó para darle un beso en la frente antes de pararse de la cama - cualquier cosa sabes que estoy abajo, si? -

Sí, estoy bien solo, además prometí ir con Papayrus en la tarde a jugar tengo mucho de no verlo- decía con esa sonrisa que a Tori no le acaba de convencer

Bueno, descansa dulzura-

Cuando se cerró por fin la puerta Frisk sintió como un peso se quito de encima de sus hombros, se dejó caer en la cama y estiro ambos brazos para ver su manos, aun temblaban, desde que se había levantado se sentía como una enorme gelatina pero ya no quería que su madre la viera así, había pasado algunos meses desde que había comenzado el problema de las pesadillas, cuando exactamente? No tenía ni idea. Lo más frustrante para ella no era la falta de sueño si no la falta de recuerdos, cada pesadilla era exactamente lo mismo despertarse gritando, sudando y agitada para al final abrir los ojos y que por arte de magia todos los recuerdos de la supuesta pesadilla se desaparecieran, era pelear contra algo que no conocía y eso era lo que la carcomía por dentro.