A los pocos segundos, se separan dejando ver en sus caras una sonrisa de embobados.
- Tenemos que hablar -dice Castle mirando fijamente a Kate.
-Lo sé pero tiene que ser ahora mismo? -dice ella mirando a Lanie que esta con una cara de alucinada con lo que acaba de pasar.
-Vamos - dice Castle cogiendo de la mano a Kate y sacando rápidamente antes de que la forense haga alguna pregunta del beso.
-¿A dónde vamos? –Dice Kate interrogando a Castle con la mirada.
- A tu casa para poder hablar, en mi casa están Alexis y mi madre y no querrás hablar delante de ellas? - Dice riendo.
- No, no quiero, pero ya que te invitas tu solito, pagas la cena. –Dice ella haciéndose la graciosilla.
- Vale – Dice él dándole un beso rápidamente antes de que nadie de la morgue pudiera verlos.
Un rato después
Kate abre la puerta dejando pasar a Castle con la cena que se dirige a la mesita al lado del sofá.
-¿Quieres una cerveza?- le pregunta ella mientras Castle asiente con la cabeza.
Al cabo de un cuarto de hora solo se escuchan las risas de los dos tortolitos que cada vez están más juntos.
- ¿Kate, tú y yo que somos? -dice Castle totalmente serio y mirando fijamente a los ojos de Kate.
- Castle, tú eres un hombre inteligente, a veces te comportas como un niño, eres un padre genial – Castle pone una cara de no entender nada - lo que quiero decir, es que eres un gran hombre porqué querrías estar con una mujer como yo? Si puedes elegir entre todas tus admiradoras. ¿Qué tengo yo, de diferente a todas tus ex mujeres?
- Kate eres una mujer extraordinaria, autosuficiente, a veces frustrante - dice poniendo cara de cansancio - te quiero porqué eres totalmente diferente a mis ex mujeres, eres autentica - dice acercándose y se queda a milímetros de sus labios - y eso es lo que quiero - finalmente se besan con rabia sacando toda esa tensión que llevan guardando desde hace bastante tiempo, mientras se intentan quitar como pueden la ropa del otro, se van como pueden a la cama.
Se besan, se desnudan, se acarician jadeando, demostrando su amor. Los dos están demasiados excitados como para seguir postergando el máximo placer así que él se coloca protección y de una vez la embiste completamente, emparejan un ritmo que cada vez es más rápido. Los dos casi no pueden aguantar tanto placer, a los pocos minutos él siente como los músculos internos de ella se contraen alrededor de su miembro y se deja ir mientras inspiraba el olor a cerezas que tenia impregnado ella en su cuello. Sale de ella, tira el preservativo y abraza posesivamente a Kate por la espalda.
-Te quiero – dice ella antes de quedarse totalmente dormida.
- Yo también te quiero, no sabes cuanto... - dice Castle besando la cabeza de Kate antes de dormirse.
