Sábado por la tarde, había sido un día agotador. La tarde era fresca pese a que brillaba el sol. Por la mañana estuve ayudando a la tía Molly con la limpieza y, como siempre, las dos acabamos destrozadas pese a que desde que llegué a Lafayette hace tres años reorganizamos la casa a menudo para evitar que la casa sea una pocilga. Pero aún así hoy hemos tenido que trabajar muy duro. Siempre acabamos guardando todo en cajas las cuales dejamos abandonadas en las habitaciones vacías. Tía Molly y yo estábamos en la sala de estar, ella con un libro y yo con una revista, las dos disfrutando de una taza de café.
—Mandy, ¿hoy no vas a salir con tus amigos?
—No lo sé, supongo —respondí en voz baja mientras leía una revista.
—¿Qué tal lo pasaste ayer en el concierto y en la fiesta? Pensé que vendrías más tarde, pero al final te escuché llegar a las once.
—Lo pasé muy bien, los chicos tocaron muy bien pero a la gente no le agradó mucho y Billy se enfadó. Y respecto a lo otro estaba bastante cansada y tenía muchas ganas de dormir.
—Oh, vaya. ¿Y Jeff? ¿Él también se enfadó?
—Jeff... no, él estaba muy contento con la actuación —contesté pensando aún en lo sucedido ayer.
—Bueno, entonces lo pasaste bien, ¿no? Eso es lo que importa —tía Molly sonrió y tomó un sorbo de su café.
—Sí, supongo —sonreí de lado.
Llevaba toda la mañana pensando en la escenita de ayer y, sobre todo, en mi patética forma de actuar. Sí, para mí era patética, impropia de mí. Siempre trato de actuar con madurez pero ayer me enfadé como una auténtica cría. Jeff es solo mi amigo, nada más, no debería estar celosa pero aún así lo estoy. Él tiene derecho a estar con quien quiera y cuando quiera, pero aún así tengo ganas de golpear a esa rubia a la que estaba besando con tanta pasión. Sí, realmente estaba celosa de ella pese a no conocerla de nada.
—Mandy, es William, ven a la puerta —tía Molly me despertó de mis ensoñaciones y caminé hasta la puerta, donde estaba parado William.
—Buenas tardes Mandy, ¿te apetece venir al parque con unos colegas? —preguntó en tono algo suplicante.
—Bueno, vale, no tengo nada que hacer. Supongo que salir de casa no le hace daño a nadie, ¿no? —sonreí a mi amigo y caminamos hacia el parque.
—Mandy, sé que hay algo que te molesta desde ayer por la noche en la fiesta, ¿me equivoco? —rompió el silencio con aquella incómoda pregunta.
—Justo de lleno, ¿tanto se nota? —dije riendo.
—No mucho, pero para alguien que te conoce tanto como yo es muy fácil notarlo —sonrió de vuelta.
—A ver, no sé como explicarlo, Billy. Ayer cuando me pediste que fuera a buscar a Jeff para preguntarle sobre el próximo recital subí a las habitaciones tras estarle buscando durante un buen rato por toda la casa. Y lo encontré, él estaba en una habitación junto a una chica a la que estaba besando. Si hubiese entrado un par de minutos más tarde hubiera sido peor —respondí algo seca.
—A ver si lo he entendido bien. ¿Me estás diciendo que vistes a Jeff con una chica en la cama?
—Exacto.
—Mandy, lo que te pasa es que estás celosa. El Doctor del amor Rose dice que no es nada grave, no vas a morir por eso —dijo en tono burlón.
—¡William! —le golpeé en el brazo mientras reíamos.
—Vamos tonta, es la verdad. ¿Sabes? Mandy, para mí eres una chica genial, tal vez la chica perfecta, pero para mi desgracia no eres para mí. Yo no sería capaz de hacerte feliz, por eso decidí renunciar a ti. Prefiero tenerte como amiga antes que hacerte una chica infeliz a mi lado —confesó con tranquilidad mientras me miraba.
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It's So Izzy |Guns N' Roses|
Fanfic¿Qué pasaría si te tuvieras que marchar a un país totalmente distinto al tuyo sin tus padres? Esta es la historia de Amanda Pérez, una chica española de catorce años que vive en la España de los años 70. Su vida cambia por completo el día en el que...