Los rumores en la escuela eran quizás la peor parte de la vida estudiantil, más aun cuando eres parte de aquellos.
Sehun y yo éramos la pareja homosexual de la escuela, lo que por obvias razones nos convertía en el centro de atención de todos y más si se trataba de rumores. Sin embargo, me negaba a creer en que aquel rumor que ha estado circulando desde hacía unas semanas sea verdad, porque sé que no es cierto, claro que no.
Depositó mi cuerpo con suavidad sobre el colchón, posicionándose entre mis piernas mientras su mano libre se metía por mi camiseta y daba con mi pezón. Jadeé con fuerza sobre sus labios.
La mirada de Sehun era vidriosa a causa de la lujuria, sus pupilas dilatadas a tal punto que me era difícil diferenciar el iris de su pupila.
Si me miraba de esa manera, ¿Cómo podrían ser ciertos esos rumores de que me estaba engañando con una chica? Era ilógico.
Su lengua caliente y húmeda se abrió paso por mi boca hasta encontrarse con la mía, iniciando una danza sin término, una lucha que él siempre terminaba ganando. Mis manos, que estaban en su espalda, bajaron por su piel desnuda, con la yema de los dedos rozando apenas esa suavidad que tantas veces me di el lujo de disfrutar. Reí ligeramente por el inesperado estremecimiento de su cuerpo cuando llegué a su espalda baja.
—No hagas eso. —susurró con sus labios bajando por mi mandíbula.
— ¿Por qué?
Simuló una embestida contra mi muslo y no pude evitar gemir al sentir su dureza.
—Porque haces que me ponga aún más duro y duele, amor.
Me volvía loco, me hacía dejarlo todo y entregarme a él como nunca antes lo hice con nadie.
Nuestros cuerpos desnudos rozándose, al fin compartiendo ese calor tan abrasante y abrumador que alteraba mis sentidos y me hacía sentir cada sensación a flor de piel.
¿En qué mundo un novio infiel podría empeñarse tanto en acariciar de la manera más amorosa a alguien que no fuera su amante? Todos esos hijos de puta eran unos incrédulos y envidiosos.
Cuando dos dedos se introdujeron de golpe en mi entrada, tiré la cabeza hacia atrás y me hundí en la almohada. Mi boca se abrió, mas no salió ningún sonido de ella y Sehun aprovechó aquello para besarme nuevamente.
Sus dedos marcando mi cadera, otros dilatándome y preparándome para él, su boca entretenida devorándose a la mía y su pene haciendo fricción sobre mi pierna.
Estaba tan malditamente excitado que cuando introdujo un tercer dedo y rozó mi próstata, no reprimí el sonoro gemido que salió de mi garganta.
—Sehun, por favor —rogué, sintiendo como pequeñas lágrimas se acumulaban en la comisura de los ojos—, fóllame y hazlo duro.
Su sonrisa lasciva fue la gota que rebalsó el vaso. Sacando sus dedos y arrodillándose al centro de la cama, tomó mis tobillos y me acercó a su gruesa erección, la cual se alzaba casi con orgullo y con las venas marcándose alrededor de su longitud.
Mierda.
La alineó con mi entrada y, tomando mis caderas con fuerza, me penetró de un embiste; brutal y duro, como si de hombre de las cavernas de tratase.
Hice puños con las sabanas a los costados de mi cuerpo y me mordí el labio con fuerza para evitar gemir tan fuerte, algo horriblemente difícil cuando Sehun embestía una y otra vez con la misma velocidad e intensidad.
Mi espalda se arqueó cuando puso mis piernas en sus hombros y tuvo más acceso a mí, jodiéndome tan duro que juré me partiría en dos. De pronto, detuvo sus movimientos y salió de mi interior, sentándose en la cama y dándome una mirada sensual.
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stone cold » hunhan.
Short Story❛El amor ciega, abruma y nubla con su densa capa de ignorancia. El único error de Luhan fue amar sin límites. ❜ ✧One-shot. ✧Basado en la canción "Stone cold". ✧Prohibida su copia o adaptación.