Volverte a ver~ One-shot Midotaka

Cuando el frio llegue te seguiré esperando

Parece ser que el tiempo pasa más rápido del que quisiera, eso he pensado en mas de una ocasión, son cerca de las 3 de la tarde, apenas logre salir del trabajo, hace un año que termine la escuela y de no ser por este trabajo de camarero no se lo que haría. Mis pies me han llevado a donde menos lo pensé, de todos los lugares donde pude conseguir trabajo tenia que ser exactamente este, el sitio donde lo vi por ultima vez, nuestro sitio especial.

Sin pensarlo mucho nuevamente me vi sentado en esa pequeña fuente, esa que presencio nuestro primer beso, nuestro primer te amo, ahora que lo recuerdo el se veía muy gracioso, la cara completamente roja, sus lentes un tanto empañados, debatiéndose en que decirme, en como explicarse...saben...muchas veces pensé que ese sería el único mal rato que me haría pasar, me equivoque.

-Basta de recuerdos Takao, hay una chica que te espera, y te reprenderá por la hora

Me levante y emprendí de nuevo el camino, ese fue un buen recuerdo, claro que si, pero tengo otros mucho más preciados, y esa chica que me espera esta en cada uno de ellos. Puedo jurarles que nunca conocí el amor verdadero hasta que ella llego a mi vida, con aquellos ojos verdes tan hermosos, y esa sonrisa tan cautivadora, en este poco tiempo que tenemos juntos me hace pasar tantos corajes por esa misma belleza, y es que es imposible que quien la conozca no quiera llevársela de mi lado. Kise en más de una ocasión me ha jurado que se fugará con ella, incluso Kuroko me a amenazado en que si no cuido de ella como se lo merece alguien vendrá y se la llevará, el incluido, mi amor por ella es tan grande que no soportaría estar lejos ni un segundo, es mi más grande tesoro.

-Otoochan! llegas tarde

Y como predije, ahí esta ella, con su mochila en la espalda y con sus bracitos cruzados a la altura de su pecho, su carita muestra ese singular puchero que muchas veces mi madre ha dicho que sigo haciendo, y bueno, me alegra que ella sea tan parecida a mi...al menos en cuanto a personalidad, claro esta, ya mi cruz sería muy grande si ademas de tener que verlo a él en sus ojos también fuese igual de tsundere, eso si que sería muy irónico.

-Lo siento Shin-chan, me entretuve un poco en el parque cerca de mi trabajo

-Otoochan debería ser menos distraído nonadayo!

-Moo~ no seas mala conmigo, ¿que puede hacer Otoochan para compensarte?

-un helado para empezar no estaría mal

-Pero si estamos a nada de empezar invierno Shin-chan...

La mire un tanto dudoso, pero esos ojitos verdes comenzaron a brillar de esa manera en que ella sabía no podía resistirme, suspire pesadamente y la tome de la mano mientras ella sonreía, ya sabia que le daría el dichoso helado, no podía decirle que no, no al amor de mi vida, el pequeño regalo de ya 6 años que él me había dejado.

Su nombre es Midorima Shinako, y si, como escucharon, Midorima, es hija de ese chico tsundere capaz de encestar desde cualquier parte de la cancha, el as de Shutoku, y claro también mía, no entraré en detalles, solo paso lo que pasa cuando te ganan las hormonas y olvidas llevar globo para la fiesta; cuando me enteré, wow, fue lo mejor que me pudo haber pasado, fue el rayo de sol que necesitaba en aquel momento de mi vida, fue mi motivo para seguir, y lo sigue siendo. No niego que me llene de dudas, no sabia que sería de mi, mucho menos de ella, pero todo mal pensamiento desapareció cuando escuche su hermoso corazón latir por primera vez, aun recuerdo el drama que le arme al doctor por que pensé que latía demasiado rápido.
Lo siguiente si que no fue tan bello, los ascos, mareos y siestas cada 30 minutos fue lo peor, pero se recompenzo cuando sentí su primera patada, y valla que pateaba fuerte, mas en las noches, ahi es cuando termine de confirmar que era leal hija de mi Shin-chan, con sus muy malos hábitos nocturnos y manía por tenerme despierto toda la noche, mi Shin-chan...no sabes cuanto hubiese dado por que estuvieras conmigo en esos meses, cuantas veces necesite de un abrazo, de un beso, de un "no seas idiota Bakao, todo saldrá bien" hasta hoy sigo queriendo escuchar eso, mas de una vez lo he necesitado.