Drive

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My hands wrapped around your stick shift
Swerving on the 405, I can never keep my eyes off this
My neck, the feeling of your soft lips
Illuminated in the light, bouncing off the exit signs I missed

All we do is drive
All we do is think about the feelings that we hide
All we do is sit in silence waiting for a sign
Sick and full of pride
All we do is drive

And California never felt like home to me
And California never felt like home
And California never felt like home to me
Until I had you on the open road and now we're singing

Your laugh, echoes down the hallway
Carves into my hollow chest, spreads over the emptiness
It's bliss
It's so simple but we can't stay
Over analyze again, would it really kill you if we kissed

All we do is drive
All we do is think about the feelings that we hide
All we do is sit in silence waiting for a sign
Sick and full of pride
All we do is drive

And California never felt like home to me
And California never felt like home
And California never felt like home to me
Until I had you on the open road and I was singing

☔🚘

Llovía y los parabrisas se movían de un lado a otro como unas dos veces por segundo. Llovía y sus lagrimas recorrían un pequeño camino por sus mejillas. Llovía y su mente navegaba entre errores y dolor. Llovía en esa noche de septiembre dónde todos podían estar disfrutando dentro del gimnasio de su instituto, con ponche, música y su pareja ideal, o simplemente alguien con quien perder la virginidad. Todos menos ella, quien lloraba...
Sus ojos permanecían cerrados, en cuanto escuchó unos nudillos golpeando la ventanilla del piloto, los abrió y se apresuró a quitar rapidamente con la yema de sus dedos el desastre que había formado su maquillaje, se dirigió a mirar la persona que lo hacía. Era él, Stiles.
Bajó la ventanilla entre sollozos, respiró hondo y le miró.
- Te estaba buscando...-dijo mirandole fijamente a los ojos llorosos de ella- ¿todo bien?
Se limitó a negar volviendo a soltar lágrimas. Abrió su puerta dándose cuenta que el chico estaba realmente mojado, Stiles, se metió como pudo en el mismo asiento y volvió a cerrar la puerta, se quitó su chaqueta y la dejó en los asientos de atrás quedando con una camisa larga blanca. Lydia soltó una pequeñita risa y desabrochó su corbata ayudándole a deshacerse de ella. Así fue. Y ambos se quedaron en silencio, un buen rato. Escucharon el agua caer sobre los cristales cada vez con más intensidad. Y la noche se hizo más oscura tras la nubosidad.
- ¿Para qué me buscabas?-Lydia rompió el hielo, muchísimo más tranquila, Stiles miró sus ojos y sonrió muy levemente al notarla mejor.
- Pues...para hablar, o bailar, o charlar...-la miró y se encogió de hombros- sólo quería estar contigo, ya sabes, pasar el rato...
- Yo sólo quería irme de aquí-soltó un suspiro. Stiles dejó una mano apoyada en su muslo y lo acarició suavemente.
- No me importa lo que te hayan hecho Lydia, sólo quiero que lo olvides todo de una maldita vez y que seas tú misma de una vez por todas.
- Vete-espetó sintiéndose dolida.
- No Lydia. No te voy a dejar tirada como todos.
La chica miró los ojos café de él y le abrazó tan fuerte como pudo, como el espacio se lo permitía y se quedó en su cuello varios segundos. Cerró sus ojos y dijo:
- Gracias Stiles...
El chico acarició su espalda subiendo y bajando su mano por el vestido de ella. Él lo tenía muy claro, daría su vida por esa chica, lo haría todo por ella.
Lydia se separó del cuerpo del chico y se cambió al asiento de al lado, Stiles, sin entender el gesto, continuó perdido en aquella belleza.
- Arranca- soltó ella poniéndose el cinturón de seguridad.
Stiles frunció el ceño y la imitó. Lydia volvió a mirarle y repitió:
- Stiles no pienses, arranca.
- ¿A dónde quieres ir?-preguntó él aun confundido.

- Eso no importa, sólo conduce
[...]

Ella, observaba atentamente cada vez que las manos del chico se enredaban en el cambio de marchas sin tener absolutamente idea adónde se podían estar dirigiéndose.
Él, prestando atención a los coches que pasaban a su lado, en conducir, pero sin poder evitar echar un vistazo a la chica de su lado. Mirando esos reflejos de color naranja, ya secos, que caían por sus hombros, recibiendo una sonrisa por parte de ella. Dejando que esa noche de septiembre les llevará adónde quisiera el destino.
Ella, recordando la sensación de sus propios labios suaves contra su cuello, diciendo su nombre, agradeciendole todo lo que siempre ha hecho por ella en dos sencillas palabras.
Ellos, todo lo que hacían era conducir. Todo lo que hacían era pensar en sus sentimientos escondidos. Quedando en silencio esperando a alguna señal, enfermos y repletos de orgullo. Todo lo que hacían era conducir.
Ella, sentía que California nunca fue un lugar para ella. Él, sentía que California nunca fue sitio para él. Pero ahora estaban juntos recorriendo las miles carreteras que el destino les había construido.
Y el silencio había desaparecido, ahora, sus risas llenaban el ambiente. Su risa hacía abrir un hueco del corazón de ella y extenderse, propagarse como una enfermedad y hacerle sentir el verdadero éxtasis.
Y seguía lloviendo, y los parabrisas bailaban de un lado a otro.
El coche ya parado, y ambos escuchaban las gotas caer y la baja sintonía de la radio.
- ¿Stiles...?
- ¿Mhm...?
- ¿De verdad te mataría si nos besaramos ahora mismo...?

Badlands [STYDIA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora