Desde Esa Madrugada

Capitulo 1

-PAMM!!- Alguien había tirado la puerta que da al patio trasero

Me lebante rapidamente y me puse mi bata, la até y agarre el banco que tenia en frente de mi escritorio. Seguidamente. Me puse al lado de la puerta para ver por el espejo del pasillo al ladron.

Lo vi...
Era bastante joven...unos 13 o 14 años, tenia unos ojos hermosos, pero no pude ver su rostro porque tenia una mascara. ¡¡Wendy en que estas pensando!! Me dije a mi misma.

Vi que el ladron se asercaba a el pasillo, no tenia ni un arma, ni tampoco un cuchillo; o por lo menos eso se notaba a primera vista.

No se de donde saque esas agallas pero salí bruscamente de mi habitación quedándome frente a el.

Rapidamente, le pegue fuerte con el banco en su brazo, asiendo que el se golpeara con la pared y callera mareado boca abajo al suelo.

Tiré el banco al suelo, rapidamente con unas de mis pulseras elásticas que tenia en mi muñeca, até sus manos y pies, asi el no se movería.
Corrí a agarrar el telefono que estaba en la sala de estar para llamar a la policía pero escuche que el ladrón dijo algo.

-No lo hagas!! Por favor. Yo no queria robarte nada. Pero no me quedaba de otra, estoy solo en este mundo de mierda.- Dijo el.

Rapidamente escuche que estaba llorando. Di media vuelta y si, estaba llorando. Me a acerqué a el y el levantó su cara.

-No te preocupes no lo hare- Dije amable.

-Muchas gracias- dijo el llorando- perdón por intentar robarte, mi nombre es Marcos.-

-No importa, te perdono. El mio es Wendy.- Dije dándole una sonrisa mostrando un poco mis dientes.

-Me puedes desatar- Dijo -Por favor- Agregó.

Acto seguido, me agache para sacarles las pulseras elásticas con las que lo até.

Ya desatado se paró del suelo lentamente.Era mas alto que yo, lo cual es raro porque yo suelo ser más alta que los demas.

Vi como el se toco su nuca y luego vió su dedo, tenía un poco de sangre.
Acto seguido, tapé mi boca por lo que le abía echo a Marcos.

-Marcos, pe-pedor yo no quería go-golpearte tan fu-fuerte- Dije balbuceando- ¡Que bruta soy, ¿como le pude hacer tanto daño?.Pero era obio que le quería hacer daño en un principio, porque claro, era un ladrón.

-No importa, ¿tienes un botiquín?- Yo asentí - Sígueme - Le dije.

Acto seguido el me siguió. Estaba sacando el botiquín de un estante de mi casa. Dato curioso, mi casa no tiene ningun primer piso. Solo hay tres habitaciones, la mia, de mi hermano y la de mi madre, y un baño.
Volviendo al asunto. Estaba sacando el botiquín del estante cuando, pense que me íba a atacar pero; agarró un frasco de pastillas que se me estaba por caer, pero gracias a dios lo agarró.

-Casi casi- Dije riendo un poco. Nose como puedo ser tan inoportuna en momentos tan incómodos(como este). Como dise el dicho, la risa es contagiosa. El empezó a reirse conmigo.

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