El destino esta escrito, o eso dicen. Pero yo no creo totalmente en el destino, quizás es solo una casualidad y por eso todo acaba saliendo mal, porque no es tu destino.
Me dirigia hacia el control del aeropuerto con dos de mis mejores amigas, nos íbamos de viaje a Barcelona. Bueno en verdad íbamos todas mis mejores amigas y yo, solo que cada una iba de una forma distinta, nosotras Gigi, Mia y yo en avión, Lora Kath y Samy iban en autobús, y Jessica y Maria en ave, pero ellas ya estaban allí ya que íbamos a casa de padre de Jessica. Todas estábamos ilusionadas por poder viajar todas juntas a un lugar fuera de Madrid que no fuera a pueblos de alguna de nosotras. Recorrimos el aeropuerto haciendo un poco el payaso, típico en nosotras, cuando estábamos ya sentadas en el avión nos grabamos haciendo un poco el chorra. Yo había comprado un cuaderno donde todos los viajes que hiciera apuntaría cosas, así que se lo deje en el camino de una hora para que apuntaran chorraditas. Cuando llegamos muy a la pesar de mis dos amigas que querían irse ya, salimos fuera para que yo pudiera fumar. Nos dirigimos al metro para ir a la dirección que nos había dado Jess. Al llegar al destino, salimos para esperarlas fuera del metro, estaba lloviendo un poco y eso que estábamos en Abril! Pero bueno Abril aguas mil o eso dicen.
-Jess, Mer- las salude con un eufórico abrazo, llevábamos preparando este viaje bastante tiempo.
-Habréis hecho la comida no?- pregunto Mia un poco indignada ya que eran las 2 y llevábamos sin comer desde las 8 que habíamos desayunado. Ellas se empezaron a negar con la cabeza diciendo que se acababan de despertar las suertudas. Llegamos a casa de Jess, y dejamos la maleta para preparar la comida bajando al mercadona antes para ver que comíamos. Esperamos a las que venían en bus, y fuimos a buscarlas Jess, Mer y yo, ya que estábamos a 10 min andando de la estación de tren y autobús de Bcn. Por el camino no paraba de repetir lo mucho que me ilusionaba este viaje, que no me podía creer que estaba en Barcelona, tantas veces había querido venir que ahora con mis veinte años puedo decir que he estado en Barcelona.
Por la tarde decimos ir a ver la rambla y el puerto de Barcelona, cenando en un bar de la rambla. Al llegar a casa estábamos reventadas y mañana madrugábamos para ir a ver la Sagrada Familia y el Park Güell. Jess nos había dicho que tenia una sorpresa para nosotras por la tarde así que planificamos hacer todo por la mañana para tener la tarde libre para la sorpresa de Jess.
Al dia siguiente después de hacer nuestras respectivas visitas y perdernos un poco por Barcelona, Jess nos dio la sorpresa, y es que su padre conoce a uno de los dueños del Camp Nou, y íbamos a ver el partido del Atletico de Madrid contra el Barça, Jess era del Barça yo del Atleti y las demás del Madrid. Al llegar al Camp Nou fuimos a uno de los palcos para ver el partido.
-Estoy como un flan chicas os lo juro- dije sentándome al lado de Jess a lo que ella se empezó a reír.
El partido comenzó y me empece a cabrear porque era el minuto 35 y no habían anotado ningún gol ambos equipos, hasta que en el minuto 43 a dos minutos de la segunda parte marco Griezmann y me puse a gritar como una loca, escuchando las risas de mis amigas y los comentarios de queja de Jess. El partido acabo 0-1 ganando el Atleti y la verdad es que estaba bastante contenta.
-Bueno vamos para casa que paso de seguir aquí cabreada- añado Jess, salimos del estadio y nos dirigimos a casa para arreglarnos para irnos de fiesta, el padre de Jess conocía de toda la vida al dueño de Opium así que iríamos allí. Cuando llegamos a casa Jess llamo al dueño de Opium.
-Hola Carlos soy Jess la hija de Jordi.... ¿Cuanto?- Aparto el móvil de la oreja y nos dijo- Me esta diciendo que dos mesas del reservado vale 400, pero que nos lo deja a 200- nos empezamos a mirar y a negar con la cabeza, ni locas íbamos a pagar tanto por un reservado, así que Jess hablo con el dueño.- Carlos, preferimos que no sea reservado.... Vale pues cuando lleguemos te llamo para que salgas a por nosotras... Vale muchas gracias- Jess colgó y se sentó en el sofá suspirando.- Me ha dicho que la entrada cuesta 20 con una copa pero que vamos a entrar gratis.- Nosotras asentimos y empezamos a cenar para luego arreglarnos y salir.
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Cuando ya estábamos listas pedimos dos taxis para ir a la discoteca. Al llegar a la discoteca el ambiente era increíble, mucho extranjero pero todos con muchísima clase. Entramos a la discoteca y empezamos a bailar a lo largo de la noche se nos iban acercando los chicos y ya cansadas decidimos decir que éramos lesbianas, pero vimos que eso no daba mucho fruto ya que nos proponían trios y como que no. Así que nuestra ultima opción fue decir que nuestro novio estaba en la discoteca y eso si que funciono. Me fui con Samy a que me acompañara a fumar ya que es la que siempre me acompaña cuando salimos de fiesta porque la gusta salir a que le de un poco el aire. Cuando salimos nos sentamos en unas escaleras de madera que daban a la arena de playa, ya que todas las discotecas están a pie de playa.
-Tia.. Te tengo que contar algo- agrego mi amiga mirando al mar mientras jugaba con sus dedos.
-¿Que pasa? No me asustes-
-Lo he dejado con Miguel- dijo suspirando, yo pase mi brazo por su hombro dándola un pequeño apretón, mientras tiraba el cigarro ya consumido.
-¿Que ha pasado? si estabais bien- ella asintió mientras me miraba y solo soltó un suspiro.
-Me ha puesto los cuernos el cabron- Soltó una pequeña lagrima la cual se limpio antes de que resbalara por su cara evitando que el maquillaje se corriese.
-Sera capullo, tia no lo pienses esta noche, estas guapísima y lo sabes- soltó una pequeña carcajada- Esta noche vamos a beber tu y yo para ahogar nuestras penas- frunció su ceño como preguntándome porque iba a beber.- Bueno tía soy compasiva ademas estoy soltera joe y quiero un novio- nos empezamos a reír hasta que llegaron dos chicos interrumpiendo nuestra conversación.
-¿Os importa si nos sentamos con vosotras?- dijo uno de ellos, estaban detrás nuestra así que yo no sabia quienes eran pero por la cara que puso Samy al girarse y su asentimiento tan rápido de cabeza pude deducir que eran guapos-
