04- MI VIDA está llena de Secretos

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Kwon quería que el Maknae lo esperar afuera del departamento.

Yo no quería quedarme a solas con él, por lo que le rogaba a Seung Ri que se quedara un poco más y no soltaba su brazo.

Entonces fue cuando recordé las recomendaciones estrictas que el Doctor me había dado, y el juramento que tuve que hacer para que me dejara ir a casa...

Ese escalofrío me recorrió toda la espalda anunciando que algo peor se avecinaba.

Solté el brazo de Seung Ri y dejé de escuchar la voz de Kwon regañándolo, para dejarme caer al sofá que estaba detrás de mí. Sostuve entre mis manos mi pequeño vientre, sintiendo como se ponía duro ante una contracción.

Era el estrés, me había advertido Hyung que lo evitara... -no pienses en cosas inútiles, no puedes solucionar todos los problemas tu sola. Sólo trata de estar tranquila...- su ceño fruncido se acentuaba mas cuando me daba esos sermones.

No le había hecho caso.

Contuve la respiración mientras el dolor me atravesaba. Ninguno de los dos presentes parecía percatarse del temor en mi rostro, ni de las lágrimas que recorrían mis mejillas.

- ¡Te pedí que vinieras conmigo porque no podía conducir estando nervioso, no para que coquetearas con ella! - el líder me señaló y el maknae siguió su dedo. Me observaron detenidamente, al fin tomando conciencia de mi estado.

Golpee la mano de Kwon cuando intentó tocar mi vientre, pero permití que Seung Ri me cargara hasta la habitación. Aunque quisiera Kwon no iba a poder cargarme en sus brazos, hasta yo era consciente de eso.

No pude evitar mirarlo con resentimiento, sabía que era su culpa que mis nervios se alteraran... no lo quería cerca de mí.

Al llegar a mi cuarto el maknae me dejó suavemente sobre la cama, sostuve entre mis brazos a mi peluche con forma de dinosaurio y lo estrujé un poco.

Su perfume a vainilla me tranquilizó mágicamente y pude respirar con normalidad después de unos minutos. Acaricié mi vientre, sintiéndolo suave esta vez -Gracias Bingu...- le susurré al dinosaurio, limpié las lágrimas y levanté la vista para encontrarme con dos fantasmas pálidos que pretendían ser miembros de una Boy Band coreana, llamada Big Bang.

-Ya pasó...- dije y escuché como suspiraban, cayendo sentados sobre el suelo. - deben irse, antes de que Hyung llegue y los encuentre aquí...-me levanté la camiseta, revelando un pequeño bulto de cuatro meses. Coloqué ambas manos sobre él, necesitaba corroborar que otra contracción no se presentara.

Esperaba alguna señal de movimiento con ansias, pero todavía no lo había sentido dentro de mí. Se suponía que antes de los tres meses de embarazo una madre puede sentirlo...

-Ji Yong Hyung! E-Eso... tu t-tatoo- Balbuceaba el maknae señalando mi ombligo. Mi cara enrojeció al ver a Kwon sonreír como idiota.

Odiaba mi ombligo, parecía querer salirse de mí y mi complejo era tal que cuando vi el tatuaje que se había hecho Kwon no dude un segundo y lo copié. Dos X se dibujaban sobre mi ombligo.

-está sacando la lengua...- intenté reírme de mi misma. El orificio que pretendía ser la boca tenía una protuberancia que se asemejaba a una lengua. -Ahora que lo pienso... va a salirse por completo cuando el bebé crezca más...-

-ANNIE! ¡Estoy en casa! - esa voz se escuchaba mal, sabía que Hyung estaba forzándose a no gritar... de seguro había visto los zapatos de los chicos en la entrada.

Sonreí, mostrando una perfecta dentadura cuando los vi ponerse nerviosos. -ya pueden irse...- apunté la puerta de la habitación y me acomodé entre las almohadas para dormir.

Traicioné a mi BIASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora