Entierro hacia el infierno

Parte 1:

Estar encerrada no es lo mío, ver cómo gente libre pasa entre las rejas mirándome como si fuese una bestia, escuchar el canto de los pájaros tras mi ventana y sentir cómo me pudro lentamente, me hace pensar en todo lo que pude haber sido, mas sin embargo no soy nada, ni nadie. Tanta fue la duda de mi existencia que me es difícil comprender si es que aún sigo con vida, y el no poder ver mi reflejo en un espejo me hace dudar más, finalmente no controlar mis acciones me pone ha darme por vencida. Me he vuelto más psicópata de lo que me había convertido, necesito muestras de que aún sigo viva, pudiendo recordar mi pasado.

Acabo de sacar un lápiz que tenía en el bolsillo desde hace tiempo, mientras no me pasen hojas tendré que escribir en la pared, anotare lo siguiente para recapitular quien soy, y que logren darse cuenta sobre la cantidad de problemas que a una persona se le pueden presentar en tan poco tiempo, espero y lo disfruten y no me dejen en el olvido, tal y como yo lo hice conmigo.

3 años antes, 7 de abril de 2009

Permanecí mirando mis recuerdos, la manera en la que crecí con una educación basada en ser fuerte, y como llegue a desarrollarme con una venda en los ojos que manifestaba fiesta y diversión. Haberme quedado mirando la ventana del retrovisor, me hizo pensar en las mil posibles decisiones que podría tomar llegando a mi destino, cada acción conlleva a una reacción, y temía actuar de forma inadecuada.

La sociedad diría que soy el reflejo de mis padres, conocidos ilusionan que sea igual de productiva que ellos pero lo que declaran no son más que falsas esperanzas. Mi familia siempre ha sido de tener poder y grandes riquezas, pero tanta fue la crisis económica de mi padre que tuvimos que mudarnos por un mejor trabajo, una mejor labor fuera de la ciudad que haría separarme de mis seres queridos. Solamente puedo imaginar en mis posibles errores, lo que tengo que soportar, y lo que estoy perdiendo cada vez más mientras avanza el coche.

Estamos a punto de llegar a mi nuevo hogar, al entrar lo primero que haré será desempacar, pondré una silla en el balcón y tomare un poco de agua contemplando el panorama que se me presente. Lo que me alegra es que mi madre y yo solo estaremos 5 meses en soledadlandia, y mi padre se quedara el resto trabajando, continuamente hasta nuevo aviso.

Mis expectativas sobre como lucirá mi nueva casa son un tanto bajas, si la razón de la mudanza fue por falta de dinero, no espero una hermosa morada mejor que la que tenía, me conformaría con que tuviera una segunda planta.

Me acaba de entrar nostalgia, ya alcanzo a mirar de lejos lo que sería el techo, lastimosamente la niebla no me deja ver por completo, estoy a poco de poner un pie adentro.

4 meses después, 13 de agosto de 2009

Ya no aguanto más este lugar, me siento en completa soledad, desde el primer día en mi nueva escuela que nadie se ha molestado en saludarme, me ignoran observándome como si fuera una tonta, empezar desde cero no es tan fácil, pero me esfuerzo por encajar.

Llevo cinco meses sin poner una sola palabra en mi libreta, me he encontrado ocupada fingiendo ser alguien interesante, pienso que de esa manera los demás podrán fijarse en mí, no me interesan sus burlas he ignorancias, pero créanme que solo poder hablar con su sombra no es bonito.

MI madre (Tere Meredy Watson) es una de las escritoras más conocidas de por dónde vengo, vender sus hermosos libros es la mejor manera que tiene para obtener ingresos, esa es la razón por la cual se queda encerrada en su cuarto sacando nuevas ideas, y si por alguna mínima razón la desconcentro, se enfurece.

Hoy fui a una tienda en donde ofrecían gran variedad de velas aromáticas, uno de mis grandes vicios es ver la flama del fuego radiar sintiendo como su reconfortante humo me calienta el cuerpo. Compre 9 diferentes estilos aquella tarde, cada uno con un estilo significativo. Al escribir y/o dibujar me gusta encender 4 velas formando un cuadrado, me inspira, y al mismo tiempo me relaja. Acabo de prender las 4 velas del día, antes de entrar a mi cuarto alcance a escuchar como mis padres discutían, estaban que se los llevaba la locura, no paraban de gritarse por cosas sin razón, no están acostumbrados a no tener un trabajo fijo, se preocupan demasiado por no tener un papel en sus bolsillos.

Hace 4 días saliendo de la escuela llegue a un campo cerca de mi casa en donde no se encuentran rastros de gente. Uno de mis hobbies favoritos aparte de correr es tomar fotos, en cualquier lugar a donde voy me acompaño con una cámara en el bolso, para cuando se me presente un hermoso panorama frente a mis ojos le alcance a tomar un retrato. La cámara con la que me acompaño ahora es una vieja que me encontré en esta antigua mansión, la que tenía antes fue vendida por mi padre para comprar gasolina.

Desde que tengo memoria mi padre ha trabajado día y noche, lo que quiere decir que mi relación con mis padres, por el momento, es una completa basura, mas sin embargo, sintiéndome con un gran vacío en el pecho, no me siento tan sola del todo. Al caminar por los pasillos de este antiguo hogar siento como una presencia camina alado mío, al tocar las puertas se escucha eco, al dormir no me acuesto sola, y al respirar, no solamente siento el aire que exhalo enfrente de mí, sino también en mi nuca. La molesta sensación de que alguien me observa me enoja, hasta que me di cuenta que me sentía acompañada no por seres del otro mundo, sino conmigo misma, el subconsciente al no tener nadie con quien convivir, se creaba uno con el cual pueda vivir.

De toda la ciudad nos mudamos a la casa más barata, la cual extrañamente es algo parecida a una mansión, al ir de camino a mi casa logro observar como el vecindario esta vacío, las casas de alrededor están en renta, y las calles y luces están descuidadas. Hay gran variedad de cosas que no logro comprender, por el momento no me importa, solo tengo ojos y mente para él.

Desde que pise el nuevo colegio me atrae físicamente el chavo que se sienta a la esquina de mi salón, una persona tan popular como el no se podría fijar en una tonta solitaria como yo, tuve que empezar a hablarle a una "amiga" que se sentaba alado mío, para no verme tan sola cuando su hermoso rostro pase alado del mío. Es rara la mujer con la que me empiezo a juntar <<puedo cumplir todo lo que quieras>> era lo que me decía todos los días, se hacía creer que era bruja, maligna, que supuestamente había vendido su alma al diablo. Windy, era su nombre, Grace Watson, es el mío, mucho gusto.