La Descendencia de Drácula

Guerra

Lo siento por no publicar, pero estuve con exámenes esta semana e.e

Capítulo 19: Guerra

Un pequeño y selecto grupo grupo de luchadores experimentados que ya eran vampiros fueron escogidos por Raynard y junto a Heather, que se había adueñado de la Casa Blanca comenzaron a subyugar a la población humana que quedaba, muchos huyeron, pero los vampiros conquistarían el mundo ¿qué sacaban con huir? Al final igual los encontrarían y dentro de unos días, el famoso Estados Unidos de América caería.

—Fiuuuuu ser presidente es un gran negocio, vives y comes bien, no haces nada más que decir que no habrá crisis y se está trabajando por el pueblo, cualquiera podría hacerlo—comentó Heather sentándose el la silla de cuero, poniendo sus pies sobre el escritorio en el gran y famoso salón oval, actualmente estaba con pisadas con sangre debido a las botas de la pelinegra, pero intentó mantener el lugar lo más limpio posible.

— ¿Ahora serás presidenta y yo tu secretario de gobierno? —preguntó Raynard con ironía y burla en su voz.

—No es mala idea, pero me gusta algo más ostentoso como dictador, no, Emperatriz—respondió divertida.

—Como usted quiera mi Lady—el albino realizó una formal reverencia y ambos se rieron, si, ahora estaba mejor los Helsing no lo ataban a su lado humano, ahora él podría vivir como un vampiro, el ejecutor blanco de la emperatriz.

—Dentro de unas semanas o meses, este país y este mundo serán míos, haré lo que sea más conveniente a mí parecer, aunque ustedes se llevan la mejor parte—exclamó la vampiresa con una sonrisa en sus labios, aún acomodada en la silla de cuero y Raynard a su lado.

—Conquistar Rusia y China serán toda una hazaña, pero tú eres la imagen, serás nuestra emperatriz ¿no es así? Entonces debes quedarte aquí —dijo Raynard observando la cara de reproche de la vampiresa.

—Lo sé—dio un largo suspiro y se volteó a ver la ventana, había humo en distintas partes de la ciudad y el ejército de los humanos se había comenzado a movilizar, pero incluso ahí habían vampiros que Raynard se había encargado de entrenar personalmente y ya debían haber acabado con sus compañeros, pronto deberían unirse a los otros escuadrones.

En China se encontraba Einar sonriente recostada en la que una vez fue el hogar de una sacerdotisa, estaba descansando en un Templo que estaban ocupando de base en tierras orientales, unos segundos después logró divisar una bengala de color blanca en el cielo, reconoció la señal y se preparó para la siguiente batalla, tomó unas pistolas que puso en su cinturón, enrollo unos hilo de acero alrededor de su manos y los oculto con unas manoplas.

—Es hora de traer el infierno al oriente—Habló Einar terminando de amarrarse su larga trenza que la caracterizaba, salió del templo y de un solo salto recorrió media ciudad hacia la batalla—Mientras el gobierno y los militares no caigan, el país no se vendrá abajo—maldijo por lo bajo y fue donde su segundo al mando.

—Comandante, el gobierno está siendo protegido por el ejército y han estado resistiendo fuertemente a nuestros ataques—comentó el general.

—Tranquilos, yo abriré una abertura y ustedes me seguirán, este gobierno caerá hoy—habló la chica que vestía un largo vestido rojo con dragones dorados marcados en el traje, con un sensual corte en una de sus piernas que dejaban ver su tersa piel y manoplas plateadas en ambas manos— ¡Ahora síganme y muestran su lealtad a nuestra ama!—exclamó con fiereza y su escuadrón rugió con emoción, los vampiros no deberían esconderse más y ahora sería su mundo.

— ¡Sí! —exclamaron todos los miembros del escuadrón.

—Yōkoso jigoku e (Bienvenidos al infierno) —Einar golpeo sus puños y comenzó a caminar tranquilamente hacia el lugar en el cual se albergaban los políticos, siendo protegidos por los militares que combatían a los vampiros sin dudar, aunque estaban en desventaja se tomaban la calma se pelear con precaución, la pelirroja simplemente suspiro, aquellos vampiros que habían entrenado con dedicación caían ante simples humanos, saco unas pistolas y apunto hacia el tendido eléctrico, varios soldados se vieron electrificados por lo que logró crear una abertura y de un salto llegó hacia el lugar electrificado.