Capitulo 1: El mensaje en la pared.

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Como cada día, Amy despertó en la mañana y siempre su primer pensamiento, tan puntual: "Cuando terminara esta basura de vida, ojala no volviera a despertar". Se levantó de su cama, agobiada por el simple hecho de pensar que era otro día más de escuela. Tomo una ducha, lavo sus dientes y después abrió su armario. –Siempre la misma basura. Dijo en un tono suave y abrumado. Se puso su camiseta color purpura, sus pantalones negros de cuero, sus botas negras y como siempre sus mismas zapatillas rotas color negro, las zapatillas de todos los días.

Bajó al comedor, y ya era normal para ella no encontrar a su madre de pie en las mañanas –De seguro está envuelta en un mar de lágrimas en su dormitorio, o a lo mejor está besando la foto del matrimonio de la misma forma repugnante que siempre lo hace. Pensó Amy. Desde que su madre y su padre se separaron su vida se volvió más miserable, Su padre Luis siempre fue el típico mujeriego, Y después de que su madre lo encontró cada vez con una puta diferente en su cama, decidió echarlo, la peor decisión, según Amy. La única entrada de dinero en la casa era gracias a Luis, su madre no trabaja, desde que se casaron decidió dejarlo todo por él. Luis era un Abogado muy reconocido en la Ciudad y siempre fue muy exitoso por la forma en la que sobresalía y resolvía casos en un santiamén, Ni siquiera el alcohol y las mujeres habían podido acabar con su Empleo, ya que en ese sentido siempre fue muy responsable. Amy no desayuno, de igual forma nunca lo hacía, De hecho Amy estaba muy delgada ya que no le gustaba comer, cuando era pequeña, toda la escuela se reía de ella por su tamaño, era un tierna niña gordita, pero eso a ella nunca le gusto, el bullyng con el que cargó toda su infancia no se podía comparar con ningún dolor físico o moral que pudiera concebir. A sus 13 años, decidió dejar de comer, literalmente comía cuando ya veía la necesidad, acostumbro su cuerpo a ni siquiera recibir una hoja de lechuga durante el día y a recibir algo ligero en la noche, Le daba igual, su madre nunca se preocupó por esto, Siempre estaba al pendiente de Luis, Luis era todo en su vida, y su padre siempre fue el típico hombre descuidado, que ni recordaba tener una hija.

Salió de su casa, tomo el autobús, y como siempre se sentó atrás en la última silla vacía , se colocó sus auriculares y escucho a su banda favorita (Evanescence). Amy ya estaba acostumbrada a que todo el mundo le clavara la mirada, la juzgaran y todos en el autobús murmuraran acerca de su forma de vestir o de sus extraños hábitos. De todas formas Amy era muy atractiva, llevaba consigo un par de ojos azules casi como el mar, su piel blanca siempre resplandecía, sus dientes eran lo más hermoso, siempre bien cuidados y blancos como el algodón, ella era alta, delgada y siempre llevaba su larga cabellera color negro sin sujetar; para ser una chica tan descuidada siempre cuidaba su cabello.

Llego a la escuela, bajo del autobús, pasó cerca un grupo de chicos.. –Hey rarita, dame tu número. Exclamo uno de los jóvenes. Amy como siempre ignoraba a todo el mundo, quería ser tan invisible como más pudiera. Entro a clase, siempre tan puntual, tomo su asiento, el último de su salón de clases, comenzaron a llegar otros estudiantes y ella como siempre ignorando a todo el universo, y siempre pensaba: "Que basura de vida, solo soy una persona estorbosa, no entiendo cómo pueden sonreír estando en una mierda de colegio como este, con compañeros tan estúpidos y niñas que siempre quieren ser las "bonitas" pero piensan que la raíz cuadrada de 2 es arcoíris".

Su clase de Geografía siempre fue la más aburrida, no le interesaba ni en lo absoluto, los días, y las clases se hacían eternos para Amy, aún más si eran de geografía, no le encontraba ninguna gracia a un Mapa o a algo relacionado con el tema, de igual forma siempre estuvo callada y al pendiente de la clase. Pasó la mañana y al terminar la clase, se levantó de su silla. Cuando estaba por salir del salón noto algo extraño detrás del lugar donde estuvo toda la clase, era un mensaje, en la pared, o eso creía, se acercó, sola, en el aula no había nadie, era muy pequeño casi ni se podía leer, se acercó más y logro leer un mensaje extraño, estaba en otra lengua, no podía entender, y recuerda muy bien que en la mañana, cuando llego a clase no había nada escrito y durante la clase nadie se acercó. Trató de leer, pero no entendía, era un mensaje escrito en Francés, así que tomo una pluma, saco su libreta y lo escribió.. "Vous êtes la perfection dans un corps humain , Amy ». Notó que el mensaje llevaba su nombre, así que dijo en voz alta: -¿Hay alguien aquí? .. Esto no es gracioso... Con el silencio total era más que obvio y podía notar que no había nadie más que ella en el salón de clase, terminó de escribir y salió tan rápido como pudo. Salió de la escuela, tomo el autobús, y llego tan rápido a casa como nunca lo había hecho, subió a su habitación, encendió su laptop busco algún traductor de francés y escribió el extraño mensaje... después de un momento, emergió la traducción en la pantalla:

Tú eres la perfección en un cuerpo humano, Amy.

Morir para amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora