100-. Es mi fiesta y lloraré si quiero // Parte II //

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El lugar en donde se llevaría acabo la ceremonia era una pequeña capilla situada en medio de una extensa finca a las afueras de Manchester. Los verdes campos que la rodeaban, enaltecían el estilo medieval gótico de la fachada. La edificación era espléndida, sin duda el lugar ideal para celebrar una boda como la que se avecinaba.

—Dime, ¿te gustaría un sitio como este o tendré que buscar otro lugar?

Zayn caminaba a mi costado, tomándome de la mano. Su pregunta apareció de la nada, confundida lo observé.

—No entiendo —las franjas en mi ceño se hicieron evidentes—. ¿A que te refieres?

Zayn esbozó una sonrisa mientras redirigía su mirada de mi rostro al paisaje frente a nosotros.

—Olvídalo.

No pregunté más después de eso, en su lugar, simplemente lo obedecí.

La propiedad estaba casi vacía, no me preocupé, aún era demasiado temprano como para que los invitados se mostraran en su totalidad. Mi intensión desde el inicio fue la de llegar antes que cualquier otro asistente a la ceremonia. Quería tener unos últimos momentos de privacidad con Louis para calmar los posibles nervios que podrían estar carcomiendolo, se suponía que Harry se encargaría de eso y no es que no confié en él sino que simplemente quiero ser yo quien se ocupe.

—Definitivamente —exclamó Mich con entusiasmo—, si algún día llego a casarme quiero que sea aquí.

—Cuidado con lo que deseas —advertí tan pronto arribé a su lado—. Niall podría escucharte y hacer de esta una boda doble.

—Quizás no sea tan mala idea —se encogió de hombros antes de abrazarme.

Junto a Mich se encontraban mi madre y desafortunadamente Gemma y Anne.

—Mmm... —dudé por un instante mi siguiente acción; sin embargo, quien terminó ganando fue el razonamiento de que tarde o temprano tendría que hacerlo. Si no era ahora podía estar segura de que sería más tarde, no existía manera en la que pudiera evitar esto y no iba a retrasarlo por más tiempo—. Zayn, ellas son Anne y Gemma, la madre y hermana de Harry —señalé respectivamente—. Gemma, Anne, él es Zayn Malik, mi novio.

La presentación no fue tan terrible como imaginé. Anne siguió siendo encantadora, como lo era con todo el mundo, y Gemma alzó su pulgar en señal de aprobación cuando Zayn no miraba.

—¿Y dónde está Louis? —esa fui yo intentando romper el hielo, fallando sobresalientemente. Por fortuna mamá ya se encargaba del asunto. Inició una pequeña charla con Zayn a la cual pronto se unieron Gemma y Anne.

—Louis está en el interior de la capilla —señaló Mich tras haber admirado la escena desarrollada frente a nosotras—. Supongo que está rezando para que no lo dejen plantado en el altar.

—Michel —suspiré. Lo que estaba por pedir era casi imposible—, por favor, trata de ser condescendiente con Louis, por lo menos hoy.

Su respuesta inmediata fue virar los ojos con gran fastidio para terminar con un desdenado:

—Cómo sea.

No insistí más en el asunto, preferí utilizar mi energía en hacer que la atención de Zayn volviera a mí.

—Cariño, ¿te molesta si te dejo aquí nos minutos? Necesito hablar con Louis.

—Descuida, Violett —sonrió—. Ve con él.

Seguí el camino empedrado que conducía hasta la pequeña capilla, asombrándome de sobremanera con el interior. Ornamentos y frescos decoraban la bóveda, techos y paredes. El resto del lugar era revestido con rosas blancas haciendo lo propio con el pasillo por el que muy pronto Anna caminaría.

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