Harry.
Louis había llegado ebrio, como de costumbre; gritaba locuras con una cerveza en mano, a veces incluso se caía de las escaleras de la sala principal. Mi Louis, llevábamos 2 años viviendo en el departamento y por alguna razón siempre se caía en esas escaleras al momento de estar ebrio. Como si olvidará pequeñas partes de la casa, pequeñas partes de su vida. Los demás escalones estaban bien para el, pero aquellos 3 pequeños escalones eran difíciles de cruzar aún.
-¿Quién carajos puso esos escalones ahí, Harry? - Me gritaba, riéndose siempre conmigo.
Usualmente lo tomaba de los brazos y le decía
-Cariño, tienen más tiempo aquí que nosotros. - Y Louis se echaba a reír. Era algo extraño, siempre preguntaba eso, siempre le contestaba eso, siempre se reía a carcajadas de eso. Era hermoso verlo así; Sin preocupaciones, tomando todo a la ligera.
Algunas personas odian que su pareja tome demasiado alcohol. Pero yo no, yo amo a Louis en cualquiera de sus fases estando ebrio o no. Yo así lo conocí, ebrio con ganas, no lo iba cambiar.
Y hacemos el amor; a veces es tierno y delicado, otras veces me lo hace como si fuese un animal.
Otras, cuando estoy decidido en provocarlo, poniéndome algo especial para el, llego a la cama y ya está con los ojos cerrados, lo abrazo y dormimos. Usualmente esos días, a la mañana siguiente el despierta y me ve, vestido de cierta manera para excitarlo y despertándome dice
-¿Me dormí de nuevo? Joder
-Duerme más, bobo.
-Bah, igual tu tanga no enseña mucho tus nalgas como para ponerme muy caliente.
-Eso no hubieses dicho ayer nene.
Y ambos sonreímos un poco.
Y la vida mágicamente se vuelve hermosa.
11 de junio, 2015.
9:00 a.m.
Desperté hoy, con un rico café en la mesa de noche y un nota
"Llámame, dormilón.
-Louis X."
Apenas sonó dos veces y ya tenía la llamada con mi chico.
-Harry, mi amor, quería que me llamarás para decirte que hoy iré a una fiesta.
-Pero Lou, es sábado, día que ambos quedamos en verdad películas, sin nada de alcohol.
-Por favor príncipe.-Podía escuchar como Louis hacia pucheros, ya lo podía ver en mi mente. Hacia grandes sus ojos y agachaba la mirada, hacia una mueca de tristeza, y ponía carita de ángel.
Mi hermoso ángel.
-Esta bien, pequeño pero... ¿Prometes volver?
-Lo prometo.
Y ambos sonreímos, como locos enamorados. El hecho de que le preguntará eso me hace sentir feliz. Es nuestra manera de decirnos "¿Me amas? Te amo." Porque sé que Louis me ama, porque a pesar de estar completamente ebrio siempre llega a mi. Louis me mata todos los días cuando me sonríe, y el asesino siempre tiene que volver al lugar del crimen.
Ambos colgamos felices.
Llegue tarde de trabajar. Eran las 11:30 p.m y apenas había llegado a la casa, me servi un poco de leche y tome unas galletas, me recosté en el sofá y vi una película.
Cuando desperté me di cuenta de que era demasiado tarde: las 2:30 a.m
Había llegado tan cansado que sin darme cuenta cerré los ojos y quede dormido. Revise mi celular, Louis ya me debió de mandar un mensaje.
Pero nada.
Louis siempre llega temprano, a eso de las 2:30 o 3. Nunca llega tan tarde. Decidí llamarlo.
-¡Hola!- al momento sonó
-Pequeño puedo...
-Lo siento, ahora no puedo contestar pero puedes dejarme un mensaje de voz, con gusto lo atenderé.
La maldita contestadora con su voz tan sexy.
Fue extraño como todo paso tan rápido, de las 3 se hicieron las 4 y de eso las 5
Llame a todos desesperado, pues Louis no llegaba. Si no lo encontraba a eso de las 6 me iría a buscarlo.
Llame a todos para poder ver si estaban con el. A Niall, a Liam, a Zayn. Incluso llame a su madre, no le dije mucho para no alterarla.
