59. Poca comida, gran estómago.

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Lamento no haber actualizado, estos últimos días estaba internada en el hospital. Como sea, disfruten el capítulo.


Mientras yo trataba de entender -más bien, descifrar- la reacción de Zayn, el doctor interrumpió nuestro silencio, haciendo un leve chequeo. Gracias a Dios, todo iba a la perfección.

Las horas pasaban y el moreno, con ojos cada vez más brillantes, mostraba mejoría, si bien aún para hablar le dolía un poco y acciones como reir se le dificultaban, científicamente mejoraba.

A eso de las siete de la noche, la pareja de castaños, Eleanor y Louis, y los rubios, Megan y Niall entraban a la habitación, trayendo consigo un bolso.


-Bonnie, es hora que te pongas otra ropa. -la castaña lo dijo con tan poco tacto, que hasta me dio miedo.

-Y que comas algo, por tu bien. -continuó la rubia, a su lado.

-Gracias, pero no quiero dejar solo a Zayn...

-Para eso vinieron Niall y Louis, para que le hagan compañía mientras cenas algo.

-No puedo... de verdad, gracias, pero...

-Ve, Bonnie -respondió Zayn, interrumpiéndome. Hasta donde yo creía, se encontraba dormido- No creo que me vaya corriendo de aquí.


Todos reímos. Era gratificante saber que pese a su estado, no había perdido esa chispa de humor.


-También necesita un baño, huele un poco feo.

-Gracias por tu apoyo, Niall. -dije con notorio sarcasmo mientras él reía discretamente

-Ve a tu apartamento, arréglate y come algo con las chicas -Louis sugirió- Si es necesario duerme un poco, nosotros estaremos aquí.


Y finalmente accedí, le di un beso a Zayn a modo de despedida, y salí de la habitación. Hice exactamente lo que Louis indicó, nos dirigimos a mi apartamento, me di un baño y me cambié de ropa, en todo el trayecto participé en las pocas conversaciones que Eleanor y Megan tenían.

Sinceramente, no dejaba de pensar en la futura boda... y es que, ¿de verdad iba a suceder? No me había puesto a pensar en eso, supongo que esperé a que todo fuese un sueño...

No todos los días el amor de tu vida te propone matrimonio.


-¿Tienen hambre? -pregunté, sacándome a mí misma de mis pensamientos- Haré comida.

-No hagas comida, podemos comer en un restaurante. -respondió Eleanor.

-No me molesta, haré comida.

-Odio cuando contradices a las personas, Bonnie -la rubia admitió con una leve sonrisa- No es necesario que cocines, creo que te vendría bien comer en un restaurante, tu sabes.

-Bueno, iré, pero no nos tardemos mucho, quiero ver a Zayn.


Y dicho eso, salimos de mi apartamento, rumbo a McDonald's, a petición de Megan, claro.

Esa chica de verdad tenía una obsesión por la comida de allí, hace tiempo -específicamente, cuando nos conocimos- pensé que ella era la única fenómeno que era capaz de comer allí quince veces por semana, y que pretendía ganar el record Guinness. No fue después, que conoció a Niall y resulta que él come dieciocho veces allí, a la semana. Ahora, son fenómenos juntos.

Enamorando a Verónica → zaynDonde viven las historias. Descúbrelo ahora