El entro al salón sudando y con uno de los mayores miedos que nunca sintió. Abrió la puerta y todos se callaron lo miraron fijamente. Nunca se había sentido tan observado ni juzgado. Cada paso que daba se escuchaban docenas de murmullos
La presión era demasiada, no sabía donde esconderse lo miraban como bicho raro... Después de estar en coma nadie lo quería ni siquiera tocar. Sin saber que una gran causa de su coma fueron ellos.