La ciudad de los muertos

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Estaba exhausto. La batalla con ese coloso pestilente me había dejado sin aliento, pero tenía que llegar a la ciudad de los muertos. No había tiempo, no sabía cuanto tiempo había pasado en el mundo real, por lo que Ahryelle podría invocarme de vuelta en cualquier momento... o eso era lo que quería pensar. Esa arpía tenía razón, el repentino cambio en la fuerza que me sostiene aquí no pudo haber sido casual. Tenía que darme prisa en llegar, conseguir el libro y encontrar la manera de volver por mí mismo. Tenía que asegurarme que nada malo le había pasado a Ahryelle... si algo le pasase yo...

¿Yo qué?

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Cuando por fin llegué a la ciudad de los muertos casi no podía avanzar. El bullicio de los espíritus abarcaba toda la calle principal sin poder das dos pasos sin tropezarte con alguien... o algo. Había espíritus de todo tipo, desde fantasmas humanos hasta otro tipo de fantasmas que jamás hubiese creído que existirían. Me acerqué a uno de los carteles que había cerca de un establecimiento de ... ¿de qué? ¿joyas? En fin... mejor no preguntarse para que querían joyas los espíritus cuando ni siquiera podían vestirlas. Traté de encontrar alguna palabra que se asemejase a "biblioteca" u algo así, pero todo el cartel estaba escrito en una escritura antigua, puede que en alguna lengua muerta, que no podía reconocer. ¿Cómo iba a saber leer eso? Si ni siquiera atendía en las clases de inglés de la academia... Como el mirar carteles no funcionaba probé con el método "pregúntale a alguien que seguro que sabe" pero me fue mucho peor que antes. Cuando me acerqué a preguntarle a lo que parecía un amasijo de algas amarillentas con ojos y este trató de responderme me di cuenta de que el idioma que hablaban debía ser el mismo que el que estaba escrito en los carteles. Aún encima parecía enfadado... no, asustado... sacó lo que en su mundo debía de ser un silbato (un pedazo de madera con cuernos) y lo hizo sonar lo más alto que pudo. Todos los demás espíritus en la calle se voltearon hacia donde estaba y se me quedaron mirando aterrados. No entendía muy bien lo que pasaba, pero cuando vi que un par de espíritus con ¿uniforme?, no sabía que era lo que se suponía que llevaban puesto (una especie de toga fantasmal con una especie de símbolo circular), y con cara de pocos amigos perseguirme. Salté hacia una de las cornisas del edificio que tenía al lado y desde ahí escale hasta el tejado. Pensé que les había despistado, pero entonces llegaron hasta mí levitando y me di cuenta de que era imbécil. Corrí como pocas veces lo había hecho en mi vida y en cuanto vi que se acababa el techo, salté hacia la ventana del edificio de en frente. Acabé rodando por los suelos clavándome cristales rotos y preguntándome para que coño les hacía falta cristal a los fantasmas. Cabreado me levanté como pude, tropecé y me caí de cara, con la mala suerte que le di a una estantería llena de libros y se me vinieron todos encima.

Furioso me levanté gritando y tirando todos los libros, golpeando otra librería.

-¡JODER! ¿Dónde están esos fantasmas? ¡ME LOS VOY A CARGAR POR PESADOS!

Otro libro me calló encima, dejándome un buen chichón. Cuando lo recogí para hacerlo trizas, como todo buen adolescente furioso haría, me di cuenta de que en la portada había un cadáver reviviendo mientras un alma se colaba dentro de él. Como no entendía ni una sola letra de lo que ponía la portada lo lancé. De nada me serviría un libro si no podía leerlo.

En el piso de abajo se escuchaban voces discutir. Alguien se estaba llevando una buena bronca y estaba gratamente sorprendido de que no fuese yo. Miré por el hueco de la escalera y vi como el fantasma de una chica, alta, de aspecto joven y pelo castaño, estaba echando fuera a los gorilas que me estaban persiguiendo. Cuando se fueron, se giró y me miró con ojos amables, como si me quisiese decir que no me preocupara, que ya todo estaba bien. Subió por las escaleras, cosa que no entendía porque podía levitar ¿quién sube escaleras pudiendo levitar? Esa fantasma era de lo más rar...

Touch my heart KumihoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora