UNO

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No te desanimes, sonríe ¡que hoy empezamos una nueva vida!

No sé cómo puedes estar tan contenta Clea, nos han echado de la manada, y Dyn...


Sollocé.


No te pongas así­, Bry. ¡Y ya olvida a ese imbécil! Me pongo mala solo de pensar en él, es un...


Corté la conexión con Clea, mi loba, antes de que me volviera a poner a llorar. Tení­a razón, hoy empezaba una nueva vida y tení­a que olvidar mi pasado y volver a comenzar.

Habí­a sido rechazada demasiadas veces como para seguir así­.

Estaba decidida a cambiar, y si algún dí­a volví­a a ese lugar, les demostrarí­a lo fuerte que podí­a llegar a ser.

Pero hoy tení­a otra prueba que afrontar. Ir a un internado normal y hacerme pasar por humana. No querí­a amigos, solo necesitaba tiempo para hacerme fuerte y demostrar de lo que era capaz, y el internado Jollye Jones era tan bueno como cualquier otro.

Me levanté de la cama. Suficiente pensar. Ahora tocaba actuar.

Fui al baño y me di una ducha rápida de no menos de 15 minutos. Y 5 minutos más para secarme el pelo.

Ahora lo más difícil. ¡¿Qué me pongo para parecer humana?!


¡Clea! ¿Qué me pongo?

Ponte la blusa blanca, los vaqueros y las converses blancas. Creo que eso es lo que se ponen los humanos.

Vale.


Y en un momento ya estaba. Me dejé suelto el pelo, lo ricé de las puntas; un poco de maquillaje y lista.

Por lo que tenía entendido me darían un uniforme pero hasta entonces, tenía que arreglármelas.

Me preparé un poco de leche con cereales, un bocadillo y me fui para el internado. Me quedaban unas horas de viaje por delante.


Espero que nos pongan en un cuarto solas.

Yo también Clea, yo también.


Suspiré. ¿Por qué tenía que hacer todo esto? ¿Por qué no podría estar tranquila?

- Olvida eso- gruñí- soy así, así me ha tocado vivir y no me puedo pasar el rato sollozando por no tener una vida perfecta, una familia o un mate. ¡No los necesito, joder! Puedo sola.


Podemos.

Exacto Clea, somos fuertes y lo demostraremos, no necesitamos a nadie.


Llegué finalmente, el internado era alto, antiguo, parecía un castillo medieval rodeado por un maravilloso bosque, y un lago cristalino, perfecto para los días de luna llena, y para poder cazar.


¡Me gusta mucho! ¿Has visto el agua?

Deja de actuar así­, Clea. El lago es precioso, tienes razón, pero tampoco es para tanto.


Suspiré.

- ¿Por qué suspiras, hermosa? Aún no me has visto.

Me sobresalté.

- Ni falta me hace para saber que eres asqueroso y feo.- dije sin girarme a mirar a la persona que había hablado.

- Eso no es lo que... ¡Oye! ¿A dónde vas?

- Lejos de ti. No sea que se me pegue lo estúpido.

Y así me fui caminando tan tranquila después de haber dejado cortado a ese extraño estúpido. Solo esperaba no volver a encontrármelo.

* * *

Estamos perdidas, ¿verdad?- Dijo Clea al cabo de media hora de andar.

Solo un poco.- Le admití.

Pí­dele ayuda a esa mujer.

No. Puedo encontrar el sitio sin ayuda.

Eres muy terca, no me dejas opción.

¡No! Clea, ni se te ocurra...


Demasiado tarde. Clea me obligó a acercarme a una mujer que había allí. Y en un momento me encontraba en el despacho de la directora, hablando con ella.

O más bien dicho escuchando un largo y aburrido sermón.

- ¿De acuerdo señorita Hall? – mierda, no había escuchado nada de lo que me había dicho.

- ¿Eh? Claro.

- Aquí tiene los papeles que le dije y recuerde...- Parecía no haberse dado cuenta. O quizás lo obvió. Volví a desconectar al instante, hasta que escuché- ...su compañera de habitación le mostrará las instalaciones. Tome la llave de la habitación.-Me entregó una llave con el número 347.- Y no olvide que en el edificio de chicos no se puede entrar.

La miré raro.

- Tranquila directora. Ni siquiera se me acudiría.- sonreí de manera forzosa.

- Eso espero- susurro. Aunque yo con mi oído de licántropo lo escuche perfectamente igual.

- Tenga un buen día, directora.

- Ojalá- susurró molesta.

- ¿Dijo algo?

- No nada, que le vaya bien.- Me sonrió hipócritamente, despachándome.

Me fui para mi habitación la 347 del edificio...


Clea, ¿qué edificio dijo?

El azul.


Llegué frente al edificio, ahora a buscar la habitación.

15 minutos. Me tardé 15 minutos a encontrar la maldita habitación. Durante la búsqueda descubrí que en cada edificio, el azul para chicas y el verde para chicos, hay espacio para 500 cuartos de dos personas, lo que significa que hay 1999 humanos aquí con los que tendré que convivir, sin contar profesores.

Maldita sea.

Al menos la supuesta compañera no había llegado aún.

Y, por mi maravillosa suerte, la puerta se abrió, dejándome ver a la humana que tendría que soportar este largo año.


* * *

Aquí llega el primer capítulo, un poco tarde, pero bueno... XD

¿Cómo creéis que será la nueva compañera de habitación?

¿Os ha gustado el capítulo?

Comentad y votad que no cuesta dinero ;D

¡Nos leemos! <3

LA DECISIÓN DE UNA LOBADonde viven las historias. Descúbrelo ahora